Miles de prendas que estaban tiradas, incluso con la etiqueta puesta, ahora son cenizas. Es el reflejo de lo que ocurre en el mundo con una industria muy contaminante, que tiene un exceso en su producción y también en su consumo.
En el desierto de Atacama, a unos kilómetros de la ciudad de Iquique se encuentra o se encontraba uno de los basurales de ropa más grandes del mundo.
Para allá fuimos a principio de año. Lo que veíamos era mucho peor de lo que imaginábamos. Miles de prendas tiradas en el medio del desierto, muchas con la etiqueta todavía puesta. Hoy, toda esa ropa es cenizas. Un gran incendio afectó al basural de ropa en el desierto.
Todavía no se sabe si fue intencional o no pero -afortunadamente- no hubo víctimas fatales. Pegado al predio, viven dos personas mayores con movilidad reducida.
La ropa allí tirada no solamente ya no puede ser utilizada por alguien más, sino que habrá que evaluar la contaminación de esta quema. Recordemos que las prendas están hechas de varios materiales, entre ellos plásticos, y pueden contener cientos de químicos que se utilizan en su proceso. Un drama social y también ambiental.
¿Por qué la ropa tirada en el desierto?
Esto ocurre en Chile por dos grandes particularidades: la zona libre de impuestos para la importación que tiene Iquique y la ley de residuos que no aceptan textiles. Además, hay un total desentendimiento por parte de empresarios y el municipio de Alto Hospicio e Iquique.
Esta situación también es el reflejo de lo que ocurre en el mundo con una industria muy contaminante, que tiene un exceso en su producción y también en su consumo.
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