El balance cambiario sumó diez meses seguidos de déficit

El balance cambiario sumó diez meses seguidos de déficit

La cuenta corriente externa multiplicó su rojo en marzo, por el atraso cambiario y la expectativa de devaluación que signó al mes previo a la salida parcial del cepo y fin del crawling peg al 1%. Para abril el fin del blend y cierta mejora en la competitividad, por primera vez hay chances de recuperar el superávit

 

Por Mariano Cuparo Ortiz

Justo en la previa a los cambios en el esquema cambiario la balanza cambiaria cumplió diez meses en rojo, con el déficit mensual más alto en lo que va de este Gobierno. No ayudó la expectativa de devaluación que signó a ese mes, cuando el mercado ya había anticipado que se venían cambios en el crawling peg del 1% mensual. El rojo de la cuenta corriente fue de USD1.674 millones en marzo y el signo negativo no se hubiese revertido ni siquiera con la quita del dólar blend que llegó en abril. Por esa medida y la mejora leve en la competitividad que dejó la devaluación, sin embargo, este mes que está terminando podrá permitirle al Gobierno festejar por tener superávits gemelos por primera vez desde mayo del año pasado.

El BCRA publicó el balance cambiario de marzo, que mostró el tercer déficit de cuenta corriente externa del año y el décimo consecutivo, en una racha que comenzó en junio del año pasado, cuando, con el dólar blend sacándole el 20% de la oferta exportadora de divisas al mercado oficial para mantener a raya la brecha, sumado al efecto del atraso cambiario con un crawling peg del 1% mensual, el país empezó a gastar en la economía real más dólares que los que ingresaban.

El déficit de cuenta corriente fue de USD1.674 millones en marzo, el número más fuerte en lo que va de la gestión del presidente Javier Milei. No ayudó en ese sentido que se haya tratado de un mes álgido, en el que el Gobierno había dejado entrever el fin del crawling peg al 1%, lo que prometió mejores precios futuros para los exportadores y peores para los importadores. Así fue que el balance de bienes en base caja (el asiento contable, publicado por el Indec, había mostrado un leve superávit) dio negativo por nada menos que USD456 M. Para comprender la gravedad del dato, se supone que los bienes son los que tienen que generar las divisas para compensar la salida crónica de la balanza turística y los pagos de deuda.

En los diez meses, transcurridos entre junio del 2024 y marzo del 2025, que lleva en rojo la cuenta corriente cambiaria, se fueron por la vía de la economía real un total de USD11.655 millones. La clave fue el atraso cambiario. En los primeros tres meses del 2025 el Índice del Tipo de Cambio Real Multilateral (ITCRM) promedió apenas 80,4 puntos, un nivel similar a los 79,8 puntos que había el 10 de diciembre del 2023, cuando asumió Milei, tan bajo que llevó al Gobierno a hacer un overshooting del precio del dólar, que subió un 118% a los pocos días. Hoy, tras una suba de la divisa del 8,9% en las últimas dos semanas, y con un IPC relativamente tranquilo, el ITCRM subió a los 86,6 puntos. Una leve mejora para la competitividad que, habrá que ver, sumada con el 20% extra de liquidación de exportaciones que ingresará gracias al fin del dólar blend, si alcanza para devolver el equilibrio externo.

Desde LCG afirmaron que en eso se juega una clave del nuevo esquema: “El nivel de equilibrio de nuestra moneda no depende de si lo convalida el mercado (que sólo sería un equilibrio inestable) sino de si permite un saldo comercial externo que le dé robustez intertemporal a la macroeconomía (y eventualmente que ese saldo positivo no esté explicado únicamente por petróleo y gas). Por otro lado, reducir la inflación a valores por debajo del 1% mensual ciertamente sí es una prioridad, pero ese resultado no puede ser a costa de un desequilibrio externo duradero (la consecuencia de un dólar barato), porque así termina siendo efímero. Esto es algo que el FMI parece haber aprendido desde aquellos acuerdos del 2018”.

El balance cambiario del BCRA mostró en marzo una continuidad del déficit de la cuenta turismo, que generó salidas netas de USD698 millones durante ese mes, lo que llevó a la balanza de servicios a un rojo de USD799 M. El número empeora al tomar el primer trimestre del 2025 completo ya que la salida de divisas a través de la salida de viajeros al exterior llegó a los USD2.759 M.

Se trató de un primer trimestre solo comparable con lo ocurrido con el atraso del dólar del también electoral 2017 y su continuidad en 2018, justo antes de que se detonara la crisis cambiaria que signó a los últimos dos años de la gestión de Cambiemos. En 2017 el turismo sufrió un rojo de USD3.069 M en el primer trimestre y en 2018 uno ya de USD3.228 M, que presagiaba la debacle iniciada en abril de ese año.

El analista Daniel Schteingart señaló: "La principal explicación del profundo déficit de la balanza turística es la notable apreciación del tipo de cambio registrada en Argentina en los últimos meses. Los flujos turísticos son particularmente sensibles a qué tan cara en dólares está Argentina frente a otros países". 

El Indec mostró los números en términos de turistas: al exterior se fueron 1.225.700 viajeros. Un 54,8% más que en el primer trimestre del 2024.

 

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