Es un tema relevante que quedó colgado de la agenda del año pasado. La idea es poder armar una nueva propuesta integrada con aportes del Ejecutivo y de ONGs ambientalistas. Obtener un proyecto que sea "viable" es clave para lograr reducir los inmensos volúmenes de basura que produce la ciudad y que le cuestan millones al municipio.
Por Ignacio Pellizzón
La basura en Rosario es un problema que todavía no encuentra solución. Hace 13 años que se aprobó la iniciativa "Basura Cero" para reducir los increíbles volúmenes que producía la ciudad, pero, al contrario, año tras año se originó más. Ahora, el Concejo tiene la oportunidad de retocar el proyecto para poder hacerlo "viable" y generar resultados "positivos", como indicaron a este medio algunos ediles.
La basura no sólo es un problema social y ambiental, sino también es económico. Tanto su tratamiento como enterrarla en rellenos sanitarios en la localidad de Ricardone y Bella Vista tiene un costo millonario para la ciudad.
Se trata de un tema relevante que quedó colgado de la agenda del año pasado. La idea es poder armar una nueva propuesta integrada con aportes del Ejecutivo y de ONG ambientalistas. Obtener un proyecto que sea "viable" es clave para lograr reducir los inmensos volúmenes de basura que produce la ciudad y que le cuestan millones al municipio.
Para entender mejor por qué la ordenanza Basura Cero nunca funcionó, resulta imperioso ir a cifras duras que exponen el empeoramiento progresivo de la situación. Solo a modo de ejemplo, según cifras oficiales, en 2008 se enterraron 230.274 toneladas y en el 2017 alcanzó un récord histórico: 307.695.
A estos números hay que agregarle las cifras millonarias que le cuestan al municipio: en 2018 -según presupuesto- fue de 239.853.750 pesos, es decir, 16,6% más que lo ejecutado en 2017 (200.217.137 pesos). En consecuencia, mientras más aumenta la basura que se entierra, más aumenta el dinero que se gasta en enterrarla.
A valores actuales, en base a lo publicado en la página oficial del municipio, en 2021 se gastó 846.403.000 pesos en Disposición Final de Residuos Sólidos Urbanos y 4.288.280.000 pesos en recolección de residuos. Y, en base a lo indicado en el presupuesto 2022, se gastarán este año en Disposición Final 1.153.496.000 pesos, sin contar el subsidio del Ente Público Sumar.
Un dato que no es menor, y que alertan las ONGs ambientalistas, es que el municipio no entrega informes oficiales al Palacio Vasallo desde el año 2018. Se trata de un incumplimiento que exige la vigente ordenanza, con lo cual no se puede saber a ciencia cierta cuánta basura está produciendo en este momento Rosario y cuánta está enterrando, entre otros detalles importantes.
El problema de la basura para estas organizaciones sin fines de lucro es que los residuos orgánicos (representan el 50%) se comenzaron a recolectar recién en 2017 –hace cinco años- a raíz de la modalidad de Barrios Verdes. Se trata de una parte importante que está bastante fuera del esquema de recolección separada.
Otro motivo, es que la modalidad de separación en general "no incentiva la separación", indican. "Si se piensa el área central y la separación se realiza con contenedores, hay más tachos para los residuos mezclados que para los que no, es decir, es un trabajo extra que debe hacer el vecino".
Se estima que en Rosario hay unos 10 mil contenedores para residuos mezclados, unos 500 para residuos separados (color naranja) y 800 que están dentro de diversas instituciones como escuelas, clubes, hospitales, entre otros.
Para miembros de Taller Ecologista, Barrios Verdes (2017-2018) fue el "último avance interesante" en materia de separación en origen. Pero la separación sigue siendo "escasa" y "hacen poco y nada por cambiar eso". De hecho, "hace un año sacaron una improvisación total de un sistema de separación usando el mismo contenedor para distintos materiales según el día en dos barrios, lo que refleja que no les interesa reactivar espacios de diálogo como la comisión de seguimiento de Basura Cero", criticaron.
Pero, ¿qué se puede hacer?
El año pasado el Ejecutivo planteó modificar la ordenanza Basura Cero estirando las metas -incumplidas a la fecha- hasta el año 2040. Pero, un grupo ambientalista planteó la necesidad de realizar un cambio de rumbo, señalando que se estaba en un momento clave para hacerlo.
El proyecto recientemente presentado responde a este objetivo: lograr un nuevo sistema de gestión de residuos que logre responder a los desafíos ambientales y sociales.
Entre puntos a destacar que los concejales deberán evaluar para "actualizar" la ordenanza, resalta la idea del municipio de la separación en tres fracciones (orgánicos, reciclables, restos), yendo hacia su obligatoriedad y el establecimiento de un Plan de eliminación de plásticos de un solo uso.
Otros de los aspectos relevantes son la priorización de un modelo de gestión descentralizado, y la prohibición de la compra de ciertos elementos descartables por parte de la Municipalidad.
En del octubre del 2021, ingresaron otros dos proyectos en el Concejo. El primero, referido a la ordenanza de Basura Cero, buscando relanzarla, definiendo nuevas metas e incorporando modificaciones para materializar algunas de las propuestas mencionadas.
El segundo, referido a la creación de un Servicio Público de Recuperación de Residuos Reciclables, el cual hace foco en la generación de estrategias para avanzar en esquemas de cogestión con el sector de los cartoneros, potenciando a la vez la recolección diferenciada y la planificación. En este caso fue reingresado el proyecto, presentado por primera vez en 2017.
La última iniciativa que se encuentra en la agenda del Palacio Vasallo fue ingresada con las firmas y adhesiones de las siguientes organizaciones: Taller Ecologista; Movimiento de Trabajadores Excluídos; Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores; Jóvenes por el Clima – Rosario; Fridays for Future – Rosario; Taller de Comunicación Ambiental; Grupo Ecologista Génesis; Soluciones Tecnológicas Sustentables; Grupo Obispo Angelelli; El Paraná No Se Toca; Conciencia Solidaria; Más Río Menos Basura; Graneleando; Greenpeace Rosario; Rebelión o Extinción – Rosario; Ínaco.
La intención este año, es lograr disminuir progresivamente y sin frenos la cantidad de residuos que se entierran en el relleno sanitario, además de generar conciencia en los vecinos para que puedan separar la basura y que se pueda reutilizar lo necesario y vender con valor agregado para producir empleo genuino y un sistema sustentable de recolección de basura. Hasta tanto, se seguirá enterrando mucha basura y mucho dinero.
Se estima que en Rosario hay unos 10.000 contenedores para residuos mezclados, unos 500 para residuos separados (color naranja) y 800 que están dentro de diversas instituciones como escuelas, clubes, hospitales, entre otros.
Comentá la nota