La atomización de la oposición le abre huecos para negociar el nombramiento en la magistratura. Suprema Corte, Procuración y vacantes, bajo la lupa.
Por Martín Soler
La nueva composición del Senado de la provincia de Buenos Aires le abre un nuevo escenario al gobernador Axel Kicillof, quien tiene el desafío renovado de tres pendientes en su gestión en materia judicial: el corrimiento -o no- del procurador vidalista Julio Marcelo Conte Grand y el nombramiento en el cargo de subprocurador/a, la aprobación de pliegos de magistrados para atender vacantes en todo el poder judicial y completar la Suprema Corte de Justicia, que hoy tiene apenas cuatro integrantes sobre siete posibles.
Para el nombramiento de magistrados, el gobernador necesita pasar el filtro de este cuerpo legislativo, donde durante sus primeros cuatro años de gestión encontró la resistencia pertinaz de una oposición compactada en Juntos por el Cambio (JxC), que tenía 23 de las 46 bancas. Desde el 10 de diciembre eso cambió.
En el nuevo Senado, Unión por la Patria (UP) cuenta con 21 representantes, dos menos que antes. Sin embargo, la atomización de la oposición podría darle al gobernador y a las espadas legislativas del oficialismo mayores chances de negociación. Habrá que ver la habilidad de los representantes de UP para la rosca cruzada con cada tribu de la oposición, que también intentará colar nombres propios en la magistratura bonaerense.
Lo dicho: la clave está en una oposición estallada en pedazos. Aunque sus dirigentes se esmeran por decir que ambas fuerzas trabajarán de manera coordinada juntando 20 butacas, el PRO y la UCR tendrán bloques separados. Juntos por el Cambio (JxC) ya fue. La Libertad Avanza se anota con cinco voluntades, pero repartidas en tres bancadas.
En ese río revuelto el oficialismo tirará la caña en busca de su ganancia.
Julio Marcelo Conte Grand, el procurador vidalista que heredó Axel Kicillof de su antecesora
Hasta el momento, la cobertura de vacantes en la Suprema Corte no pareció ser una urgencia para Kicillof. En una entrevista con Letra P, en 2020, el entonces secretario general de gobierno, Federico Thea, hoy titular del Tribunal de Cuentas, señaló que completar el máximo tribunal “no es prioridad” y adelantó que le gustaría que se hiciera con mujeres.
En relación al perfil que buscaba el gobierno, detalló que debe “conocer el derecho público provincial, que entienda el rol institucional como cabeza de un poder, con trayectoria académica, entender la realidad social y las desigualdades que existen en la provincia; un perfil preocupado por los Derechos Humanos, por la realidad de los más vulnerables”.
En caso de seguir con el vaciamiento de tronos en la cúspide de la judicatura bonaerense y más allá del perfil profesional buscado o deseado por el oficialismo, Kicillof deberá transitar un terreno que no es de su agrado personal, pero sí de suma relevancia política e institucional para la provincia que gobierna: construir una nueva Corte verdaderamente independiente y con paridad de género.
El Senado bonaerense es un duro muro de saltar por Kicillof para lograr la cobertura de vacantes judiciales
Más allá de los perfiles, lo cierto es que el oficialismo no cuenta con cuórum propio para hacer correr los pliegos sin sobresaltos. Todo fue, es y será materia de negociación constante con la oposición, donde los vasos comunicantes por estos temas siempre estuvieron obturados.
Muestra de ello es que el ex bloque del Frente de Todos (FdT) no consiguió los votos para la remoción del procurador Conte Grand, a quien señala como una cuña de la exgobernadora Vidal para empastar la gestión en materia de política criminal que debe derramar en toda Buenos Aires, el distrito más voluminoso del país.
Vacantes
Según registros oficiales de mediados de 2023 del Consejo de la Magistratura de la provincia de Buenos Aires (CdM), se registran alrededor de 700 cargos vacantes en todos los fueros de la justicia provincial. De estas sillas vacías, 314 corresponden a jueces y juezas, según registros oficiales informados por la Suprema Corte. Faltan fiscales generales departamentales y en la Casación.
El Poder Judicial bonaerense es el segundo más grande de América del Sur, sólo superado por el populoso estado de San Pablo (Brasil), según destaca el Colegio de Magistrados de la provincia de Buenos Aires.
Sobre 2.180 cargos totales, 702 no están ocupados. De estas vacantes, el 81 por ciento está en trámite en el Consejo de la Magistratura. Son 572, según el último registro a disposición.
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