La investigación de la periodista, que contó con la colaboración de Ariel Zak, describe el antes, el durante y el después del intento fallido de magnicidio. El gobernador de la provincia de Buenos Aires, que participó de la presentación junto al ministro Daniel Filmus, definió lo que está haciendo la Justicia con el caso como una "desinvestigación". Hauser, por su parte, vinculó el atentado con el clima instalado por la extrema derecha y trajo el tema a la actualidad política: “Milei creció apoyado por estos influencers del odio, luego los cambió por su hermana y Kikuchi, y después por Macri”.
“Un libro necesario, aunque jamás hubiéramos querido tener que presentarlo” anunció Daniel Filmus. “Un aporte fundamental para la historia contemporánea argentina” describió el escritor y periodista Marcelo Figueras. “Revivir estos hechos no es fácil pero a pesar de esa dificultad es de lectura obligatoria” sumó Axel Kicillof. Los elogiosos comentarios sintetizan la densidad que reviste Muerta o presa. La trama violenta detrás del atentado (Planeta 2023) el último libro de Irina Hauser, esta vez con la colaboración de Ariel Zak, presentado este lunes por la tarde en el Auditorio C3, del Centro Cultural de la Ciencia, en CABA.
“Les voy a pedir algo”, tomó el micrófono Taty Almeida antes de que se iniciara formalmente la presentación. Y dijo: “Simplemente quiero pedirle a todas, todos y todes ¡que no les ocurra toser!”, soltó con humor, bajo su pañuelo blanco, esta Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora. Y la graciosa referencia a las declaraciones del candidato libertario sobre el debate del domingo dejó instalada la urgencia y la necesidad de comprender cómo se orquestó esta “trama violenta detrás del atentado”.
Tras las risas y los aplausos al “show de Taty”, como bromeó Figueras, moderador del encuentro, comenzó la presentación que contó con la presencia del gobernador de Buenos Aires como figura estelar y con las palabras del ministro de Ciencia y Tecnología, Filmus, como anfitrión.
La sala colmada por un público ávido de repasar lo ocurrido en septiembre de 2022, frente al departamento de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, fue el ámbito propicio para hilvanar los detalles de esta investigación periodística sobre el atentado. Algo que por la magnitud del hecho y ante la falta de rigor judicial en el proceso que lo investiga (como acertó Kicillof debería llevar el rótulo de “desinvestigación”), acarrea consecuencias de peso para la Argentina.
Que hoy Javier Milei sea candidato a presidente es la más directa y obscena. Su candidatura fue expuesta con pruebas y detalles, como un corolario en la construcción del odio hacia CFK y a las políticas que representa. Y fueron planteadas sin eufemismos por Kicillof: “¡Nos toman por imbéciles!” reclamó el gobernador en referencia a la alianza de la derecha y el poder judicial, luego de detallar los vacíos que expone el ilógico proceso judicial sobre este intento de magnicidio.
“El 1° de septiembre de 2022 la historia argentina dio un viraje violento, pero no sorpresivo –señalo Figueras- ya que fue el final de una larga incubación”. El relato compartido por los autores -y luego por Kicillof- convalidó este enunciado al describir el antes, el durante y el después del atentado. Luego claro, de contar animadamente cómo pudieron escribirlo en tiempo record, “corriendo” literalmente, porque además del tiempo que apremiaba -para publicarlo al año de lo ocurrido-, la idea de escribir en tándem surgió mientras entrenaban para una maratón.
Inicialmente “nos preguntábamos cómo encontrar algo distinto” a lo que ya se había contado, explicó Hauser. Al repasar el recorrido “vimos que la película completa no se había contado”, detalló. Y una de las primeras preguntas fue: ¿De dónde salió Fernando Sabag Montiel?, el hombre que tiene tatuadas en sus manos insignias nazis recordó la autora. “Un remisero, vendedor de copos” sumó sobre el hombre detenido en Ezeiza que en la única entrevista que dio sostuvo sobre su motivación para perpetrar el disparo fallido: “Fue por el odio generalizado”.
Sin embargo ese odio fue decididamente incentivado y construido, explicó Kicillof, quien aportó una cronología del contexto donde se gestó la violencia, amparada en la financiación a Revolución Federal por “la familia Caputo”. Y referenciada en un clima de malestar económico incentivado por los medios hegemónicos.
A partir del libro “la primera conclusión –sostuvo el gobernador- es que la trama responde a una causalidad”. Kicillof trazó una continuidad entre los vaticinios de desastre económico y la seguidilla de afrentas cívicas ejecutadas por Revolución Federal: bolsas mortuorias, antorchas contra Casa de Gobierno, guillotinas, ataques a dirigentes. Con un antecedente: las pedradas al despacho de CFK. Esto configuró la previa al atentado. “Y esto de espontáneo no tiene nada” se quejó el gobernador.
“Les ponían una torta de guita a unos tipos que hacían guillotinas y antorchas, para incitar a la violencia. ¿No es un delito eso?” preguntó Kicillof. Para afirmar: “Hubo preparación, hubo condiciones previas necesarias y esto no puede no ser un delito, y no puede no estar castigado” reclamó. “Obstinadamente la justicia no actúa y esto no tiene otra explicación que el encubrimiento”, aseguró tras desandar los pasos de “los copitos” desde que en mayo activan la web de Revolución Federal.
La Justicia sin embargo definió el perfil de Montiel como el de “un loco suelto”, precisó Zak. “Hay tres protagonistas hasta acá: Montiel, Brenda Uriarte y Nicolás Carrillo”, detalló. Luego la trama se amplía a nombres como el de Francisco Oneto, que fue candidato a vicegobernador de Carolina Píparo en la provincia de Buenos Aires por La Libertad Avanza.
Hauser retomó tres enunciados que sistemáticamente entraron a escena: “Exterminar, decía Milei; eliminar, decía Bullrich; son ellos o nosotros, abonaba (Ricardo) López Murphi”. Y agregó que las reuniones virtuales que podían llegar a congregar a 2000 fanáticos cargaban los descriptivos nombres de: “Hay que pudrirla” o “No llegan a diciembre”, explico sobre la arcilla donde se moldeaba “el odio generalizado”. Esta discursividad encontró a través de Revolución Federal la “financiación” necesaria para amalgamar el odio tras un objetivo determinado: CFK.
“Milei creció apoyado por estos influencers del odio, luego los cambió por su hermana y (Carlos) Kikuchi, y después por (Mauricio) Macri”, puntualizó Hauser. Pero en los encuentros virtuales ya se hablaba de quién podría animarse a concretar el atentado. “Fue Sabag Montiel quien se animó”, concluyó. Pero no era su plan, ni fueron sus ideas, sino una suma de acciones premeditadas por la derecha, por las que todavía “esperamos que esto termine en un luminoso día de justicia”, señaló Figueras.
La despedida, a cargo del gobernador, trajo la "necesidad de terminar con los discursos de odio y la violencia politica. El peronismo lo hace respetando las instituciones, la Constitución, con las leyes y en las urnas, como lo tenemos que hacer este domingo para que Sergio Massa sea el próximo presidente" sostuvo. Y los cantos por "Massa presidente" no se hicieron esperar.
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