El pasado viernes 6 de enero el municipio de Avellaneda firmó un convenio con la Agencia Cuenca Matanza Riachuelo (Acumar) para desarrollar redes pluviales en Villa Inflamable (Avellaneda).
Según informa el comunicado oficial el acuerdo firmado por el intendente peronista, Jorge Ferraresi, y el presidente de Acumar Martín Sabbatella (del mismo signo político) “tendrá una inversión de $1.612 millones y permitirá prevenir inundaciones en el barrio y facilitará la circulación de aguas excedentes hacia su cuerpo receptor para mejorar la calidad de vida de los y las vecinas de la zona (…) También la pavimentación en todas las calles afectadas por la traza del nuevo sistema, lo que mejorará el tránsito vehicular y peatonal del barrio y la calidad de vida de sus habitantes”.
Muchas promesas pero pocas definiciones. El resumido escrito publicado en las páginas web del Ejecutivo local, como de la Agencia, no informan cómo, dónde y cuándo iniciarán las obras, como tampoco si es una obra para toda la villa o solo las casas (o casillas) próximas a la costanera del Riachuelo.
Del mismo modo, en el texto no se aclara quienes financiarán y ejecutarán la obra hídrica ¿Será mediante una empresa tercerizada, agrandando la patria contratista? ¿O siguiendo explotando a los trabajadores en negro (cooperativistas, monotributistas y cobradores de planes Potenciar) como lo vienen haciendo, tanto la gestión Ferraresi y Acumar desde hace años?
Hoy un juramento, mañana una traición
El mismo tipo de acuerdo fue plasmado en abril del 2021 para sanear el Arroyo Sarandí y asfaltar las calles próximas a sus orillas. Las actuales imágenes valen por sí solas para demostrar la política del Estado. Lluvia que se da como resultado litros y litros de aguas putrefactas dentro y fuera de sus hogares, y calles, aún de tierra, que rápidamente se transforman en lodos intransitables.
Tampoco olvidemos que en 2017, luego de una “extensa investigación ambiental”, Acumar y el municipio de Avellaneda entregaron a la multinacional Exolgan hectáreas próximas al Riachuelo, conocidas como humedales. Terrenos naturales que ayudan al rápido desagüe. Desde hace más de cinco años regalados por el Estado a privados, con el fin de seguir financiando sus enormes riquezas y la la especulación, sobre la base del incremento de la precarización habitacional y ambiental de lxs habitantes de Dock Sud e Isla Maciel.
A nivel nacional cajonean la Ley de Humedales, en el municipio los regalan para taparlos con cemento y transformarlos en depósitos y playa de maniobras de contenedores.
Villa Inflamable: 15 de años de contaminación
En Inflamable sobreviven más de 20 mil personas, sumado al hambre y la pobreza en alto crecimiento, rodeadas de petroquímicas, industrias y curtiembres que descargan en aire, tierra y agua sus tóxicos, sin ningún tipo de control. La propia Acumar, desde hace años, le ha regalado a las contaminadoras el sistema para informar qué desechan y cuánto desechan a la cuenca.
Informes médicos (nacionales e internacionales) concluyeron que número importante de vecinos y vecinas poseen, además de altos grados de desnutrición y deshidratación, enfermedades e infecciones cutáneas, gastrointestinales y hasta incluso cáncer en sangre (leucemias y linfomas). A partir de dichos estudios, la Corte Suprema de Justicia de la Nación dictó en 2008, como sentencia a la Causa Mendoza, la definición de la zona como inhabitable, y mandató al Estado nacional, provincial y municipal a sanear la cuenca Matanza-Riachuelo y reubicar a los habitantes.
A casi quince años el pueblo de Inflamable sigue respirando, bebiendo, pisando y comiendo contaminación. Muy poco más de 10 km de Casa Rosada, las más de 1.500 familias, viven como cotidiano al lado de una laguna fluorescente, con un basural a cielo abierto, ausente de redes cloacales, agua potable, pluviales y eléctricas seguras. En viviendas hacinadas y serio riesgo de derrumbe.
En esta década y media han pasado por el sillón de Rivadavia, la gobernación de la provincia de Buenos Aires y el municipio de Avellaneda, peronistas, macristas y radicales. Al pedido de reubicación poco han hecho. Se construyeron menos de un cuarto de las viviendas programadas. Y las obras realizadas en la villa fueron lavadas de cara, nunca sobre las problemáticas esenciales de sus habitantes.
Arrancamos un nuevo enero con temperaturas que superan los 35 grados, y las familias de Inflamable viven con un bidón de 5 litros de agua limpia diarios para hidratarse, lavar los comestibles e higienizarse. Entregada por parte de Aguas y Saneamientos Argentinos (Aysa) mediante un camión cisterna. En varias ocasiones en amenaza de cancelación. Como ha sucedido en el verano de 2019, cuando el pueblo de la barriada salió a cortar avenidas y calles por un derecho tan básico como es el agua. Acción que provocó la vuelta del camión al día siguiente.
Por una salida del pueblo trabajador
Todo lo informado anteriormente da como conclusión que Todos-PJ y Juntos por el Cambio son responsables, juntos al empresariado, de las paupérrimas condiciones de vida de lxs vecinxs de Inflamable.
La salida a la crisis habitacional y ambiental está solo en manos del pueblo trabajador. Comenzando con el diseño y ejecución de obras públicas y viviendas populares bajo control de lxs vecinxs de la villa. Es necesario conformar comisiones de seguridad e higiene en las barriadas y lugares de trabajo, bajo control obrero.
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