En el justicialismo hay convicción de que la llave del desdoblamiento la tiene el peronismo.
Una controversia sobre la cuestión esmerilaría aún más la imagen de Colombi en la escena nacional y se da por descartado que sea en el ámbito del Superior Tribunal o de la Corte donde se haría caer la fecha, como ya ocurrió en el 97 durante el gobierno del PaNu. Aun así, no hay decisión tomada en función de que se cree que electoralmente sería otro error del Gobierno que resentiría el potencial electoral, dejando solo al candidato a la Gobernación para la pelea de fondo. En este contexto, la preocupación dentro del justicialismo es relativa y se prefiere esperar a que el Gobierno resuelva para luego tener la última palabra que no descartaría una acción combinada en ambos frentes.
Ricardo Colombi hizo dos jugadas fuertes en las últimas semanas. Por un lado, el dar el brazo a torcer en la pulseada con Ríos, tratando de mostrar acuerdos que nada indican que puedan existir, con el fin de crear preocupación puertas adentro del PJ.La segunda, el posible adelantamiento de las elecciones, algo que el senador Noel Breard asemejó a algo así como una venganza de Colombi por la caída del intento reformista.En los hechos y hasta ahora, esas señales vienen causando daño en la propia estructura oficialista, en la que ya no se disimula el desconcierto por decisiones unilaterales de un Colombi que ha sumado varios traspiés en los últimos meses como para seguir teniendo un cheque en blanco para el diseño de la estrategia.Una de las fortalezas de Encuentro por Corrientes fue precisamente el haber suplido la debilidad del radicalismo como socio, con poco aporte electoral medido por separado, al lograr mediante el sistema vetusto de las colectoras y el sinnúmero de boletas en los cuartos oscuros sumar a la fórmula gubernativa utilizando para ello la distribución inteligente de bancas legislativas para convencer a los aliados, muchas veces con desagrado de los propios radicales que vieron disminuida su participación en el Parlamento.Ahora, en el peor momento para plantear una pelea cuerpo a cuerpo dejando al candidato solo para el último turno electoral, las dudas se acrecientan tanto más cuando antes, en las elecciones legislativas, quedará un tendal de enojados en función de que, por más que quiera Colombi, no puede hacer el milagro de los panes. Tiene nueve bancas expectables, siete en diputados y dos en senadores, y lo cierto es que tiene también nueve aliados que esperan el hueso, lo cual preocupa y mucho a la primera línea del radicalismo que ante la perspectiva de una derrota quiere asegurarse escaños legislativos en este turno electoral. Los aspirantes De hecho, "Perucho" Cassani, principal socio electoral del Gobierno de pique, tiene aseguradas dos bancas. Proyecto Corrientes, una tercera que, para Canteros, es Rufino Fernández y para Colombi, el "Cabezón" Bravo. El Partido Popular, una cuarta banca que todo indica será para el hijo del senador Pedro Braillard Poccard. El Partido Nuevo disidente llevaría una quinta banca para la que sería número puesto María Eugenia Mancini, en tanto que con el nuevismo la discusión no será fácil. Apunta a más de una banca, aunque condicionaría su apoyo a ciertas cuestiones judiciales irresueltas y a que "Checho" Flinta sea el hombre para la Gobernación. Lo más probable es que no haya más que una banca que sería la sexta.Luego, vienen negociaciones y están en lista de espera otras cuatro bancas con final abierto. Con ello, se sumarían diez espacios necesarios sobre nueve posibles, sin contar a los radicales que quedarían mirando la fiambrera.La disputa más trabajosa se planteará con el poder central, porque no pasará sólo por una banca. El macrismo aspira a la Vicegobernación, pero además quiere tener derecho a veto respecto al candidato a gobernador y apunta a que el proceso electoral no se le escape de las manos a Colombi, colocando al Gobierno nacional en una situación complicada, léase una conventillezca pelea por el desdoblamiento, si es que el peronismo resuelve complicar la discusión, aunque más no sea en términos de desgaste político del oficialismo provincial. Lo que llaman el PJ no kirchnerista, que no tiene una cara visible.El Partido Liberal, al que intentan seducir hasta ahora sin éxito, aunque con la premisa de que sea Nélida Maciel la candidata de ese espacio.El partido del diputado Marcelo Chaín. Las elecciones de Mayo En el supuesto que finalmente las elecciones se hagan en mayo, lo cual podría ser posible si el justicialismo en la evaluación del costo beneficio aprecia que mejore la competitividad para la elección a gobernador, se anticiparía un crack implosivo dentro de la alianza gobernante.Ricardo no sólo ha utilizado las bancas para armar la ecuación electoral de apoyo al candidato radical, sino que además ha ejercido en otras circunstancias el manejo de los tiempos y la política de los hechos consumados para resolver sobre la hora y sin cuidar las formas todas las cosas a lo Frank Sinatra, esto es, a su manera.Ahora, comienza a sentir el síndrome del café frío y el pato rengo, y en este marco, mostrar las cartas antes de tiempo definiendo situaciones anticipadamente terminarían por dejar al candidato a gobernador en situación compleja, sobre todo porque enfrente tiene a un contendiente bien plantado, que viene corriendo solo y que todo indica podría superar el 50 por ciento.Dejar al candidato oficialista sin el acompañamiento de los postulantes legislativos tendría su costo.La primera bancade senador Si finalmente se anticiparan las elecciones, todo indica que Colombi deberá resolver si irá él como candidato o irá Sergio Flinta, que es otra de las alternativas, atento a que el presidente de la UCR concluye su mandato. Si lo pone, significa que lo saca de la carrera mayor y si no lo pone, lo deja con una sola jugada, con el riesgo que ello implica en términos de incertidumbre, algo que en política es un dato no menor.No faltan quienes aseguran que tras el desdoblamiento está el propósito de Colombi de asegurarse una banca en la Provincia, justificando ello con su imagen que no necesariamente se traduce en intención de voto en estas circunstancias.En el medio, Gustavo Canteros, hoy todo un interrogante. Los que saben aseguran que el Vicegobernador no quiere volver a ser el número dos de ECO. También dicen que la posibilidad de encabezar la lista del Senado no le interesa dentro de la alianza gobernante. Esa alternativa se plantea en una oferta con identidad propia que le permita mostrar el caudal electoral propio en lo que sería una candidatura casi testimonial que le permitiría, en una operación en dos tiempos, pasar a ser el candidato obligado a la Gobernación de la alianza gobernante.Muchos interrogantes para una realidad compleja en la que Colombi no juega solo.
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