En la pequeña localidad del suroeste bonaerense, el intendente Cordonnier se medirá por primera vez en una elección luego de haber asumido tras la renuncia de Zubiaurre. Por su parte, el peronismo tendrá tres candidatos y se ilusiona con superar al oficialismo en octubre. El kirchnerismo se quedó afuera de todo.
El escenario electoral en Ayacucho encuentra a un oficialismo que llevará al actual intendente Emilio Cordonnier como candidato y a un peronismo que tendrá tres nombres para resolver en una interna.
Para Cordonnier esta será su primera elección a pesar de estar ejerciendo como jefe comunal. Sucede que en a principios de 2017, el por entonces intendente a cargo, Pablo Zubiaurre, renunció y lo dejó a cargo.
De todas formas, el mandatario parece contar con todo el apoyo del radicalismo y de otros espacios que conforman el ahora Juntos por el Cambio.
La preocupación del gobierno pasa, en todo caso, por el efecto arrastre que podría darse ante un eventual triunfo de la oposición en lo nacional y provincial.
Por su parte, el peronismo en Ayacucho irá a unas PASO, pero con la sorpresiva ausencia del kirchnerismo. El Frente de Todos tendrá tres candidatos: uno por el PJ, otro por el Frente Grande de Mario Secco y el tercero por Unidad Popular. Sin embargo, las negociaciones a contrarreloj dejaron afuera a Unidad Ciudadana, que además perderá a su único concejal.
Por un lado, se encuentra Cristian Burgos, un concejal cercano al ex intendente local Darío David y el hombre que en un comienzo había sintetizado la unidad. Pero los tiempos cambiaron a partir de la aparición en la escena de Alberto Fernández y el llamado a la conformación de un frente más amplio.
Eso dio lugar a que más candidatos aparezcan: Paola Domínguez, otra edil con un trabajo social activo y finalmente, Juan Córdova, un médico y militante social que se coló en la intención de jugar en la interna en las últimas semanas.
La oposición apuesta a juntar todos los votos del peronismo y en octubre estar en condiciones de pelear la intendencia, pero desde Cambiemos todavía se aferran al 51% conseguido en las últimas elecciones legislativas de 2017.
Claro que, el escenario político es otro: el desgaste del gobierno de Mauricio Macri no solo complica a la buena imagen de la gobernadora María Eugenia Vidal, sino –y fundamentalmente- a muchos intendentes de su color en la provincia de Buenos Aires.
Ese es el principal dilema del oficialismo en Ayacucho, que en cierto punto se preocupa más con retener a sus votantes que con el posible crecimiento de la oposición.
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