Clausuró las negociaciones en la Legislatura y gestiona y emite deuda con presupuesto prorrogado. La oposición habla del "Método Milei".
Por José Maldonado.
Axel Kicillof le bajó la persiana a las negociaciones por el Presupuesto 2025 de Buenos Aires. A casi un mes del último intento de un acuerdo con las tribus del peronismo y la oposición en la Legislatura bonaerense, el gobernador no da ninguna señal de querer reabrir esa discusión. Mientras, gestiona con el ejercicio 2024 prorrogado y discrecionalidad para reasignar partidas y ajustar el gasto.
Esta semana, el gobierno publicó en el Boletín Oficial una resolución para avanzar en la emisión de Letras del Tesoro por 199 mil millones de pesos para cancelar vencimientos de títulos que operan en los próximos meses. Fue otro movimiento de autonomía de Kicillof y en la Legislatura se interpretó como otra señal sobre lo lejos que parece la reapertura del diálogo por el Presupuesto 2025 y su capítulo más controvertido, el pedido de endeudamiento.
Sin Presupuesto
Sin ningún canal de diálogo ni con el resto del oficialismo ni con la oposición por el Presupuesto, en la Gobernación ya hablan de una situación de "emergencia económica" por la falta del cálculo de recursos y la imposibilidad de acceder a crédito, además de la caída de la recaudación y el desplome de las transferencias de la Nación. Y culpan a la oposición por haber dejado caer el proyecto en la última sesión de 2024.
Pero en la oposición legislativa y en sectores del peronismo gana consenso la idea de que Kicillof preferiría por ahora seguir funcionando con la ley de leyes prorrogada antes que reabrir una dicusión costosa y que puede hacer estallar la complicada interna con La Cámpora en las cámaras. "Aplica el método Milei", chicanean senadores opositores mientras esperan en vano alguna llamada del oficialismo o del Ejecutivo para volver a sentarse a charlar.
El ajuste de Axel Kicillof
En ese marco, ya reconocen que 2025 será otro año de ajuste. "No vamos a bajar nuestras banderas. Pero si pensábamos hacer 50 escuelas, tendremos que hacer 45”, dijo el viernes el ministro de Gobierno bonarense, Carlos Bianco, portavoz de la postura de Kicillof, que se mantiene por ahora lejos de esa pulseada. "Lo que íbamos a cobrar en febrero lo vamos a cobrar en marzo, por eso este trimestre va a ser complejo, máxime cuando la recaudación nacional no mejora y por ende tampoco la coparticipación que recibe la Provincia. Vamos a pagar los vencimientos de la deuda, pero si no podemos tomar nuevo crédito tendremos que sacar recursos de otro lado", dijo Bianco.
Cerca de Kicillof hablan de un ajuste brutal sobre los recursos de Buenos Aires, que en 2024 fue de 3,5 billones de pesos, el equivalente a ocho meses de masa salarial para los docentes. "PBA sufre como ninguna el ajuste anti-federal del Gobierno nacional. En 2024, la caída de la coparticipación resultó inédita: -10,9%. El recorte de las transferencias obligatorias fue bestial: -81,7%", posteó el ministro de Economía, Pablo López.
La caída de las transferencias del gobierno nacional viene acompañada por otra de la recaudación bonaerense. Y como debió prorrogar la Ley Fiscal 2024, los vencimientos de los impuestos patrimoniales como Inmobiliario y Patente recién caerán en marzo. Un mes después, en abril, Buenos Aires debe afrontar un vencimiento de deuda con bonistas extranjeros sin posibilidad de salir al mercado para financiarlo. En total, en 2025 Kicillof debe cancelar unos 1.100 millones de dólares.
Esta semana, desde la Provincia dieron una señal clara sobre los efectos de la falta de Presupuesto, al patear para febrero el inicio de la negociación salarial con los gremios de estatales y docentes, que salieron en masa a reclamarle a Kicillof que cumpla con la promesa de convocarlos en enero para discutir la pauta 2025. El tema le abre al gobernador un escenario de conflicto inédito en su gestión con gremios que en muchos casos son aliados políticos.
"La Gran Milei"
Pero en la oposición creen que la Gobernación sobreactúa la emergencia económica y abonan la tesis de que Kicillof no reabrirá la discusión hasta no tener certezas sobre el futuro político y su vínculo con el kirchnerismo, y mientras tanto seguirá con el Presupuesto prorrogado, lo que le permite redireccionar recursos y hacer un ajuste obligatorio sin restricciones. "Está haciendo lo mismo que Milei", dicen.
Los diputados y senadores de la oposición que trabajaron con los números de la provincia aseguran que Buenos Aires no necesita el endeudamiento pedido por Kicillof (unos dos mil millones de dólares) para cancelar sus obligaciones y ponen sobre la mesa los números de 2024, cuando Biuenos Aires canceló todas las obligaciones solamente utilizando un 7 por ciento del endeudamiento que le había autorizado la Legislatura.
En el fondo, hay una lectura política. En la Legislatura bonaerense creen que la prórroga del Presupuesto le permitirá a Kicillof llevar adelante el inevitable ajuste del gasto bonaerense con discrecionalidad.
En ese marco se leyó un comentado episodio de los últimos días, con la declaración del diputado Alejandro Dichiara, quien tras un encuentro con Cristina Fernández de Kirchner en Monte Hermoso aseguró que la ex presidenta le había pedido "que le aprueben el Presupuesto a Kicillof".
La frase del ex presidente de Diputados bonaerense hizo mucho ruido en las cámaras, donde todavía flotan las sospechas sobre la falta de colaboración de La Cámpora para aprobar el presupuesto a fin del año pasado. "¿Será que ahora el kirchnerismo sí quiere que Kicillof tenga presupuesto?", fue la chicana que circuló en los despachos opositores.
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