Por José Maldonado.

La posible eliminación o suspensión de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) 2025 que empezará a discutir el Congreso en las sesiones extraordinarias de febrero tendrá impacto en la provincia de Buenos Aires, donde Axel Kicillof espera el resultado de ese debate para definir si quita o mantiene las primarias bonaerenses y si adelanta o no las elecciones legislativas.

La definición llegará en las próximas semanas y pondrá en juego el futuro político del gobernador y su vínculo con Cristina Fernández de Kirchner. En el horizonte aparece un posible escenario de ruptura que podría tener como punto de partida las diferencias en la estrategia electoral para la provincia de Buenos Aires, que es justamente la que el gobernador deberá tener lista para cuando cierre el período de sesiones extraordinarias en el Congreso.

Cristina Fernández de Kirchner y Axel Kicillof en La Plata

PASO sí o no

La discusión sobre la propuesta del gobierno para eliminar las PASO es clave porque pone en marcha todo el andamiaje bonaerense. Si hay acuerdo en el Congreso y las primarias se eliminan (o, como propone el PRO, se supenden en 2025), la decisión en la gobernación de Buenos Aires sería replicar a los pocos días la medida y también plantear que se dejen sin efecto en la provincia. Como las PASO bonaerense está atada por ley a la nacional, se caería por efecto dominó.

Aunque el peronismo está lejos de tener una postura unificada en torno a este tema, los tres socios mayores en Buenos Aires, Kicillof, CFK y Sergio Massa, coinciden en las ventajas de eliminar unas primarias que además de costosas tienen la contra de funcionar como una gran encuesta que ordena las expectativas del voto opositor.

El expediente PASO está atado, sin embargo, al gran tema de fondo en el esquema electoral que tiene que definir Kicillof, el calendario y la posibilidad de adelantar los comicios para legisladores provinciales, tal como vienen haciendo la mayoría de sus colegas gobernadores. Esa decisión, que deberá llegar también en las próximas semanas, es la que dará las señales sobre un posible camino de acuerdo entre el gobernador y el Instituto Patria o si habrá ruptura.

La estrategia de Kicillof para Buenos Aires

Kicillof y un importante grupo de intendentes con los que viene charlando el tema creen que la mejor decisión en un escenario sin PASO es adelantar la elección para legisladores bonaerenses y concejales porque los peronismos locales tendrán mejores herramientas para enfrentar electoralmente a una eventual alianza de LLA-PRO en sus distritos y preservar la Legislatura y los concejos deliberantes.

CFK piensa otra cosa: si Kicillof separa y organiza una elección propia por primera vez en la historia, el riesgo de que la elección bonaerense se nacionalice es todavía más alto y Javier Milei podría capitalizar mejor sus índices de populariad en el conurbano.

Todo dependerá, en principio, de cómo salga la discusión en el Congreso, donde el gobierno tiene que remar acuerdos con aliados y opositores y todavía está lejos de tener el número para aprobar el proyecto. En la gobernación creen que si se mantienen las PASO a nivel nacional, el escenario de adelantamiento electoral se aleja. Si Buenos Aires tiene que ir a las primarias el mismo día que la nacional, ¿qué sentido tendría despegar solo una de las dos elecciones?

En cambio, si las PASO se dejan sin efecto, el adelantamiento crece como opción, porque el calendario no estará saturado de elecciones. El camino supone un desafío enorme, porque Buenos Aires nunca organizó una elección propia y los riesgos de una jornada electoral con complicaciones que echen dudas sobre el resultado es analizado de cerca en calle 6.

La definición deberá tomarse en las próximas semanas. Por ahora, Kicillof prefirió poner en stand by las negociaciones por el Presupuesto y el endeudamiento en la Legislatura, que se retomarán en febrero con todo el paquete de temas electorales arriba de la mesa.