Su entorno dice que va a ordenar las nóminas. Quienes lo proyectan a 2027 se lo piden. Legislatura bonaerense y Congreso, en disputa. Interna en ebullición.
Por Macarena Ramírez.
Con la mirada puesta en la parada electoral 2027, el gobernador Axel Kicillof está dispuesto a dar el paso y empuñar la lapicera para confeccionar las listas bonaerenses de candidaturas 2025. Es una decisión con respaldo: dirigentes que lo ven como la carta del peronismo para pelear por la presidencia de la nación ya piden públicamente kicillofismo en las nóminas.
En efecto, después del acto que el mandatario de Buenos Aires encabezó en Mar Chiquita, donde llamó a “mejorar para volver”, la tropa alineada hizo el reclamo, no solo para las postulaciones a cargos provinciales, sino también para el Congreso.
Son días movidos para el peronismo bonaerense. Cristina Fernández de Kirchner dio otra “clase magistral” en Merlo, la siguió Kicillof con un acto multitudinario en la Quinta sección electoral y este viernes reaparecerá Máximo Kirchner en La Plata, mientras terminan de vencerse los plazos para el llamado a elecciones del PJ bonaerense, anunciadas, pero nunca formalizadas. El jefe de La Cámpora seguiría al frente del partido. Hasta ahora, nadie levantó la mano para candidatearse y disputarle ese sillón.
Clamor para que la lapicera sea de Axel Kicillof
¿Kicillof va a participar del armado de las listas para 2025, va a tener lapicera? La pregunta fue respondida a Letra P por alguien cercano al mandatario. “Kicillof debe tener lapicera. Como todos los gobernadores de todas las provincias en toda la historia argentina, debe formar parte del armado de las listas”.
La afirmación no contempla, en realidad, lo sucedido en las últimas dos elecciones -la de medio término durante el primer mandato del gobernador y la de 2023, por la reelección-, cuando el mandatario no puso nombres propios en las listas. Ya no será así.
El intendente de Ensenada, Mario Secco, no gambeteó la pregunta durante una entrevista en radio: “Las listas las va a armar el gobernador y su mesa chica”, dijo después del acto en Mar Chiquita y recordó el tenso cierre de listas de 2023, cuando Kicillof debió interceder ante quienes querían correr a Verónica Magario de la fórmula. En aquella jornada tensa, quedaron señalados Kirchner y el entonces jefe de Gabinete, Martín Insaurralde.
Otro intendente aseguró además que Kicillof tiene que poner al primer postulante a una banca en la Cámara de Diputados del Congreso en representación de Buenos Aires y tener peso en el armado de esa lista. “Si no se lo permiten, tiene que romper”, repite el jefe comunal en todas las reuniones en las que se discute el tema.
En La Plata reiteran que “falta mucho” y que “ya llegará el tiempo” de hablar de candidaturas; están concentrados en defender una gestión que se hace más cuesta arriba por la motosierra libertaria.
Con todo, hay que reparar en las declaraciones del ministro de Gobierno, Carlos Bianco, el conductor designado por el mandatario, su alter ego. “No podemos repetir errores del pasado, no podemos pretender poner un presidente que después no conduzca el proceso. El próximo presidente o presidenta, a quien le toque, tiene que ser el jefe del peronismo”, dijo a El Destape luego del acto en la costa.
La alusión a una “candidata” mujer empuja la mirada hacia CFK, pues no parece haber en el horizonte del peronismo otra dirigente que pueda calzarse ese traje en tres años. Sin embargo, difícilmente Bianco esté pensando en un tercer tiempo de La Jefa, cómo sí pensaba en abril de 2022, cuando se lo dijo a Letra P -“Mi candidata a la presidencia es Cristina”- y se armó un revuelo.
Interna del peronismo en ebullición
La visita de Kicillof a Merlo para escuchar a CFK fue incómoda. No obstante, su entorno destacó la “ovación” que recibió de los presentes cuando fue presentado y que la expresidenta decidió, a diferencia de lo concurrido en Quilmes, subirlo al escenario junto a Wado de Pedro al momento de dirigirse a la militancia. En La Plata niegan que haya habido una reunión privada del gobernador y Cristina.
“Le reconocemos eso a Cristina, que lo llamó a Axel para subir al escenario, pero también vemos que no hay una sola mención en su discurso sobre el ataque del gobierno de Milei a la provincia”, dijo un funcionario bonaerense a Letra P, aunque aclaró que “el problema nunca es contra Cristina”. “Al resto ya ni le pedimos que sea oficialistas en la provincia, ahora le pedimos, por lo menos, que no obturen”, lanzó. Teléfono para La Cámpora.
La agrupación liderada por Kirchner viene haciendo públicas las diferencias. Marchan el frente la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza; su par de Lanús, Julián Álvarez, y el senador Emmanuel González Santalla. El tridente apuntó contra el jefe comunal de Avellaneda, Jorge Ferraresi, y Kicillof por el puerto de Dock Sud y contra Andrés Larroque, Ferraresi y el intendente de Castelli, Francisco Echarren, a quienes acusaron de tener un armado de “bots” y “micro influencers” para atacarlos.
Como en el plenario de la militancia de Florencio Varela, ningún miembro de peso de La Cámpora estuvo presente en Mar Chiquita, ni siquiera los ministros camporistas del gabinete bonaerense. “Nosotros los invitamos, no vino ninguno, salvo un funcionario de segunda línea”, dijo una fuente a este medio. Hacía referencia al subsecretario de Deportes, Leandro Lurati.
Al acto de este viernes que encabezará Kirchner, “están todos invitados”, dijeron en el camporismo. Además de las presencias, habrá que estar atento a las ausencias en el microestadio de Atenas platense.
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