La justicia investiga si el ex intendente obligaba a personal policial y empleados municipales a trabajar en tareas domésticas, construcción y choferes para sus allegados. Los sueldos los pagaba el Municipio.
Personal policial y empleados municipales obligados a realizar tareas domésticas, de construcción, niñeras o choferes personales de allegados a Nicolás Ducoté. Eso sí, pagados desde las arcas del Municipio. De eso se trata una acusación que avanza en la Justicia y que debe afrontar el ex intendente.
Hasta horas antes de la feria judicial, el fiscal Jorge Nocetti estuvo tomando declaración testimonial a una larga lista de testigos y lo seguirá haciendo cuando finalice el receso.
La acusación es por “abuso de autoridad, asociación ilícita y malversación de caudales públicos”. Fuentes cercanas a la investigación no descartan que Ducoté termine procesado, tal como ocurrió días atrás con la megacausa de los microcréditos y las obras abonadas pero no realizadas ni finalizadas en los barrios Peruzzotti y Monterrey.
La denuncia fue realizada en 2017 por un ex empleado municipal y luego ratificada por varios otros. De acuerdo a lo que pudo saber El Diario, Ducoté los obligaba a atender cuestiones y asuntos personales de Jorge Leonhardt, hombre cercano a Ducoté y, aunque sin tener un cargo, quien se ocupaba de manejar la Secretaría de Seguridad.
Desde esa área comenzaron a darse lo manejos que ahora investiga Nocetti. Algunos empleados eran obligados a trabajar en tareas domésticas, de reparación de propiedades que pertenecerían a Leonhardt, choferes personales, todo a costas del Municipio que es desde donde se pagaban los sueldos. La misma situación debían cumplir hacia Miguel Ávalos, mano derecha de este.
Punta del Este
La acusación se inició por un empleado municipal cuyo nombre se mantiene en reserva porque fue amenazado. Tal como consta en la declaración que data del año 2017, este fue designado como chofer del SAP aunque en la práctica cumplía funciones de “chofer, custodia y obrero” de los hombres señalados y sus allegados, tareas por las que percibía un sueldo de entre 18 y 20 mil pesos.
A su vez, asegura que puso al tanto de esta situación a Ducoté, quien afirmó hasta entonces desconocerla. “Me dijo que iba a tomar cartas en el asunto”, expresó en su declaración ante los Tribunales de San Isidro. Nada de ello parece haber ocurrido.
En su denuncia, el testigo principal de esta causa refiere que en diciembre de 2016 debió prestar funciones en la ciudad uruguaya de Punta del Este, junto a una compañera de trabajo que formaba parte de la policía local, con la finalidad de trabajar como chofer y custodia de familiares de Leonhardt.
“Tenía que acompañarlos a fiestas o a lugares”, manifestó y advirtió que la mujer prestaba servicios de niñera y empleada doméstica. Por dicha razón, declaró que en febrero de 2017 se reunió con Leonhardt y tras cuestionar el haber sido designado a tareas que no tenían que ver con el Municipio, la respuesta de Ávalos fue: “que las cosas eran así, que la plata no tenía que salir de su bolsillo sino del gobierno. Que ahora ellos eran el poder”.
Luego de este episodio, el testigo fue trasladado al Depósito Municipal de vehículos, situación que el declarante consideró un “castigo” por haber cuestionado las tareas que le encomendaban.
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