No subestima al Presidente, pero piensa que en Buenos Aires todo depende de cómo jueguen el PRO y la UCR. Círculo Rojo, antiperonismo y Antón Pirulero.
Por Macarena Ramírez.
Axel Kicillof jamás creyó que el gobierno libertario de Javier Milei se caería por su propio peso al poco tiempo de asumir ni augura que eso vaya a suceder. A un año de la llegada del anarcocapitalista a la Casa Rosada, el gobernador de Buenos Aires ve al Presidente parado igual que cuando asumió con un respaldo casi irrestricto del Círculo Rojo, su principal sostén.
El mandatario está convencido de que Buenos Aires será la principal enemiga del mileísmo. Fue uno de los pocos distritos donde el outsider no pudo imponerse, subrayan en La Plata y destacan que no se doblegan ante la motosierra de la Casa Rosada. Para Kicillof, la suerte electoral de Milei en territorio bonaerense va a depender, en gran parte, de las alianzas que pueda conformar con el PRO y la UCR.
Javier Milei débil: ni antes, ni ahora
“Axel nunca pensó que Milei fuera a caerse rápido. No especulamos como otros sectores que planteaban que había que dejarlo hacer porque se iba a caer solo”, afirma a Letra P alguien que comparte el día a día con el gobernador, y destaca que fue el dirigente que se opuso desde el primer día a las políticas del libertario, constituyéndose como contrincante.
Ni bien asumió Milei, Kicillof conformó las mesas multisectoriales con las que buscó canalizar el malestar de diferentes espacios que desde el primer día fueron perjudicados por las medidas del gobierno. Además, se sumó con su columna bonaerense a todas las manifestaciones de protesta.
Patricia Bullrich, Luis Petri, Javier Milei, Federico Susbielles y Axel Kicillof en Bahía Blanca (Foto: Télam)
Durante todo el año, Kicillof se posicionó como el principal opositor a Milei, un rol que pretende seguir jugando pese a la irrupción hiperactiva de Cristina Fernández de Kirchner. La expresidenta copó la escena desde que alimentó un operativo clamor, al que no se sumó el bonaerense, para comandar el PJ nacional.
Antes de eso, Kicillof ya había hecho los deberes para alimentar el precoz enfrentamiento: comandó una fuerte oposición al mega DNU 70/23 y a la Ley Bases, mientras intentó -por la vía del diálogo con otros gobernadores -que esas medidas, fundamentales para los planes de Milei, fueran rechazadas. “Esa manera de avanzar era todo lo contrario a un signo de debilidad”, indica la fuente kicillofista.
Qué sostiene al modelo libertario
La fortaleza del libertario, analizan en la gobernación, no reside sólo en el respaldo de los sectores concentrados de poder, también se explica en los errores del peronismo. "Es lo que se votó”, dice otra fuente con despacho en La Plata, aunque reconoce que los sigue sorprendiendo el triunfo del libertario: "Nos obliga a una profunda reflexión sobre cuán mal hicimos las cosas para que la gente elija saltar al vacío antes que votarnos. Eso nos interpela”.
“Todavía tiene un marco de apoyo porque la gente elije creer que es una alternativa. Venimos de dos gobierno fallidos, la gente que lo votó todavía quiere confiar, el desencanto no llega tan rápido”, dicen en el entorno del gobernador y admiten que la administración libertaria tiene “un buen esquema de comunicación que arraiga bien con ese 'elijo creer' y que tiene que ver más con lo emocional que con otra cosa”.
En Buenos Aires miran la evolución de las encuestas que favorecen al Gobierno, pero no toman al pie de la letra esos guarismos. Desconfían: “Hay que ver cuánta verdad hay en esas encuestas", analizan y mencionan lo sucedido en 2019, cuando -dicen- "nos decían que la imagen positiva de (María Eugenia) Vidal era arrasadora, que nos destrozaba y le ganamos por 20 puntos”.
Se entusiasman además con un cambio en la calle. Durante las recorridas de campaña de 2023, siempre se cruzaban con alguien que les gritaba en apoyo a Milei, “eso hoy no pasa más”, afirma la fuente.
En el entorno de Kicillof están convencidos de cuáles serán los próximos pasos de Milei hasta las elecciones de medio término, verdadero plebiscito de la gesitón: “Van a sostener medidas superficiales que dibujan un panorama en el que se puede afianzar ese 'elijo creer' de la gente -analiza alguien del kicillofismo-. Además, hay sectores poderosos que no lo van a dejar caer. Milei tienen un margen de estabilidad y va a hacer todo lo posible por llegar así a la próxima elección sosteniendo este dólar artificial”.
Los gobernadores, por separado
Primero en la línea de resistencia de los gobernadores, el bonaerense maldice "que cada gobernador sólo cuide su quintita". El hecho de que cada cual atienda su juego deja a Milei fortalecido arriba del escenario, analiza alguien que conoce de primera mano cómo se fueron sucediendo las conversaciones entre mandatarios.
Axel Kicillof, Raúl Jalil y Martín Llaryora, tres gobernadores con estrategias diferenciadas respecto a Javier Milei y los sindicatos.
Las consecuencias del juego individual que imposibilita una estrategia unificada contra el modelo libertario quedaron expuestas en el Congreso, donde Milei se hizo fuerte gracias a la negociación permanente, logrando romper todos los bloques, según la ocasión.
El PRO y la UCR, claves para elección bonaerense
Nadie del oficialismo cree que la elección en Buenos Aires vaya a resultar cómoda. Las fuentes consultadas analizan que, de seguir como hasta ahora, La Libertad Avanza va a estar en una situación similar a la que tuvo en 2023, cuando sacó el 24% de los votos, a dos de Juntos por el Cambio (26%) y a 20 de Unión por la Patria (44%). Como sucedió en la elección pasada, la clave pasará por la eventual alianza que puedan alcanzar LLA con el PRO y la UCR.
En las generales, la provincia de Buenos Aires Milei sacó 25 puntos, muy por detrás de Sergio Massa, que alcanzó el 42%. En tercer lugar quedó Patricia Bullrich, con 24%. En cambio, en el ballotage Milei logró retener prácticamente todos los votos de Juntos por el Cambio y quedó a apenas a un punto de Massa: 50-49.
En el entorno de Kicillof entienden que el PRO y la UCR le hicieron a Milei la campaña en Buenos Aires para el ballotage. “Este Milei no es distinto al de 2023 en Buenos Aires. Lo que está roto hoy es el PRO y la UCR. Lo importante es adónde va a ir la gente que se siente representada por esos sectores: habrá que ver si les pesa más el desastre de Milei o no votar al peronismo”, analizan en La Plata.
El kicillofismo también considera que La Libertad Avanza no tiene buenos candidatos para desplegar en las provincias y que el sistema de Boleta Única de Papel desfavorecerá a la Casa Rosada. “Es inentendible lo que hicieron, este sistema arruina a Milei”, marca la fuente.
Igual, en la gobernación abren el paraguas y buscan quitarle dramatismo al resultado de 2025: "No va a ser determinante para 2027. Mirá lo que pasó con (Mauricio) Macri”. En 2017, Cambiemos le ganó a Cristina Fernández de Kirchner, pero dos años más tarde, Unión por la Patria ganó la elección ejecutiva. El año que viene, la expresidenta podría volver a estar al frente de una boleta.
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