Funcionarios del gobierno bonaerense y referentes de los gremios docentes destacaban públicamente que ambos sectores llegaban a la reunión paritaria con una actitud distinta a la mostrada a lo largo de 2018. Por lo bajo, presagiaban que se podía llegar a un acuerdo.
Por: Mariano Suárez.
Y si bien no se cerró todo indica que hubo fuertes avances para tener un 2019 sin conflictos en materia educativa. Desde el entorno de María Eugenia Vidal todavía celebraban cuando les llegaron los titulares desde Mar del Plata: el Concejo Deliberante declaró la emergencia en infraestructura edilicia.
El enojo se transformó en ira cuando leyeron que la ordenanza tratada sobre tablas se aprobó con los votos de la Unión Cívica Radical, con Vilma Baragiola a la cabeza. “En el gobierno provincial están en llamas”, resumió un operador de Cambiemos.
Por si fueran pocos los argumentos de falta de sentido de oportunidad y política, todo se agravó porque la gobernadora llega este jueves a Mar del Plata para encabezar el retiro espiritual junto a sus funcionarios en Chapadmalal.
La sesión especial para debatir la situación de las escuelas de Mar del Plata surgió como una iniciativa de la Comisión de Educación que preside el radical Mario Rodríguez. Aquella convocatoria tuvo la firma de Baragiola. Ese fue su primer error, aunque hasta ese entonces casi inofensivo.
Unas horas antes de la sesión, en la reunión de la Comisión de Educación la concejal Verónica Lagos pidió que se desarchivara un proyecto que estaba durmiendo en la comisión que proponía declarar la emergencia educativa en materia de infraestructura en el distrito de General Pueyrredon y que en apenas horas iba a morir por falta de tratamiento. Mario Rodríguez aceptó.
Poco después del mediodía del miércoles la sesión empezó como un mero encuentro de catarsis. Todos los actores que habían asistido a participar del encuentro hicieron uso de la palabra: la directora de una escuela provincial en Cerrito Sur que no tiene puertas ni ventanas, una jubilada que hace un año no puede ir a la Pileta Cubierta, representantes de un Centro de Formación Profesional que fue cerrado por el gobierno bonaerense, la consejera de UC Eva Fernández y los representantes gremiales Gustavo Santos Ibáñez y Alejandra Ayek.
Mayormente, la sesión impulsada por el radicalismo y avalada por Baragiola lanzaba dardos venenosos contra la gestión del gobierno provincial.
En medio del debate caliente, la oposición reclamó que se incorporara sobre tablas el expediente para declarar la emergencia educativa en General Pueyrredon. Fue la primera señal de alarma para Baragiola, que advirtió que la jugada podría traerle un fuerte costo político.
“Este tipo de sesiones no permiten que se incorporen expedientes. Lo correcto es que ese expediente se analice en la comisión”, dijo Baragiola. La oposición, con pocas ganas de seguir esa línea, rechazó ese argumento. El oficialismo no encontró ningún artículo del reglamento interno que lo prohibiese y se votó a favor de incorporar ese expediente a la sesión
A partir de allí, el ánimo comenzó a caldearse. Baragiola comenzó a acusar a la oposición de querer montar un show político y buscar titulares en la educación. “A ustedes no les interesa la educación, quieren hacer una picardía”, bramó la jefa del bloque radical.
Las discusiones entre los ediles se endurecieron: gritos, acusaciones cruzadas, gestos ampulosos. La sesión especial tuvo de todo. Y el punto máximo fue cuando se decidió votar la declaración de emergencia de manera nominal. Guillermo Arroyo escuchó su nombre y respondió: “Negativo”. Luego escuchó cuando el secretario del Concejo Juan Tonto nombró a Vilma Baragiola. “Positivo”, dijo la edil. El jefe de la bancada arroyista que se sienta por delante de la radical se dio vuelta en el acto sin entender lo que escuchó. Los votos a favor de los otros dos radicales presentes Mario Rodríguez y Natalia Vezzi permitieron reunir los dos tercios necesarios para que se declare en General Pueyrredon la emergencia edilicia.
Los titulares rápidamente viajaron hasta La Plata. La bronca crecía a medida que cada uno de los funcionarios se enteraba de los detalles de la sesión. “Habló toda la sesión en contra y después terminó votando a favor”, le dijo a 0223 un alto funcionario provincial, sin entender cuál fue la motivación de Baragiola.
Desde lo político es difícil de comprender: votó una ordenanza impulsada por la oposición, en contra del gobierno de María Eugenia Vidal. “Es inexplicable”, insistió otro operador bonaerense.
Baragiola lanzó en las últimas horas las primeras imágenes de cara a su candidatura a intendenta para este año. “La candidata de la gente”, dicen los afiches que circularon por las redes. Es ese su principal activo político: la exsecretaria de Desarrollo Social tiene un alto nivel de conocimiento en Mar del Plata, algo que el resto de sus rivales dentro de Cambiemos (a excepción del intendente Arroyo) no pueden exhibir.
Entre sus puntos negativos figura que Vidal no la tiene entre sus predilectas. La gobernadora le dio un fuerte espaldarazo al diputado nacional Guillermo Montenegro y en las últimas semanas también se sacó fotos junto al jefe de la bancada de Cambiemos en la Legislatura provincial, Maxi Abad. “Si Vidal la quería poco, imaginate ahora”, graficó una fuente bonaerense.
La gobernadora arribará este jueves a Mar del Plata para encabezar una reunión de gabinete. A lo largo de todo el día seguirán los ecos de esta declaración que avivarán las llamas de un espacio que arde.
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