La gobernadora aceptó bajar el endeudamiento y destinar para obras en los 135 municipios unos $ 10.000 millones.
Mañana, con el apoyo parcial del bloque del kirchnerista Frente para la Victoria en Diputados y el acompañamiento partidario en el Senado, la Legislatura de la provincia de Buenos Aires iniciará el tratamiento del Presupuesto 2016 que necesita la gobernadora María Eugenia Vidal para la asignación de recursos y la prestación de servicios en la Provincia.
Este trámite requiere de, por los menos, ocho votos positivos del kirchnerismo en la Cámara de Diputados para obtener quórum y de esta manera garantizar el debate.
Para lograrlo, Vidal debió ceder en su pedido de plan de Endeudamiento: en lugar de los 98.000 millones de pesos previstos originalmente aceptó bajarlo hasta un piso de 60.000 millones de pesos.
De ese total, 10.000 millones de pesos tienen un destino seguro: se distribuirán entre los 135 municipios bonaerenses.
Esta fue la demanda del medio centenar de intendentes del FpV que conformaron una comisión mixta en la Legislatura y lograron quebrar la inercia parlamentaria desde la frustrada sesión del 29 de diciembre pasado.
Los legisladores de ese bloque proponen el mismo esquema, pero con un techo presupuestario de 50.000 millones de pesos. No obstante, la resolución es política. El nudo continúa en Diputados. Persiste la rebeldía de 12 integrantes del kirchnerismo más concentrado, sobre una representación total de 36 escaños.
La tensión permanecerá hasta un minuto antes de la convocatoria a Labor Parlamentaria, el mediodía de mañana. Sólo en ese momento quedará definida la voluntad del kirchnerismo de aportar quórum.
Admiten el riesgo de ruptura por una interna larvada en el bloque. ¿Quién va a tomar la decisión de romper?. “No aparece una opción recomendable”, admiten en los pasillos de la Legislatura. El kirchnerismo ya se fracturó en el Senado. Ahora están divididos en FpV y PJ.
En Diputados, el presidente del bloque, José Ottavis, encolumna voluntades detrás de “La Cámpora”, pero es incapaz de arrastrar a otro grupo de entre 14 y 16 representantes de variada procedencia. Fernando “Chino” Navarro (Movimiento Evita) y Horacio Gonzalez (ex presidente del cuerpo legislativo) articulan entre rígidos y moderados.
Walter Abarca, ex secretario privado de Néstor Kirchner, mantiene una legión de seguidores acotada. Era uno de los refractarios del acuerdo, pero atenuó sus posiciones. Fue uno de los expositores de la comisión mixta con el ministro de Gobierno, Federico Salvai, en la reunión del lunes en el Banco provincia. El funcionario explicó que están “acercando posiciones”.
Se manifestó de acuerdo con la solicitud de los intendentes de destinar parte del endeudamiento para obras de infraestructura de los municipios y en seguridad.
“Vamos a intensificar el diálogo”, insistió ayer el vicepresidente de la Cámara de Diputados, Manuel Mosca (Cambiemos).
En tanto, el Frente Renovador acompaña al oficialismo. El presidente de la Cámara, Jorge Sarghini, reunió a legisladores propios y una docena de intendentes para consolidar ese entendimiento (ver recuadro en esta página).
Nada está resuelto hasta las 13 de mañana, cuando debiera empezar la sesión. Una variante que pondría a resguardo la performance opositora del kirchnerismo, sería que todo el bloque aporte quorum.
Una mínima parte acompañe al oficialismo con las leyes, y el resto resuelva directamente votar negativamente o abstenerse en algún caso. Alguien lo está pensando en La Plata. Pero, la última vez, el último día de diciembre, en apariencia una orden de Cristina Fernández –desde Calafate- ordenó repliegue.
Esta vez, descartan la eventualidad de un teléfono rojo antes de la campanilla para ir al recinto.
Comentá la nota