CFK vs. Axel Kicillof en la Tercera: choque de coroneles en la madre de todas la batallas seccionales

CFK vs. Axel Kicillof en la Tercera: choque de coroneles en la madre de todas la batallas seccionales

Cinco millones de electores, 19 intendencias, 18 bancas en Diputados y 13 tanques para la contienda. Guerra de guerrillas en los concejos deliberantes.

Por Macarena Ramírez.

En la provincia de Buenos Aires, el plato fuerte de la disputa entre Cristina Fernández de Kirchner y Axel Kicillof estará en la Tercera sección. No sólo por el volumen electoral de la región, sino porque allí tienen sus fuertes los coroneles de ambas tribus.

La pelea por la lapicera que escribirá la lista seccional de Diputados será feroz, más después de lo que fue el último cierre de listas que dejó un tendal de heridos en la región. No solo eso, los municipios amenazan con convertirse en territorios de guerra de guerrillas.

La Tercera sección electoral, la más grande de las ocho en que está dividida la provincia de Buenos Aires, es peronista. En la última elección hubo 4.999.290 electores en condiciones de votar. Está conformada por 19 municipios, de los cuales el peronismo gobierna 17. Lobos y Magdalena, de poco volumen electoral, son los únicos dos en manos de la oposición. En 2023, Unión por la Patria sacó el 51 por ciento de los votos.

Pesos pesados de la Tercera sección

Kicillof tiene en la Tercera al grupo más duro de intendentes que lo respalda y forma parte de su mesa política: Jorge Ferraresi (Avellaneda), Mario Secco (Ensenada) y Fabián Cagliardi (Berisso). Otros pesos pesados se anotan en su tribu: Fernando Espinoza (La Matanza), Mariano Cascallares (Almirante Brown), Juan José Mussi (Berazategui) y Andrés Watson (Florencio Varela).

La Cámpora también tiene tanques en la región. Se anotan los ultras cristinistas Mayra Mendoza (Quilmes) y Julián Alvarez (Lanús) y Federico Otermin (Lomas de Zamora). Se suman a ese bando, aunque con menor volumen electoral, el intendente camporista de Brandsen, Fernando Raitelli, y la intendenta de Cañuelas, Marisa Fassi, que juega en las filas de CFK.

En términos numéricos, es una pelea colosal. La Matanza, alineada a Kicillof, tuvo en la última elección 1.180.085 electores habilitados para votar. Quilmes y Lomas de Zamora, ambos en la trinchera de Máximo Kirchner, tienen más de 500 mil electores cada uno.

Lapicera seccional

Como viene contando Letra P, la pelea inmediata que subyace a la marquesina CFK vs. Kicillof por la conducción del peronismo es la disputa por el armado de una lista de unidad. Por la Tercera, se pondrán en juego 18 bancas de la Cámara de Diputados, de las cuales UP pondrá en juego ocho: dos de La Cámpora (Berenice Latorre y Facundo Tignanelli), dos del Frente Renovador (Nicolás Russo y Ayelén Rasquetti), tres de intendentes alineados con Kicillof (Susana González, de Ensenada, y Ricardo Rollero y Liliana Pintos, de La Matanza) y Mariana Larroque, que también responde al gobernador.

En el cierre de listas de 2023, Máximo Kirchner, lapicera en mano, dejó sin lugares expectantes en la tira de senadores a figuras que respondan a los intendentes de La Matanza, Avellaneda, Florencio Varela, Berazategui y Almirante Brown, entre otros.

Esos lugares fueron ocupados por dirigentes que responden al presidente del PJ o a su entonces socio político, Martín Insaurralde. Fue un punto de inflexión en la relación entre los jefes comunales ninguneados y el hijo de CFK. “La historia no se va a repetir”, desafían ahora los jefes comunales que decidieron jugar para Kicillof.

Guerra de guerrillas distritales

El plano seccional no será el único en el que se juegue la disputa cristinismo vs. kicillofismo. También en algunas intendencias está la amenaza latente de una competencia interna que puede generar fuertes enfrentamientos políticos. Si bien el peronismo aún debe definir el mecanismo pondrá en marcha para habilitar la competencia distrital si efectivamente se suspenden las PASO, son varios los municipios donde las tribus se están preparando para competir.

El foco de la tensión está puesto en los municipios de Avellaneda, Quilmes y Lanús. El enfrentamiento entre Ferraresi y los intendentes de La Cámpora es feroz y el jefe comunal construyó un armado político propio en esos dos distritos para presentar batalla en los concejos deliberantes.

En Quilmes lo hizo de la mano del concejal Ariel Burtoli y en Lanús, de la de la concejala Belén Berrueco. Ambos abandonaron los bloques oficialistas en el Concejo Deliberante, se pusieron a trabajar en el armado territorial y están decididos a competir.

La Cámpora también tiene aspiraciones en Avellaneda, donde tiene un fuerte armado el senador Emmanuel González Santalla, por lo que si hay interna en Quilmes y Lanús, también habrá en Avellaneda.

La Matanza es otra incógnita. El Movimiento Evita pretende volver a competir con la candidatura de Patricia Cubría, quien fue candidata a intendenta en las PASO de 2023 desafiando a Espinoza y forma parte del sector del Evita que está alineado con CFK.

Comentá la nota