Por Mariano Cuparo Ortiz

La recaudación tributaria se desplomó durante febrero. Los nuevos datos, que mostraron un importante deterioro en los recursos respecto a lo que había ingresado durante el enero de superávit fiscal, no ayudan al Gobierno a sostener el equilibrio y exigirán sostener el recorte del gasto pero tampoco representan un desafío infranqueable: la baja de la recaudación tributaria fue de 11,5% real interanual durante febrero pero el Gobierno ya mostró un recorte del 39% real interanual en el gasto primario durante enero y las proyecciones apuntan a números también elevados en febrero. Se trata de dos ritmos de caída que todavía presentan un gran diferencial, aunque para los analistas en general no será fácil sostener ese nivel de ajuste hacia adelante. A la recaudación de febrero la impactaron Ganancias y los ingresos que dependen de la actividad económica, en pleno escenario recesivo. El impuesto PAIS salvó las cuentas con una suba por única vez gracias al gravamen en la suscripción de Bopreal.

Durante febrero la señal desde los ingresos tributarios fue negativa: se recaudaron $7.249.313, lo que implicó una suba en términos nominales de 240,9%. Sin embargo, las proyecciones inflacionarias no son benévolas para febrero. Con un incremento del 16% proyectado para el mes según el grueso de las consultoras, la inflación interanual rondará el 285%. Es decir que la caída real fue de 11,5% (con una proyección propia de IPC de 15% en febrero, para Iaraf la baja fue de 11%). 

El impuesto a las Ganancias, tras la suba del mínimo no imponible de la cuarta categoría de fines del año pasado, volvió a complicar con fuerza las cuentas. La caída en febrero de ese ítem del ingreso tributario fue del 39,1% real. Los trascendidos indican que el Gobierno buscará revertir ese drenaje mensual de recursos con una vuelta atrás en la medida impulsada en plena campaña electoral por el entonces candidato a presidente Sergio Massa. 

El otro gran mazazo lo protagonizó el escenario recesivo, que generó un desplome también fuerte en el IVA DGI. Ese impuesto es un buen indicador del consumo de los hogares del mes previo, es decir de enero, y de la capacidad de pago al fisco por parte de las empresas durante febrero. La caída real interanual fue de 12,2% real, todavía por encima de la caída en el total de la recaudación. Además, el impuesto al cheque, otro usual indicador de los niveles de actividad, reflejó una baja real de 5,8%. Completaron el panorama los aportes personales y las contribuciones patronales, con sendas caídas de 27,7% y 20,7% real. La brutal caída del salario y un empleo que empezó a bajar lentamente, tal como mostraron los últimos datos del Ministerio de Trabajo, lo explican.

El que salvó los números fue el renovado impuesto PAIS, con una suba extraordinaria de 1.439,5% nominal. La suba de ese impuesto por parte de la gestión del presidente Javier Milei, sumada en particular a la aplicación sobre la subscripción del Bopreal fueron clave para explicar el fenómeno.