El gobierno de la isla permitirá el regreso temporal de los emigrantes que salieron ilegalmente a partir de 1994, principalmente con destino a los EE UU. No están incluidos los que salieron a través de la base de Guantánamo.
El gobierno cubano anunció ayer una nueva medida migratoria que permitirá el regreso temporal de emigrantes que salieron ilegalmente de la isla a partir de 1994, tras la llamada "crisis de los balseros" con Estados Unidos.
El secretario del Consejo de Estado del gobierno de Raúl Castro, Homero Acosta, anunció que los beneficiados podrán visitar la isla transcurrido un plazo de ocho años tras su salida. La medida es parte de la reforma anunciada la semana pasada y beneficia a los emigrantes que salieron después del acuerdo migratorio firmado con Estados Unidos en 1994.
De igual modo, podrán volver a Cuba deportistas o médicos que abandonaron misiones cubanas en el exterior tras 1990, una vez trascurrido el mismo plazo de ocho años. Los cubanos que huyeron a través de la base naval de Guantánamo quedaron exceptuados de la medida.
Otra nueva decisión permitirá el regreso a Cuba sin cumplir la moratoria de los ocho años a las personas que emigraron siendo menores de 16 años, así como a emigrados que quieran volver "por razones humanitarias". En relación a este punto, Acosta sostuvo que "se trata de personas que no tenían la voluntad de emigrar ilegalmente". En el segundo grupo, vinculado a cuestiones humanitarias, estarán por ejemplo aquellos que quieran volver para hacerse cargo de familiares desvalidos.
El 16 de octubre pasado, el gobierno de Raúl Castro anunció una reforma migratoria que flexibiliza los viajes al extranjero para sus ciudadanos a partir del 14 de enero de 2013, y que deroga la Ley de Migración de 1976. La medida, una de las esperadas por la población de la isla, elimina el permiso especial de salida que necesitan los cubanos para viajar al extranjero, así como la carta de invitación del país de destino que se les pide hasta ahora.
Entre julio y agosto de 1994 se produjo un masivo éxodo de cubanos que intentaban llegar en balsa a las costas de Estados Unidos, después de que el gobierno La Habana permitiera temporalmente la salida de sus ciudadanos. Se estima que más de 30 mil "balseros" intentaron llegar de forma ilegal al vecino país del norte.
Los gobiernos de Fidel Castro y Bill Clinton zanjaron la crisis con la firma de acuerdos para regular el flujo migratorio en agosto de 1994. La Habana se comprometió a controlar la salida masiva de sus ciudadanos y Washington a expedir visados para la inmigración legal.
En el año 2011, según datos oficiales, viajaron a Cuba más de 400 mil cubanos residentes en el exterior, de los cuales 300 mil residían en Estados Unidos. «
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