El monitoreo de suelo, agua y aire es constante, y abarcará un trabajo hasta mediados de año.
Uno de los insectos registrados fue el alguacil. El director del Laboratorio BIOGEA de la UNDAV precisó que en Avellaneda existen unas 35 especies de libélulas y en La Saladita Norte ya encontraron 11.
Equipos de la Universidad Nacional de Avellaneda registraron la presencia de insectos, la calidad de cuerpo de agua y el avance de la vegetación en la laguna Saladita Norte de Dock Sud, como parte del proyecto de recomposición y conservación de los recursos naturales de la Reserva Municipal donde también interviene la ACUMAR -Autoridad Cuenca Matanza Riachuelo- realizando los registros de flora y fauna para determinar la calidad de ese humedal urbano que se está recuperando desde agosto del año pasado.
Todo ese sector, alguna vez pensado como parte del puerto dockense, pero más cerca de Sarandí, el municipio lo abandonó hace años y dejó que se arrojara allí cualquier desecho sin control hasta que los vecinos comenzaron con denuncias de caños clandestinos y también varios edificios en torre quedaron a merced del tiempo. Tal vez ahora, con el medioambiente algo recuperado, alguien piense en una inversión en infraestructura, o reaparezca la Nueva Costa del Plata.
En agosto de 2019, ACUMAR a través de la Dirección de Evaluación de Impacto Ambiental y Social, realizó una intervención integral en la Reserva, se retiraron residuos voluminosos de la laguna y residuos domiciliarios de las márgenes, se realizó una parquización y se reimplantó flora autóctona con el objetivo de contribuir a la recuperación natural de ese humedal urbano que se encuentra en Dock Sud.
Para reparar el daño
Durante el trabajo se buscó preservar la flora acuática ya que brinda importantes servicios ecosistémicos: Purificación de agua y aire; reciclado de nutrientes, mejora el hábitat para especies y favorece la conservación de la diversidad genética, además de generar la fitorremediación.
El rol de los técnicos de la UNDAV consiste en el registro de las condiciones del espejo de agua y la recopilación de información respecto a la variedad y cantidad de insectos que habitan en la laguna. El registro es mensual y permite determinar la evolución de la "salud ambiental" de la laguna.
Uno de los insectos registrados fue el alguacil o libélula. Sobre la presencia en la Saladita Norte, el director del Laboratorio BIOGEA de la UNDAV, Javier Muzón, afirmó: "En Avellaneda existen unas 35 especies de libélulas y en La Saladita Norte encontramos ya 11, de hecho registramos una nueva especie, lo que habla muy bien de la recuperación que está teniendo el humedal".
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