Lorena Rodríguez, en representación de la Facultad de Agronomía, integra la Comisión de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos que elaboró la ordenanza que será tratada el martes próximo. Aseguró que en Azul se genera un kilo de basura, por día y por persona. "El plan GIRSU contempla la integración social", afirmó la docente en una entrevista con EL TIEMPO.
"Los principios que se indican en el Plan GIRSU son la preservación de la salud pública y la ambiental, la disminución de los residuos; es decir, que se minimicen y se valoricen como recurso, que vuelvan a una economía circular, que vuelvan a ser parte del circuito productivo y económico".
Así lo afirmó la profesora en Ciencias Biológicas Lorena Rodríguez, de la Facultad de Agronomía de Azul (FAA), durante una entrevista con EL TIEMPO.
Recientemente se presentó la Ordenanza GIRSU, luego de un intenso trabajo realizado en el ámbito del Concejo Deliberante, a través de la Comisión de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos.
Adoptar una estrategia
"El trabajo se comenzó el abril", explicó Rodríguez, en tanto recordó que fueron convocadas diversas "instituciones para realizar mesas de diálogo participativas, con el objetivo de armar la ordenanza". En todo el trayecto realizado "fuimos varios los que asistimos en representación de Agronomía".
Destacó que "nosotros, como estamos trabajando en esa temática dentro de la Facultad, adherimos y participamos. Yo estoy en una cátedra del Profesorado en Ciencias Biológicas, pero además integro un equipo de extensión universitaria y, justamente, estamos trabajando con la gestión de los residuos del campus".
Con respecto a la GIRSU, detalló que "en realidad, esta comisión que se armó responde a una estrategia nacional que existe desde 2005, y que se denomina Estrategia Nacional para la Gestión Integral de los Residuos Sólidos Urbanos. De alguna manera, pretende ser un plan que dirija la gestión de los residuos en nuestro país y da lineamientos generales para que las provincias puedan adaptarlas a sus particularidades; y después, cada municipio. La idea era que desde el 2006 hasta el 2025, cada provincia y, a su vez, cada municipio, pudiera adaptar esta estrategia a su realidad, ya que cada lugar tiene características propias".
A partir de aquella estrategia nacional surgió entonces "la idea en Azul, de juntarnos para ver de qué manera se podía llevar adelante esa estrategia, elaborando al menos esta ordenanza [que se trabajó en el Concejo Deliberante y será tratada el martes próximo], que busca dar lineamientos generales para gestionar los residuos sólidos urbanos en nuestro Partido. Y lo que se contempló es que justamente eso, después, se pueda ejecutar; es decir, brindar más facilidades que trabas para que sea factible".
D.E. ausente
El Ejecutivo municipal no participó de la mesa de diálogo y "no es un tema menor", tal como ocurre también en el caso de otras comisiones que vienen trabajando en el Concejo Deliberante diversas temáticas (arbolado, cannabis medicinal, por ejemplo).
En ese sentido, destaco Lorena Rodríguez, "nos pareció muy importante, más allá de la ordenanza que se logró, que nos pudimos sentar a una mesa diferentes personas que formamos parte de la sociedad azuleña; cada uno desde su lugar y sus conocimientos, para tratar de pensar en un bien común. Con diálogo, respeto, aportando cada uno sus conocimientos. Y eso es importante. Imaginemos qué importante hubiese sido que estuviera el municipio, que puede colaborar mucho más. Hemos tratado de tener un vínculo, para poder unir fortalezas y hacer cosas", pero ello resultó imposible ante la negativa del Ejecutivo de participar.
Rodríguez puntualizó que "en Ambiente, que es el área con la que nos vinculamos por este tema, los representantes vinieron cambiando de a meses. Hablás con uno, te dicen una cosa; a los tres meses te dicen que ya no está más esa persona, con la que ya se planearon varias actividades. Viene otro. Y todos los que vienen te dicen que no saben nada del tema, que se tienen que aggionar. Es evidente la necesidad de que haya gente formada para dirigir un área", sea cual fuere, en la esfera oficial.
Ciertamente, la inquietud y la preocupación por lo que se hace con la basura en Azul "viene existiendo desde hace mucho tiempo. Por suerte ha cobrado más fuerza y se está visibilizando mucho más. Se han creado asociaciones ambientalistas". Pero, "no hay una política que acompañe. Por ejemplo, a los docentes, como formadores en el aula y transmitiendo conciencia, nos es muy difícil trabajar si después no hay una política estatal que acompañe. Me refiero a una política pública ambiental que acompañe esos procesos. La respuesta de los alumnos es: para qué voy a separar si después lo lleva todo junto el camión recolector".
Los recuperadores
"La visibilización de los recuperadores urbanos en nuestra ciudad ha cobrado mucha fuerza, cosa que antes no pasaba", destacó Lorena Rodríguez en la entrevista con EL TIEMPO.
Indicó, en tal sentido, que "el plan GIRSU contempla la integración social. La integralidad implica la reducción de los residuos en origen, y eso tiene que ver con cada uno en su casa, con la conciencia personal, la propia responsabilidad".
