El concejal por Juntos por el Cambio de Avellaneda Fernando Landaburu justificó el rechazo de su bloque a la rendición de cuentas, que de todas formas fue sancionada por la mayoría del oficialismo en la última sesión del Concejo Deliberante. “Teniendo en cuenta el presupuesto, se usó mal la plata. Los números cierran pero no quiere decir que estén bien”, evaluó.

En diálogo con Info Región, el edil criticó que el oficialismo “no permitió ver” la documentación respaldatoria de los gastos. También sostuvo que el Municipio “subejecutó seguridad, salud, programas que tienen que ver con la niñez o con la juventud”, además de que “gastó 36 millones de pesos menos en personal para unidades sanitarias” y remarcó que “todo esto se ve después en la gestión”.

“Hay 171 millones de pesos de recursos que vinieron muchos del gobierno nacional o provincial, que terminaron sin ser usados. Eran para instalar agua en barrios, gas, y también para viviendas u obras para mejorar la calidad de vida en barrios vulnerables”, aseveró.

Otro de los motivos por el cual rechazaron la rendición fue “los millones de pesos que el municipio recauda  y no vuelven al vecino en las obras que el vecino necesita”.

Consideró, en este punto, que no cuentan con una “buena” seguridad ni con un buen sistema de salud. “No sé de qué ideología hablan, realmente me parece que lo que tendrían que hacer es ver como gestionar mejor el recurso de todos los vecinos de Avellaneda”, reclamó.

FLEXIBILIZACIÓN

Respecto a la flexibilización que se dio en el distrito con la apertura de algunos comercios, Landaburu apuntó que “se puede seguir con los negocios abiertos” pero que debe prevalecer “la responsabilidad” ciudadana.

Asimismo, advirtió que el problema “pasa por otro lado” ya que evaluó que lo que “no está haciendo bien el municipio es el seguimiento de los casos”. “Hay una mala articulación con el sistema de salud provincial y con los hospitales”, argumentó.