Llegan a Catamarca, Tucumán y Santiago al considerarlas más débiles en materia de seguridad. Inteligencia desde las cárceles.
Luego de la detención de catorce personas en Tucumán, quienes integrarían tres organizaciones de ladrones foráneos, Dante Bustamante, líder de la fuerza de seguridad de la vecina provincia, aseguró que eligen actuar en esta región porque la ven más débil en materia de seguridad, aunque con las detenciones logradas dan por tierra sus suposiciones.
De acuerdo a un conteo realizado por El Esquiú.com, desde el pasado mes de julio a esta fecha fueron varios -al menos diez- los aprehendidos en Catamarca por episodios delictivos o afines, siendo en su mayoría personas oriundas de las provincias de Tucumán y Córdoba. A esta cifra hay que sumarle la muerte de Ramón Jorge Bazán, quien cayó abatido por balas policiales al intentar atracar una joyería ubicada en la calle principal de la ciudad. Si bien Bazán es catamarqueño, se encontraba radicado en Córdoba desde hacía muchos años.
Julio César Gutiérrez, jefe de la policía catamarqueña, fue consultado por El Esquiú.com y respaldó los dichos de su par: “Efectivamente, la inteligencia por lo general está encargada a delincuentes locales y los golpes los dan los foráneos; esto no pasa sólo en Catamarca, sino que es un problema en Santiago del Estero y Tucumán, por ejemplo, donde se estudia el movimiento de las víctimas y luego llegan de afuera a meter dos o tres golpes de los bravos y se vuelven”. El comisario mayor señaló que para controlar estas cuestiones lo mejor es mantener una comunicación fluida entre las provincias: “Cuando asumimos dijimos que se iba a regionalizar la información y eso se hace: estamos en contacto permanente y cruzando información, sobre todo con el director de Investigaciones en Tucumán, quien vino un par de veces a conversar estas cuestiones con nosotros. En base a este trabajo se lograron esclarecer un par de hechos importantes”.
Este modus operandi no es nuevo, pero en base a la facilidad de las comunicaciones de hoy en día se ve nuevamente reflotado. Los miembros de las bandas se van trasladando de jurisdicción en jurisdicción a los fines de evitar ser encontrados.
Desde la cárcel
Si bien se lograron muchas aprehensiones en los últimos tiempos, estas organizaciones son difíciles de controlar y desbaratar. Aunque parezca difícil de creer, muchos de estos movimientos delictivos son pergeñados desde las propias cárceles regionales. “Dentro de los penitenciarios, nuestros y de ellos, existen individuos considerados ‘pesados’, que manejan cierta logística para cometer los ilícitos”, cuenta Gutiérrez. “En el primer asalto a Brillans Joyas, se determinó que dentro de la cárcel de Miraflores se instrumentó todo”. En un allanamiento a la celda de un recluso, se secuestraron croquis ilustrativos del domicilio del propietario del negocio. “Siguen manejando el negocio desde dentro de la unidad carcelaria, a través de visitas y concubinas”, concluyó el jefe de policía.
Antecedentes
Desde mitad de año hasta esta fecha, existen varios episodios con foráneos:
** El pasado 26 de julio, tres tucumanos fueron arrestados en el puesto caminero portando armas de fuego de alto calibre. Presuntamente venían a dar un golpe al tesoro de un banco que mudaba su sede a dos cuadras.
** El 12 de diciembre, un delincuente radicado en Córdoba fue abatido y otro capturado luego del frustrado asalto a Brillans Joyas, en pleno centro capitalino.
** 18 de enero: cuatro tucumanos demorados mientras recorrían la zona bancaria en auto, tomando fotografías.
** El 19 de febrero, otro tucumano fue arrestado. Se sospechaba que recorría un barrio marcando domicilios. Circulaba en un auto robado.
** Yendo más atrás en el tiempo, se puede mencionar a los asaltantes de las familias Rolón-Mogetta, con condena para cordobeses. También en los asaltos al Obispado y el Correo Argentino se sospecha de la participación de foráneos.
Comentá la nota