De no mediar imponderables, la comunidad educativa del Jardín de Infantes N° 917 podrá festejar en aproximadamente tres meses sus 25 años con la inauguración de la ampliación del edificio para comodidad no sólo de los 90 niños que conforman la matrícula, sino de los docentes y personal auxiliar que trabaja en espacios reducidos y, por ejemplo, sin un sanitario propio, como lo exigen las normas y el sentido común.

A dicha conclusión arribaron ayer los consejeros escolares que visitaron el lugar para seguir el avance de obra, que se había visto demorado por distintas cuestiones pero, a partir del impulso que le dio al Consejo Escolar con su nueva conformación, los trabajos estarían concluidos antes del 20 de agosto próximo, fecha en que el Jardín, ubicado en Primero de Mayo y Salta, cumplirá su primer cuarto de siglo atendiendo a chicos de los barrios El Sol y La Tosquera.

Durante la recorrida que este diario realizó en compañía de Gabriel Terra –presidente del cuerpo-; Gisela Montenegro –secretaria-; y los vocales Patricia Quattrocchio y Miguel Mugueta, se comprobó lo inapropiado de las condiciones donde los responsables del centro educativo deben cumplir su labor cotidiana, con la Dirección y la Secretaría del establecimiento funcionando en un angosto pasillo, en pupitres enfrentados contra una pared.

Firme decisión

“Lo que venimos a hacer en el Jardín 917 es presentar el avance de obra que hemos tenido en estos cuatro o cinco meses, desde que cambió el cuerpo, cuando se tomó una decisión muy firme de poder terminar el jardín donde, por lo que ustedes verán, las condiciones en las que están trabajando los docentes desde hace muchos años, dependía de nosotros y de la comunidad que colabora, mejorarlas. Si bien había etapas en las cuales se había avanzado, las obras se habían parado; por eso es que, sin prisa pero sin pausa, vamos avanzando y licitando todas las etapas que restan hasta poder concluirlo. El objetivo que nos pusimos como cuerpo que, en lo posible, este año podamos tener terminadas las obras”, expresó Gabriel Terra.

“Hemos hecho el avance en todo lo que es el gas, en todo lo que tenga que ver con las instalaciones sanitarias –se ha finalizado prácticamente el baño de docentes-; hemos licitado en el día de hoy (por ayer) todo lo que es la electricidad, que es una obra grande porque es una ampliación y que duplica la superficie cubierta que tiene el jardín, donde actualmente funcionan dos salitas, la dirección y la preceptoría en un pasillo. Los docentes no tenían baño y la cocina estaba en una pequeña cantidad de metros cuadrados”, añadió.

El presidente del Consejo Escolar puntualizó que “estamos contentos porque demostramos que, cuando todos nos podemos de acuerdo más allá de las banderías políticas, vamos avanzando. Creemos que esta obra es necesaria para la comunidad del barrio, que vea reflejado el esfuerzo de todos”.

Respecto del origen de los fondos con los que se financian esta y otras obras en establecimientos escolares del Partido, provienen “de una descentralización que se denomina Fondo Compensador de Mantenimiento de Obras; es un fondo que se va depositando prácticamente en forma diaria, a cuentagotas, y el buen manejo de los recursos nos hace planificar y seguir adelante”.

“La etapa de la electricidad viene de un fondo especial de riesgo de inicio en lo cual nosotros anticipamos las obras que podíamos llegar a hacer y logramos afectar parte de esos fondos a lo que hoy se licitó. Veremos, de acá en adelante, cómo están las cuentas del Consejo para no detenernos en el avance y poder terminar con el cielorraso, la pintura, las veredas, la colocación del piso, que son las terminaciones que generalmente son caras y nos lleva un montón de dinero”, añadió Terra.

El presidente del CE definió que, hasta ahora, se llevan invertidos unos 80.000 pesos en el Jardín 917, y que harán falta otros “100.000 0 120.00” para dar por terminados todos los trabajos, “y poder ver la obra terminada y poder festejar con el jardín los 25 años que cumple el 20 de agosto de este año”.

Terra puntualizó que, con los fondos que aportó el organismo, también se puso fin a la problemática que se venía dando por la falta de los vidrios de las ventanas. “Había ingreso de roedores y entraba frío, no podían usar el SUM y tenían un espacio ocioso”, detalló.

Al margen de los recursos afectados a la ampliación, que son netamente provinciales, el vocero ponderó las donaciones que han hecho empresas como San Lorenzo, que aportó cerámicos y revestimientos, más parte de la ayuda en concepto de mano de obra que han hecho otras instituciones educativas de formación profesional.

