La militancia de los curas villeros en las barriadas populares bonaerenses fue clave. Larroque, el nexo. Voces episcopales desde Roma y una homilía dominical.
Por Guillermo Villarreal
Quizá Javier Milei no cuantificó el daño que podía hacerle a su campaña electoral para entrar en el ballotage el hecho de ser una de las pocas figuras políticas que criticó abiertamente al papa Francisco. Menos, incluso, habrá imaginado que un grupo de curas villeros iba a militar en su contra y a favor de Sergio Massa en las barriadas populares bonaerenses camino a los comicios del 22 de octubre pasado.
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La misa de desagravio oficiada a raíz de “los ataques de odio, ultrajes, insultos indignos y denigrantes” del candidato libertario contra el pontífice fue el punto de inflexión. Desde el 5 de septiembre, los sacerdotes que viven y trabajan pastoralmente en las villas dejaron la prédica prudente y salieron a denostar al candidato de La Libertad Avanza.
En esa misa, celebrada en la villa 21-24, en el barrio porteño de Barracas, presidida por el obispo auxiliar porteño Gustavo Carrara y concelebrada por los sacerdotes Pepe Di Paola y Toto de Vedia, había varios funcionarios del oficialismo que coincidieron en la necesidad de capitalizar esa “rabia religiosa” contra Milei en beneficio de Massa y también del gobernador bonaerense Axel Kicillof.
La foto y el nexo bonaerense
El equipo de campaña de Massa primereó y organizó una mateada con los curas villeros en la escuela aledaña a la parroquia porteña donde se celebró la misa. La foto de la charla distendida y cordial tuvo un fuerte impacto mediático y obligó a los clérigos a encontrarse también con Patricia Bullrich.
Otro actor clave de esta alianza político-religiosa de coyuntura electoral fue Andrés Larroque, ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense. El Cuervo tiene una relación aceitada con los sacerdotes de las periferias urbanas. Se remonta a sus años como diputado, cuando impulsó la ley que instituyó el 7 de octubre como el Día de los Valores Villeros. La fecha es en homenaje al natalicio del sacerdote Carlos Mugica, considerado el primer cura villero y asesinado por la Triple A en 1974.
Voces tenues desde Roma
Como contó Letra P, las máximas autoridades episcopales no participaron del acto eleccionario porque estaban en Roma asistiendo a la asamblea con aires de reforma convocada por Jorge Bergoglio. No obstante, en la previa, se escucharon desde el Vaticano referencias al clima electoral, entremezcladas con sensaciones de lo vivido en esa instancia del proceso de renovación de la Iglesia que alienta su compatriota.
“Es triste comprobar que -en tiempos de tantos conflictos y a las puertas de un acto eleccionario y democrático- contando providencialmente con un hombre nacido en nuestra Patria como Sucesor de Pedro, existan y se permitan con ligereza expresiones tan altisonantes referidas a su mensaje de paz y justicia”, escribió el arzobispo Carlos Azpiroz Costa en una carta a la comunidad católica bahiense que pastorea.
“Su mensaje no es otro que el del Evangelio que la Iglesia desea predicar en palabras y obras”, recordó el prelado del sur bonaerense en lo que se interpretó como una respuesta elíptica a Milei, quien ha acusado al papa de ser un “jesuita que promueve el comunismo”.
Otro que envió un mensaje desde Roma a su comunidad fue el obispo Dante Braida, de La Rioja, quien expresaba su deseo de que la ciudadanía tomara “la mejor decisión” y alentaba a acudir a las urnas para “honrar la democracia en estos 40 años de su restablecimiento y buscar juntos que se siga desarrollando y perfeccionando para el bien de todos, especialmente de los más desfavorecidos de nuestra sociedad”.
La homilía del domingo electoral
En ambientes eclesiásticos, el resultado no fue lo único que llamó la atención en un domingo electoral. También el tono político de la homilía, aunque sin referencias a quienes se candidateaban, que predicó el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, en la misa que se emite habitualmente por la TV Pública y el Canal Orbe 21.
“En este tiempo también de campaña electoral hemos escuchado un montón de promesas, algunas nos han endulzado el oído. Cuidado, porque cuando la limosna es grande, dice el dicho, hasta el santo desconfía”, advertía, recordando que el papa exhortaba recientemente a no dejarse seducir por el personaje de El Flautista de Hamelin, que -agregó- "nos termina llevando a todos al precipicio".
“No podemos hablar de candidatos y de sus posibles hipocresías”, se atajaba e invitaba a la feligresía católica a preguntarse “por qué votamos lo que votamos, hasta dónde tenemos en cuenta el Evangelio a la hora de votar”.
García Cuerva presagiaba también lo que ocurrió después de conocerse el resultado de los comicios: "Hemos visto en esta campaña electoral esto de juntarse con tal de tener el poder"; y terminaba su reflexión dominical con otra frase que ya había dicho antes de la veda electoral: “No dejemos el Evangelio en la puerta del cuarto oscuro”.
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