A pesar del recorte de tasas del Banco Central, las entidades financieras no dan marcha atrás con la suba que aplicaron a los créditos, especialmente aquellos vinculados al consumo.
Aunque el BCRA bajó de 38% a 33% en dos semanas el rendimiento que paga por sus letras internas (Lebac), los bancos mantienen el incremento de entre 300 y 700 puntos básicos que aplicaron en los intereses de los préstamos al consumo una vez que la nueva administración del organismo monetario eliminó los topes a las tasas de los créditos que había sido impuesto por el anterior Gobierno en junio de 2014.
Así, el costo financiero total de las líneas de personales continúa en niveles en torno al 47% nominal anual; el financiamiento con tarjeta de crédito ronda el 48%; y el de los prendarios sigue alrededor del 32 por ciento.
A estos niveles, en el sistema financiero esperan que los créditos en pesos al sector privado, que venían creciendo a un ritmo del 5,3% mensual, sufran una notoria desaceleración. Por lo pronto, desde varias entidades ya acusan una menor demanda.
Mientras se espera que los bancos reflejen el recorte de tasas que llevó adelante el BCRA en sus últimas dos subastas de letras, la entidad que preside Federico Sturzenegger ya comenzó a implementar medidas para evitar que este incremento en el costo del fondeo afecte al mercado productivo.
En su última reunión de 2015, el Directorio del Central aprobó ayer la continuidad de la línea de créditos a la inversión productiva a tasas subsidiadas
La rebaja de tasas que realizó el BCRA en sus últimas dos subastas tomó desprevenido a un sistema financiero que esperaba tasas por encima del 40% en los primeros meses del nuevo Gobierno. Prácticamente nadie preveía que el dólar, a tan poco de su liberación, le iba a dar tanto margen al Central para permitirse semejante ajuste en su política monetaria.
En su primera subasta de Lebac, dos días antes del fin de las restricciones a la compra de divisas extranjeras, el BCRA había convalidó una tasa de 38% a 35 días, con el fin de desalentar que los pesos se trasladaran al dólar. Sin embargo, la escaza demanda de dólares que hubo en la plaza cambiaria en los días posteriores le permitió a la autoridad monetaria llevar los rendimientos al 36% una semana más tarde y al 33% el martes último.
Con un mercado cambiario que por ahora no da problemas, Sturzenegger ya manifestó que su principal objetivo está puesto hoy en la inflación que, según destacó el martes a través de un comunicado, todavía se ubica en rangos muy superiores a los que el BCRA considera “razonables”.
Para ello, profundizará su política contractiva. Por lo pronto, el lunes amplió las posibilidades de colocación de sus letras y notas, al eliminar la prohibición de compra de estos instrumentos que regía para inversores extranjeros y permitir a los particulares participar del tramo competitivo de las subastas.
Plazos fijos permanecen quietos en el 30%
Los bancos frenaron el alza de rendimientos que habían aplicado a los plazos fijos inmediatamente después de que el Banco Central decidiera subir las tasas de referencia al 38% en su primera subasta de letras internas.
Pese a que antes de la liberación del cepo en el mercado financiero auguraban que la tasa para las colocaciones a plazo encontraría un valor de equilibrio en torno al 35%, el interés que pagan las entidades financieras por captar el dinero de sus clientes se mantiene en un promedio del 30% nominal anual a 30 días para pequeños y medianos ahorristas.
Y en los bancos no esperan aumentos en el corto plazo, menos aún con la rebaja de rendimientos que llevó adelante el Central en sus últimas dos licitaciones.
Según revelaron desde distintas entidades financieras, los clientes interesados en invertir grandes montos en plazos fijos pueden llegar a obtener hoy tasas preferenciales de hasta el 32 por ciento.
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