La esquina de Jacarandá y Sauce fue transformada con un mural que representa la fauna y la flora autóctona y la mano del hombre como el principal responsable de su destrucción.
Vecinos del barrio Madariaga pintaron un mural para generar conciencia ambiental y eliminar un basural a cielo abierto. En la esquina de Jacarandá y Sauce de la ciudad capitalina, hace más de 10 años se había generado un basurero donde la gente arrojaba los residuos. Ahora se convirtió en un espacio de 12 metros con un fuerte mensaje que promueve el cuidado de la biodiversidad.
El nuevo mural ubicado por las calles Jacarandá y Sauce de la ciudad, muestra un gran contraste con el espacio en donde hace una semana seguía funcionando un basural a cielo abierto.
Este jueves el muralista Marcos Aldavez, quien se dedica al arte barrial, pintó un gran Yaguareté (Panthera onca) con la flora autóctona de fondo y del otro lado la mano del hombre y los bosques nativos ardiendo.
Lisandro Cuevas, un estudiante de Derecho de la Universidad Nacional del Nordeste, ideó y trabajó durante 6 meses este proyecto para transformar la esquina de su barrio en algo que los represente. Es por eso que trazó los bocetos y se los presentó a sus vecinos, que muy entusiasmados colaboraron para que la iniciativa se concretara.
“Este mural fomenta el cuidado al medioambiente y el poder de cambiar. La gente tiró basura en esa esquina por 10 años, y cuando empezamos a pintar, captó el mensaje y hasta colaboraron para que esto sea posible”, señaló a El Litoral Lisandro Cuevas.
Los vecinos recaudaron más de 20 litros de pintura y con un compresor el artista pintó la gran figura de un yaguareté, declarado Monumento Natural de Argentina, considerada una especie en peligro de extinción, víctima de la caza ilegal y que después de 70 años logró reproducirse en su hábitat y formar parte de la fauna del Iberá en Corrientes.
Por otro lado, la mano del hombre que es el principal responsable de los incendios de pastizales en donde se perdieron miles de hectáreas en toda la provincia, con la idea de generar conciencia, ya que en ese antiguo basural antes se quemaban los residuos.
A 5 metros se colocaron plantas autóctonas brindadas por el jardín botánico de la ciudad, y se prevé que la semana que viene los vecinos coloquen reflectores para hacer una esquina más segura e iluminada. Además, tienen pensado colocar una cámara para monitorear el lugar.
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