Rodríguez admitió que "no es algo sencillo, que se logra de un día para otro. Todos debemos pensarnos formando parte de ese plan y se requiere una campaña de educación que acompañe". Por eso mismo, si "se hace un trabajo en equipo con el Estado, las cosas podrían mejorar. Si existe una política pública ambiental que se plantee, los docentes entonces sabemos en qué acompañar, tenemos algo concreto; y además con criterios unificados para trabajar".
La representante de Agronomía puntualizó que, "en muchos distritos, se ha integrado a los recuperadores urbanos. Por ejemplo, se los ha tomado como trabajadores en una planta de recuperación; y lo que genera esa planta como dinero, es el sueldo para ellos. Quizás no deja una ganancia al Estado, en principio, pero sí genera una fuente de ingresos. Estamos en una sociedad donde están haciendo falta fuentes de trabajo, sin dudas. A veces no llega a la sociedad esto de que la basura puede generar dinero. La estamos enterrando y lo que estamos haciendo es perder plata, además de contaminar".
1K por persona y por día
Rodríguez aseguró que "todos esos materiales pueden volver al sistema productivo y nosotros los estamos enterrando y ocupamos un volumen de una celda, en este caso en el relleno sanitario, que es el mejor destino que puede tener, pero con el actual volumen vamos a tener más gastos si se tiene que pagar la construcción de otra celda".
En cuanto al volumen, se genera "un kilo de basura, por persona y por día; es decir que, en Azul, con los datos del nuevo censo, estamos generando unas 70 toneladas diarias que van al relleno, de las cuales el 80% son recuperables, aproximadamente". No dudó en determinar que "la mitad de esas toneladas son residuos orgánicos y podrían ser compostables; se podrían transformar en abono. Y el otro 30% son residuos que pueden ser potencialmente recuperables, si no se mezcla todo junto".
Para la profesional, resulta fundamental un aspecto: "Nosotros tenemos que pensar que acá en Azul hay parte de nuestra sociedad que vive de eso. No tienen hoy un lugar dónde acopiar y esa es una de las cosas por las que están luchando, porque es algo que necesitan tener".
Es que, precisamente, al no existir en Azul "una planta de separación de residuos, un paliativo podrían ser los puntos limpios. Por lo que tengo entendido, la empresa Malvinas se comprometió a hacerlo. No es que Malvinas funcione mal, el tema es qué se puede cambiar para que se agreguen cuestiones que tienen que ver con el Plan GIRSU".
Residuos peligrosos
"Para este plan -subrayó Lorena Rodríguez-, es fundamental el control de la disposición final. Y no es poco. Porque algunos residuos que nosotros generamos en nuestra vida diaria son peligrosos y no hay control. Estamos tirando a la basura un montón de residuos que son potencialmente peligrosos, como latas de pinturas, remanentes de medicamentos o residuos patogénicos (gasas, pañales, etc.), que sí están controlados en los centros de salud, pero no en nuestras casas".
Ante una consulta de este diario, Rodríguez aseveró que "la disposición final que tenemos está controlada. Al menos, eso tenemos. Lo que ocurre es que están recibiendo unos volúmenes que terminan sobrepasando la capacidad. Si seguimos así, la vida útil de esa celda -que ahora está en funcionamiento- tengo entendido que es de cuatro años y nos queda uno".
La docente apuntó que "ya están pensando en construir una nueva celda y todo eso representa un gasto para nuestra comunidad. Si trabajáramos para recuperar, que es lo que deberíamos hacer y sería lo más inteligente en cualquier sociedad, reduciríamos mucho el volumen que va al destino final. Es decir, por donde se lo mire a este tema, es ganar".
Además, adoptando ese criterio, "se alargaría la vida útil del relleno. Solamente iría allí lo que no podemos dejar de tirar, lo que efectivamente llamamos "basura". El compostaje que puede obtenerse, si es controlado, es un abono natural; se puede utilizar para mejorar la calidad del suelo, para enmienda (nivelar suelos o rellenar pozos), como fertilizante de plantas en huertas. Eso, siempre que esté controlada su calidad para ese uso. Porque si está bien hecho -hablo a escala municipal-, se transforma en abono y además se logra disminuir el volumen de los orgánicos a un 30%".
Sumar conciencia
A partir de que existen los recuperadores, Rodríguez aseguró durante la entrevista con EL TIEMPO que, "cuando yo hablo con mis alumnos de que lo que tiran en lugar de ir a parar al relleno sanitario, le estás dando trabajo a una persona, esa persona está ganando dinero y con eso subsiste su familia, se 'les da vuelta la cabeza'. Esa es la toma de conciencia: además de que no estoy tirando basura, estoy ayudando a alguien".
Por ese motivo es que "decimos que hay muchos materiales que no son basura sino recursos" y, en consonancia con todo lo expresado, es que finalmente Lorena Rodríguez puntualizó que "por eso necesitamos una política pública ambiental estatal, para que nos acompañe" a partir del logro de la ordenanza GIRSU.
Comentá la nota