La disputa entre Los Borrachos del Tablón y el grupo disidente crece día a día y pone en jaque a la dirigencia del clubUn grupo de la facción oficial amenazó a familiares de un cabecilla disidente y ayer llegó la respuesta con pintadas en el Monumental.
Inquietante, el rumor se propagó durante toda la mañana de ayer: labarra disidente de River se había autoconvocado en el Monumental a las 17.30 con la idea de enfrentarse con la cúpula de Los Borrachos del Tablón y quedarse con el control de la tribuna y sus consecuentes negocios. Pero el dato llegó a oídos de la dirigencia de River y de la Policía y entonces los barras decidieron dar marcha atrás con esa idea demencial: a esa hora, el club está lleno de socios que practican deportes y hay muchos niños y mujeres. Pero, lejos de tratarse de una tregua, la decisión de la barra disidente tiene más bien el carácter de una postergación: hasta la Policía sabe que están dispuestos a ir por todo. La interna de la barra de River es una bomba a punto de explotar justo cuando el club empieza a asomar la cabeza después de los peores ocho años de su historia.
El martes, uno de los principales dirigentes de River le dijo a Clarín: “No queremos tener otro caso Acro. Sería lo peor que nos podría pasar ”. Hay conciencia de que se trata de una situacióncompleja, un problema severo que puede llegar a costar vidas y además enormes perjuicios al club y a la actual dirigencia, cuyo primer año de gestión es poco menos que inmejorable a nivel deportivo. Sin embargo, la interna de la barra es una amenaza para River en general y para la dirigencia que comanda Rodolfo D’Onofrio en particular. La gestión de José María Aguilar, por caso, quedó marcada a fuego -entre otras cosas- por el asesinato de Gonzalo Acro, en 2007, por una interna de la barra .
La actual disputa por el control de la popular, en realidad, comenzó durante el mandato de Daniel Passarella. Por entonces, la que pugnaba por desbancar a Los Borrachos del Tablón era La Banda del Oeste , un grupo que con el paso del tiempo comenzó a aglutinar barras de distintos lugares del conurbano bonaerense y de la Capital Federal, en su mayoría desplazados de la barra oficial . Dos de los últimos que fueron corridos de Los Borrachos del Tablón son Ariel El Pato Calvici y Alejandro El Zapatero Flores. Desde que ambos fueron desplazados de la hinchada, a fines del torneo pasado, la interna se potenció. Y antes del partido ante Central, por la segunda fecha del actual torneo, la barradisidente le robó a Los Borrachos dos telones gigantes y otros estandartes de una casa de la zona Norte del Gran Buenos Aires. Cuando ocurrió ese episodio, la barra oficial se aprestaba a ingresar al Monumental. Conocedores de todos los movimientos y de la logística de la barra , El Pato y El Zapatero fueron acusados por lo bajo por la barra oficial de ser cuanto menos los autores ideológicos del robo.
El último domingo, la barra disidente aglutinó gente como nunca antes y alrededor de 500 barras de ese grupo fueron al clásico ante Independiente, en el Monumental. Como muchos de ellos no tenían entradas e intentaron entrar por la fuerza, chocaron de manera violenta con la Policía sobre la avenida Figueroa Alcorta y terminaron ingresando. Ya adentro de la cancha, se cruzaron cantos amenazantes de manera permanente con Los Borrachos . El resto de los hinchas repudió a los barras con silbidos y al grito de “Soy de River, soy de River”.
Y ayer se supo que el jueves a la noche un grupo de integrantes de labarra oficial fueron armados a la casa de Ariel El Pato Calvici con el objetivo de amedrentarlo. No lo encontraron, pero amenazaron a su mujer y a su hijo. Como respuesta a ese episodio, ayer aparecieron pintadas agresivas en el paredón del Monumental que da a Figueroa Alcorta, al lado del Museo del club. Le apuntaban a Martín Araujo, conocido como Martín de Ramos , y a Guillermo Caverna Godoy, los jefes de Los Borrachos . “Maldad por maldad” y “La familia no se toca”, decían dos de las pintadas. Ya al mediodía, esos grafitis habían sido tapados con pintura de color rojo por orden de la dirigencia.
El clima está enrarecido en el Monumental. Y ayer también trascendió que la semana pasada, el día de la presentación de la nueva camiseta del equipo, un allegado a uno de los principales dirigentes del club sufrió la rajadura de una de las gomas de su auto en el estacionamiento techado del club. Desde la dirigencia prefieren no hablar del tema.
El próximo partido de local que jugará River será nada menos que el Superclásico del 5 de octubre ante Boca. Según allegados a la barra oficial , la última edición del clásico en Núñez generó un movimiento de dinero -entre estacionamientos y venta de merchandising trucho, especialmente- cercano a los 300.000 pesos. Y la barra disidente pretende que ese día sus cabecillas estén parados sobre los paravalanchas no ya de la Centenario Alta, que podría ser clausurada por el Comité de Seguridad, sino de la Sívori, el mayor símbolo de poder en las tribunas del Monumental.
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