Por Enrique Arriaga

Axel Kicillof es percibido por los votantes de casi todos los espacios políticos como el principal líder de la oposición a nivel nacional, más del 70 por ciento de los argentinos no llega a fin de mes o tuvo que reducir gastos y consumos para llegar, y la imagen negativa de la gestión de Javier Milei al frente del gobierno nacional ya supera a la positiva, a diferencia de lo que ocurre con gobernadores e intendentes.

Estas son las principales conclusiones del “Monitor de Opinión Pública”,publicado por la consultora Proyección, que conducen Santiago Giorgetta y Manuel Zunino.

El estudio se realizó la primera semana de marzo, con modalidad de recolección Computer Assisted Web Interviewing (CAWI), a una base de más de 3000 personas, respetando parámetros de sexo, edad, nivel educativo y regiones, con un margen de error de 1,8 puntos.

La pregunta por el liderazgo opositor se segmentó por comportamiento electoral en 2023. El 57 por ciento de los votantes de Unión por la Patria en el país creen que ese lugar le corresponde a Kicillof. Detrás del gobernador aparecen Sergio Massa (36) y Leandro Santoro (29).

Entre los votantes libertarios, ese podio también lo encabeza Kicillof, seguido por Massa y el gobernador santafesino, Maximiliano Pullaro, con 19, 11 y 9 respectivamente. En el universo “otros”, que engloba a votantes del Frente de Izquierda, de Juan Schiaretti y en blanco, encabeza las preferencias Kicillof con 24, seguido de Juan Grabois con 12 y Sergio Massa con 11.

Sólo entre votantes de Juntos por el Cambio, las preferencias cambian. Lidera el senador Martín Lousteau (21), seguido de Horacio Rodríguez Larreta (18,4), seguido de cerca por Rodrigo De Loredo (18,3). Kicillof (14) aparece cuarto.

En materia de expectativas económicas, el 56 por ciento cree que dentro de un semestre estará peor que hoy, casi el doble del 30 por ciento que tiene todavía expectativas favorables. La imagen negativa de Milei ya supera los 49 puntos, contra 46 de la positiva, con un diferencial de -3.

En cambio, la imagen de los gobernadores, frente a una pregunta en general por su desempeño, en cambio, tiene diferencial positivo: 48,5 a favor contra 45 en contra. La de los intendentes, medida de la misma manera, es aún mejor: 52 de imagen positiva contra 43 de negativa.

De las cuatro principales preocupaciones mencionadas, tres son económicas: la inflación y el precio de los alimentos (63,6), los bajos salarios (40), que son prácticamente la otra cara del mismo fenómeno y el temor a la desocupación (19), que comienza a crecer a medida que se profundiza la recesión. La única preocupación no económica, entre las que encabezan el ranking, es la inseguridad (36,7).

Dos señales de alarma deberían llamar la atención del sistema político en su conjunto: el rumbo y la paciencia. Sólo un 35 por ciento de los consultados cree que el rumbo económico es el correcto, frente a un 42 que cree lo contrario. 

El presidente suele repetir que los frutos de su modelo vendrán con el largo plazo, a veces en 20 años, a veces en 35. El problema que aparece en el horizonte es un descalce entre esos tiempos y los de la gente. 

Entre el 35 que no está dispuesto a esperar y el 13 que le da tres meses, suman la mitad. Lo que no aclara el estudio es si los tres meses corren a partir de ahora o desde la asunción, el 10 de diciembre pasado. Otro 14 le daría un semestre en total y un 20 estiraría la paciencia a un año.

El número de los que todavía tienen fe está mucho más cerca de los 30 puntos que Milei obtuvo en los turnos electorales de agosto y octubre, que de los 56 del balotaje que suele mencionar como su fuente de legitimidad. 

El rumbo que esta gestión le imprime al país genera incertidumbre (43) y pesimismo (32), es decir que las emociones negativas alcanzan a las tres cuartas partes de los encuestados.  

Con la universidad no

El ataque a las universidades públicas, que el gobierno intentó en las últimas horas revertir con un aumento presupuestario de 70 puntos a último momento, para debilitar la medida de fuerza que se llevó a cabo durante el jueves, no parece haber sido una buena decisión para la opinión pública.

El 71 por ciento de los entrevistados sostiene que "las universidades fomentan la igualdad de oportunidades y la movilidad social", contra un magro 19 por ciento que cree lo contrario. A la hora de medir la confianza en los distintos actores sociales, las universidades públicas se ubican al tope, con 51 puntos. Esa tabla la cierra en FMI con apenas 5.