Para no caer en la pobreza, una familia de cuatro personas tuvo que reunir más de 1 millón de pesos para no caer bajo la línea de pobreza. Córdoba, un caso testigo crítico.
Por
Sebastián Premici
Una familia tipo integrada por cuatro personas necesitó reunir 1.024.435 pesos para no caer bajo la línea de pobreza, mientras que el umbral de la indigencia se ubicó en los 449.314 pesos. La variación de los precios de la canasta básica alimentaria (CBA) y total (CBT) fue más leve que la inflación de diciembre. De todas maneras, persiste la crisis de ingresos –sobre todo en los sectores más vulnerables de la población- como eje central de la política de pauperización social llevada adelante por la administración de Javier Milei.
La CBA y la CBT acumularon durante 2024 incrementos de 86,7% y 106,6%, respectivamente. El pico de incremento se percibió durante el primer trimestre del año pasado, como efecto directo de la mega devaluación del gobierno de Milei. Con esa disparada de los precios, también había aumentado la pobreza. La baja de la inflación podrá haber incidido en el dato estadístico de pobreza, pero continúan en el país situaciones estructurales de pauperización social.
La crisis de ingresos se vivencia tanto en las familias que poseen trabajo pero precarizado como por aquellos que subsisten a partir de las transferencias directas como la Asignación Universal por Hijo o la Tarjeta Alimentar. La actitud de la administración nacional en torno al salario mínimo vital y móvil – que es rector para la actualización de otras políticas sociales – resulta sintomático del clima de época.
En esta línea, más allá de la desaceleración inflacionaria, los estratos más bajos de la sociedad fueron los que menos ingresos recuperaron durante el año pasado. “Para el tercer trimestre del año pasado mostraba una reducción interanual superior al 10%. El ingreso de este estrato bajo ya había tenido una caída más fuerte que el resto en 2018-2019, de modo que acumula un retroceso del 36,9% en relación con el tercer trimestre de 2017, mientras que para el estrato alto la reducción es del 17,0%”, puede leerse en un reciente informe del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA – CTA).
En esta línea de análisis, el salario mínimo, vital y móvil tuvo una dirigida caída en su poder de compra desde el inicio del gobierno actual, del orden del 29,4% ante los aumentos de precios pero si se lo compara con noviembre de 2024, la caída de su poder de compra llegó al 55%.
De acuerdo al Departamento de Economía de la Universidad Nacional Torcuato Di Tella, durante el semestre julio – diciembre, la pobreza se ubicó en el 37% de la población que vive en hogares urbanos. “La Encuesta Permanente de Hogares es una encuesta representativa de una población urbana que en el semestre de referencia se estimó en 29.6 millones de personas, lo que implica que alrededor de 11 millones viven en hogares urbanos pobres”, puede leerse en un reciente informe de la UNTDT.
Para contener la propia pauperización social fogueada desde la administración central, el Gobierno actualizó de manera significativa la AUH, con un aumento anual real de 47,4% y una duplicación de poder adquisitivo si se la compara con noviembre de 2023. Hasta ahí, un paliativo.
“En sentido contrario, el monto de la “Tarjeta Alimentar”, que perciben quienes tienen la AUH, disminuyó su poder de compra en 13,1% entre noviembre de 2023 y diciembre de 2024 y alrededor de 15% en la comparación del valor promedio de ambos años. A su vez, la transformación del plan Potenciar Trabajo en dos nuevos planes –cuyos montos se desvincularon del valor del salario mínimo y no se han actualizado desde inicios de 2024– implicó una pérdida real de 65,6% para sus beneficiarios entre los mismos meses mencionados”, concluyeron desde CIFRA.
Otros excluidos
El Institutos de Estadísticas y Tendencias Sociales y Económicas de Córdoba realiza un exhaustivo análisis de la situación de los ingresos en dicha jurisdicción. En su último informe, dieron cuenta de un dato alarmante. Ante la consulta de si en su núcleo familiar pudieron acceder plenamente a la Canasta Básica Alimentaria, un 57,2% de los encuestados sostuvo que tuvo dificultades. ¿Aparece el hambre en las estadísticas oficiales?
Lo que parecía algo anecdótico no lo es. Cada vez hay más familias que deben saltearse una comida durante el día. ¿Alguna vez usted o algún integrante de su Hogar dejó de desayunar, almorzar, merendar o cenar?, preguntaron desde el Institutos de Estadísticas y Tendencias Sociales y Económicas de Córdoba? El 48,4% respondió que sí.
“En cuanto a los indicadores sociales en general, estos presentan muy leves mejorías pero continúan permaneciendo en niveles críticos, principalmente aquellos que reflejan la carencia de una alimentación suficiente y adecuada. Analizando el referido al endeudamiento familiar, las tarjetas de crédito retomaron el primer lugar en el ranking de financiación de alimentos, aunque este punto podría relacionado estrechamente con la habitualidad del mes de celebración de las tradicionales fiestas navideñas”, puede leerse en el informe citado.
El 87,9% de las familias tuvo que financiar alimentos, signo de toda una época.
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