El senador por la provincia de Buenos Aires y cuñado de Sergio Massa, Sebastián Galmarini, inició una demanda civil por un millón de pesos "daño moral", luego de que ésta lo acusó de tener vínculos con el fiscal Julio Novo, procesado por encubrir al narcotráfico.
El senador por la provincia de Buenos Aires y cuñado de Sergio Massa, Sebastián Galmarini, inició una demanda civil por un millón de pesos contra Elisa Carrió por "daño moral", luego de que ésta lo acusó de tener vínculos con el fiscal Julio Novo, procesado por encubrir al narcotráfico, y avivó aún más la disputa política con tintes electoralistas que mantienen el massismo y la diputada, una de las líderes de Cambiemos.
Meses atrás, Carrió acusó a Galmarini de tener, junto a Massa y el kirchnerista Aníbal Fernández, una "íntima vinculación" con el fiscal Novo de San Isidro, recientemente procesado por encubrimiento al narcotráfico, en una causa en la que la diputada de Cambiemos declaró como testigo.
La demanda, que el propio Galmarini difundió el viernes en un tuit, fue presentada en el Juzgado Civil 87 de Capital Federal, Secretaría 97, el 2 de septiembre último, luego de que fracasó una mediación en agosto entre el senador y Carrió, en la cual, según dijeron desde el massismo, la diputada se escudó en sus fueros diciendo que sus dichos se realizaron en el marco de su función legislativa.
Desde el entorno de Carrió, a su vez, confirmaron a esta agencia que la diputada "no se va a retractar de nada", recordaron que el año pasado fue sobreseída por la Justicia tras una denuncia que realizó Massa, y pidieron "que expliquen en el Frente Renovador la vinculación con Novo, quien tiene decenas de fotos con Massa", algo que según Galmarini se debe a que "todas las fotos que se muestran remiten a actos oficiales".
En diálogo con Télam, Galmarini fustigó a Carrió, al afirmar que "está preocupada por lograr cargos en el Gobierno, mientras que Massa está preocupado por temas centrales para la Argentina y la gobernabilidad". Así aludió a la reservada reunión que Massa mantuvo días atrás con la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, para analizar el presupuesto provincial y temas de seguridad.
No fue casual que después de esa reunión, donde también estuvo el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, el massismo haya dado una parcial marcha atrás en su negativa a darle apoyo a la iniciativa de contratos de participación público-privada (que incluso hizo peligrar la reunión del jueves con Vidal) y planteado una serie de "ejes de transparencia", que consensuó con Cambiemos, para que el proyecto oficialista salga finalmente adelante en el Congreso.
En el Parlamento, Cambiemos necesita del Frente Renovador para aprobar leyes vitales para el Gobierno, debido a que el oficialismo no cuenta con mayoría automática.
En cualquier caso, el rol de Massa como opositor es algo que preocupa al presidente Mauricio Macri, ya que lo visibiliza como un rival de cuidado, especialmente mientras el peronismo no logre reagruparse para presentar una sola opción sólida de cara a las elecciones legislativas de 2017.
Según conjeturan en el massismo, Macri hizo un acuerdo político con Carrió para que la diputada logre quebrar -al menos mediáticamente- a Massa, endilgándole alguna denuncia que remita a su breve paso por la gestión kirchnerista.
"Cuando Massa sube en las encuestas, Carrió sale a pegarle", deducen desde el Frente Renovador, rememorando el día que la diputada dio a conocer fotografías del líder del Frente Renovador con familiares del ex prófugo Ibal Pérez Corradi, una situación de la que el diputado logró zafar sin despeinarse.
"Massa está alto en las encuestas porque todavía no se enfrentó a Carrió", explicaron a esta agencia fuentes del PRO, que si bien no reconocieron pacto político alguno entre ella y Macri para descabezar al líder del FR, dejaron entrever que uno de los objetivos de la chaqueña, fiel a su estilo denunciante, es justamente el ex intendente de Tigre.
Este año también, Lilita solicitó que fueran indagados todos los jefes de Gabinete que ha tenido el gobierno kirchnerista entre 2003 y 2015 -incluido Massa-, por las supuestas maniobras para favorecer al empresario, hoy preso, Lázaro Báez.
La denuncia a Carrió fue dada a conocer por Galmarini en el medio de una embestida tuitera de segundas y terceras líneas massistas contra la diputada chaqueña, luego de que ésta cometió "un error", al decir que el Frente Renovador y el kirchnerismo pactaron para "mantener el fraude electoral", mediante la eliminación del chip previsto para las boletas electrónicas en el texto de Reforma Electoral presentado en el Congreso por el Gobierno.
Comentá la nota