“VAN LLEGANDO LOS DÍAS FELICES”

“Este es un día feliz; van llegando los días felices porque vemos que poco a poco podemos ir cumpliendo los sueños que cualquier establecimiento educacional quisiera tener: las comodidades, la amplitud, los SUM, los patios de juego; en definitiva, todo lo que se requiera para que un establecimiento educativo funcione”, comenzó diciendo Miguel Mugueta, quien remarcó la labor que se viene cumpliendo a partir de la reciente conformación del Consejo Escolar de Azul.

“Lo importante de rescatar es que a pesar de provenir de distintas experiencias ideológicas, cuando nos tenemos que poner de acuerdo en darle respuesta a este tipo de jardín, que está entre los barrios El Sol y La Tosquera y requiere la mirada, el apoyo y respuestas a los requerimientos, lo hacemos”, explicó.

Subrayó que “tenemos la suerte de poder haber administrado los fondos para que casi se termine. Nos falta muy poquito y eso nos llena de orgullo. Vamos a seguir adelante”.

El consejero puntualizó que los problemas de infraestructura escolar no son nuevos y, si bien no imperan cuestiones graves, son aún muchos los inconvenientes por solucionar.

“Hay cuestiones que son urgentes como temas de gas, de agua y de electricidad. Nuestros debates en el seno del Consejo tienen que ver con esto: esta partida de dinero, ¿hacia dónde la llevamos? Hay poca plata y mucho para arreglar. Quisiéramos darle solución a todos, y a veces no podemos porque somos administradores de dineros estatales”, indicó.

Mugueta fue crítico del accionar del Municipio local en el manejo de partidas de dinero provenientes de Nación. “Hay un fondo de Nación que viene para la Municipalidad y que nosotros estamos reclamando un balance sobre esos fondos y que, hasta el día de hoy, no tenemos”, inquirió.

El consejero ahondó sus dardos contra la gestión de José Inza, al mencionar que “esto es hacer un programa nacional y popular que me parece que el Ejecutivo (Municipal) no entiende lo que es nacional y popular”.

“Primero porque dice popular y nacional; todavía no aprendió que es nacional y popular, pero eso es un detalle, una cuestión de coherencia textual. Observar el panorama educativo del partido de Azul, que es lo que nos toca a nosotros, y dar respuestas, priorizar y estar de acuerdo en los establecimientos que más requieren ayuda, es una cuestión de sentido común. Yo me conformaría si el Ejecutivo tomara la forma que tiene de trabajar este cuerpo, con sentido común”, expresó.

MUCHAS NECESIDADES, RECURSOS INSUFICIENTES

Patricia Quattrocchio ocupó por algunos minutos la silla y el escritorio que, de lunes a viernes, sirve de “oficina” de la Directora del Jardín de Infantes 917. Una prueba para comprender las condiciones en que las docentes vienen realizando su labor.

“Los docentes realmente aman su profesión y por eso se mantienen de esta manera, cobijando a tantos chiquitos de los barrios de este sector de la ciudad. Ya está dispuesta la Sala de 2; por eso Miguel (Mugueta) decía que este jardín va a ser igual a los jardines del centro, y tiene que ver un poco con eso. Está la planificación, después habrá que hacer otro tipo de gestión, que no depende de nosotros, que es Nivel de Inspección para crear los cargos, pero el barrio y el jardín van a tener la posibilidad de incrementar su matrícula”, indicó Quattrocchio, reconfortada porque exista igualdad de condiciones para los niños.

“Ya tienen otro espacio que es el SUM, donde pueden hacer sus clases de gimnasia o música, como se merece cualquier pequeño del distrito. Es difícil tomar la decisión de cuál es la prioridad, definir adónde apuntás primero. Las necesidades son demasiadas y la frazada siempre es corta, pero creo que en esto no le hemos errado para nada; esperemos seguir avanzando con este cuerpo de consejeros que la verdad, con ocho años que llevo allí, me hace sentir muy cómoda, sobre todo a partir del ingreso de los nuevos integrantes”, significó.

La consejera destacó el respeto que impera en la dependencia que funciona en calle De Paula, más allá de cualquier diferencia ideológica. “Podemos debatir en un marco de respeto, cada uno pone sobre la mesa lo que cree que hay que debatir, pero siempre llegamos a un consenso y eso es una cuota importante para que las comunidades educativas crezcan y se sientan apoyadas”, concluyó.