Ante el fiscal, dieron detalles de la maniobra. Uno admitió haber hallado por casualidad la tarjeta con $ 45 mil millones y haber vendido crédito a otros tres puestos. Luego la rompió.
Tres quiosqueros involucrados en la estafa por 8 millones de pesos en perjuicio de Bahía Transporte Sapem (BTS), por medio de tarjetas alteradas, se presentaron ayer ante el fiscal Gustavo Zorzano, de Delitos Complejos, y revelaron cómo fue la maniobra.
Según explicaron desde la defensa de los comerciantes, la primera tarjeta fallada apareció de manera casual en 2013 en el local de Alsina 11, propiedad de Federico Reta.
“El plástico tenía una imagen del Parque de Mayo y parecía fallado, porque cada vez que intentaban ponerle carga la rechazaba, entonces supuso que ya venía cargada y probó transferirse crédito en su punto de venta”, dijo el informante a La Nueva.
A partir de entonces, el comerciante repitió la maniobra varias veces y al notar que ni BTS ni Eycon (encargada del software) le hacían controles decidió continuar usándola. “Era como tener un billete de lotería”, graficó el vocero.
La maniobra se extendió al menos hacia tres quioscos más, ubicados en la primera cuadra de Belgrano, Chiclana al 100 y San Martín al 200, propiedad de otros dos hombres, de los cuales no trascendió su identidad, pero que reconocieron haberle comprado crédito a Reta.
“Decidió venderles crédito y les dejaba un margen de ganancia de 10% en lugar del 1% que deja Sapem”, contó.
Otra fuentes relataron que esa práctica se repitió, incluso, hasta el sábado pasado.
“Cuando se enteró que habían detectado lo que hacía se asustó y rompió la tarjeta en varios pedazos y la fue tirando en diferentes lugares. Esa Bahía Urbana ya no existe”, aseguró el informante.
Resta conocer qué pasó con el otro plástico con saldo multimillonario, el cual hasta el momento no apareció, aunque habría estado en poder de otro comerciante. “Las declaraciones se hicieron sin ver la causa y reconocieron el delito: lloraron y están muy asustados por la situación", dijo.
El miércoles, el intendente Héctor Gay había explicado que existían 30 tarjetas cargadas con elevados montos de dinero, aunque 28 solo se utilizaron para ocasionales viajes en colectivo y fueron dadas de baja, mientras que el destino de las dos restantes fue utilizarlas para concretar la estafa.
Otros datos obtenidos por La Nueva. dan cuenta que de los 8 millones de pesos de la estafa, apenas poco más de 3 millones fueron vendidos a pasajeros del sistema de transporte, mientras que los 5 restantes estaban cargado en unos seis quioscos.
Ayer, el Concejo Deliberante esperaba novedades de la Justicia para decidir si convoca a una sesión extraordinaria.
“El intendente nos contó que el fiscal daría precisiones y estamos a la espera", dijo el edil Gustavo Mandara.
“La verdad, las explicaciones no nos cierran”
Durante la reunión con Gay, los concejales escucharon las explicaciones del presidente de Eycon S.A , Juan Curcio, sobre el funcionamiento del sistema que ofrece su empresa para la carga de crédito de transporte y parquímetros, pero no quedaron conformes.
“Las explicaciones no nos cierran. Dicen que las fallas por las cuales las tarjetas aparecieron cargadas con sumas millonarias estaban en las mismas y hablaron de los reconocimientos que tuvo el software en todo el mundo, pero lo cierto es que el error le costó al Estado municipal 8 millones de pesos”, explicó uno de los presentes.
En el Concejo, distintas fuerzas presentaron al menos 10 proyectos.
Integración Ciudadana pretende escuchar a los síndicos de BTS, que se remitan las actas de las reuniones de directorio y que el presidente del CD, Nicolás Vitalini, sea particular daminificado en la causa penal.
El FPV-27 de Octubre busca anular el reciente aumento del boleto, ya que la estafa podría haber incidido.
El FULyT quiere convocar a Curcio, al expresidente de BTS, Fabián Lliteras; al titular actual, Tomás Marisco y al gerente, Adrián Saschgorodsky.
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