María Eugenia Vidal teje con los peronismos, el de los intendentes cercanos a Cristina Kirchner y el de Sergio Massa, un triple acuerdopara avanzar con el tratamiento, y aprobación, del Presupuesto 2019 en provincia de Buenos Aires.

La gobernadora había diseñado un calendario express para que este viernes ambas cámaras legislativas aprobaran el proyecto que contempla gastos por $ 929 mil millones, con un endeudamiento de$ 85 mil millones.

“Avanza bien” dijeron a Clarín desde La Plata en un recurso, previsible, para no descartar que puedan surgir inconvenientes. Sin embargo, con las horas Vidal decidió que la sesión se mude al lunes próximo. ¿Motivo? Evitar que la jornada legislativa, que podría estar acompañada por movilizaciones, no coincida con el G-20 que este viernes tendrá, justamente, la mayor actividad.

Vidal coincidió en la decisión con Massa y Martín Insaurralde, intendente de Lomas de Zamora, que oficia de “negociador” por los alcaldes del peronismo K. En medio de un monumental operativo de Seguridad, que involucra a 22 mil efectivos de fuerzas federales y a miles de uniformados porteños y bonaerenses, se consideró pertinente que no se haga la sesión del viernes, aunque sea en La Plata, a 60 kilómetros de Costa Salguero, donde sesionará la cumbre de líderes mundiales.

El menú del acuerdo es grande y se sostiene, en particular, sobre los intendentes peronistas, tanto los que forman parte del dispositivo K como los alineados en el Frente Renovador de Massa.

Los intendentes justicialistas elevaron una serie de reclamos. Vidal, con su jefe de Gabinete, Federico Salvai, y su ministro de Economía, Hernán Lacunza, como fronting, y Manuel Mosca como operador en la Legislatura, arrancó la negociación con un texto áspero, que incluía la transferencia de gastos de 14 a 19 mil millones de pesos a los municipios.

En un escenario de crisis, con recaudación en baja y pronósticos críticos sobre la economía de 2019, la discusión entre el vidalismo y los peronismos fue de fondos, pero más que nada apuntó a reducir el impacto negativo de la pérdida de recursos.

La provincia fue alcanzada por el ajuste nacional que Mauricio Macri le prometió al FMI y Vidal trató de derivar ese costo a los distritos. El martes, los alcaldes del PJ le elevaron un rosario de temas al ministro de Gobierno, Joaquín de la Torre.

Lo que quedó fuera de la negociación fue el pedido de Massa para que Cambiemos acepte avanzar con una ley que permita a los municipios desdoblar las elecciones locales. Salvai le avisó que no había chances.