Sobre el particular, el coordinador ejecutivo de la Unidad Provincial Coordinadora del AGUA (UPCA), Horacio Zambon, indicó que marzo que es el mes que marca la fase final de la época de crecida en la cuenca hidrológica del rio Pilcomayo “nos encuentra con caudales relativamente bajos”, aludiendo a que la distribución en la zona de repartición de las aguas esta en un promedio del 60% ingresando a territorio paraguayo y un 40% al formoseño.

“Los volúmenes de agua ingresados en el mes de febrero, que consideramos clave, hizo que el día 8 de marzo las riadas llegaron a la ruta 28, pudiendo almacenarse a través de las obras hidráulicas allí ejecutadas. Esta serie de compuertas y vertederos permiten hacer un manejo de las aguas, pudiéndose distribuirse por ejemplo aguas abajo al riacho Salado y por lo que ya sabemos ingresando a El Porteño, mientras que por la otra franja desde El Salado a El Pavao y Tatú Pire”, explicó.

Recordó que las importantes riadas de febrero hicieron que durante dos semanas se produjeran desbordes que incidió en algunas comunidades dispersas de puesteros del oeste.

Tras ello refirió que “es asimismo muy relevante resulta el hecho de que las aguas pudieran ser derivadas hacia el sur, también mediante obras de compuertas y canales alimentando a comunidades como Cacique Coquero (a través del canal lateral), y también a El Salado y Montelindo Grande (canal diagonal), a la altura de la jurisdicción de la localidad de Pozo del Tigre, mientras que más abajo ya hablamos de Estanislao del Campo e Ibarreta”.

Expuso que estas localidades son donde más se hizo sentir un frente de tormenta con lluvias de gran magnitud días atrás, como los casi 300 milímetros en menos de 24 horas en Campo, comunidad que justamente padeciera hasta entonces casi dos años sin recibir lluvias de relevancia. “Esto hizo que cargara de agua de manera satisfactoria, incluso hasta en exceso, depresiones y reservorios, lo que se suman a los que vienen escurriendo desde la obra hidrovial a partir del bañado La Estrella”, destaco Zambon.

Significó que haber ejecutando obras en la zona del bañado en el tiempo de escases de agua contribuyo a que se puedan estar canalizando las riadas.

En esta línea es que expuso acerca de la importancia que reviste el proyecto de La Salada, que es una de las obras hídricas proyectadas muy importantes y cuya carpeta técnica se encuentra siendo analizada a fin de acceder al financiamiento. “Este proyecto aguas debajo de la ruta 26 vendrá a ser un complemento del espejo de agua de la ruta 28, y su concreción permitirá tener un desarrollo muy activo entre lo que son los círculos productivos y el manejo de los recursos hídricos, todo apuntando a consolidar esta Formosa productora de alimentos”, sostuvo.

Expuso finalmente que el bañado La Estrella “tras un periodo de inactividad ahora exhibe todo su esplendor y majestuosidad, recuperando su riquísima avifauna y reptiles a la vista de todos, a partir del traspaso de las aguas sobre el vertedero que dan una imagen muy atractiva. Es que esto se da a partir de la recarga del humedal que es uno de los más importantes del país, por lo que visitar el lugar es muy recomendable”.