Para evitar inconvenientes, decidieron bajar levemente el nivel de la colectora y estudian suspender algunas expropiaciones previstas. Desde Vialidad aseguran que no se modificarán las encrucijadas y pasos peatonales.
La Dirección Nacional de Vialidad avanza con las tareas de construcción de la autovía Travesía Urbana Corrientes, a poco más de un año del comienzo de la obra que unirá Riachuelo con el ingreso a Santa Ana. Según señalaron, se realizaron algunos leves ajustes al proyecto inicial para evitar complicaciones. De igual manera, aseguraron que no habrá cambios en los cruces ruteros y tampoco en los que serán para peatones.
En diálogo con El Litoral, la gerente de la Región NEA de Vialidad, Ingrid Jetter comentó que “decidimos bajar un poco el nivel de la colectora, algo que fue aprobado para que no haya dificultades en una zona específica”. La funcionaria agregó en este sentido que “se trata del sector cercano a ‘La Pepiniere’, en el cruce con Libertad aproximadamente”.
Allí, desde el centro cultural habían expresado hace un tiempo su preocupación porque la obra dejaría un muro frente a su entrada, complicando el ingreso. “Con este cambio de nivel los vehículos van a poder entrar al predio sin mayores problemas”, aseguró Jetter a este matutino.
Por otra parte, desde Nación se encuentran evaluando una modificación para facilitar la intervención en un tramo rural de la Ruta 12, entre Riachuelo y la zona previa al ingreso al barrio Pirayuí. Al respecto, Jetter explicó que “está prevista la expropiación de unos 4 ó 5 metros al costado, algo que estamos tratando de evitar”.
De esta manera, se encuentra en estudio la posibilidad de eliminar la expropiación, lo que significaría trasladar postes y tendido, complicando el avance de las obras de la nueva vía que se construirá. “Tenemos un ancho de 70 metros y la idea es llegar a 80, y que quede un margen para obras futuras como gas natural”, contó la gerente de Vialidad Nacional. Del mismo modo, aclaró: “Esto todavía se está evaluando y no hay una decisión tomada”.
Más allá de estos ajustes que se aplicaron y se planifican, desde Nación señalaron que el proyecto original será respetado en un amplio porcentaje, sin grandes modificaciones. De esta manera, las nuevas calzadas y los cruces peatonales se mantendrán tal cual lo previsto.
Mientras tanto, las tareas de construcción avanzan a buen ritmo y aseguran que se está cumpliendo con los plazos estipulados cuando se inició, en mayo del año pasado. “Venimos muy bien, por el momento no se solicitó una ampliación de tiempo, por lo que estamos conformes con las obras”, dijo al respecto Ingrid Jetter.
Así, la fecha estipulada para la finalización de los trabajos en el tramo de 13 kilómetros es mayo del año que viene, cuando debería culminar la construcción para que la colectora sea habilitada, y haya dos carriles para cada sentido.
Según señalaron desde Vialidad Nacional, los trabajos que se realizaron hasta el momento son los que demandan más tiempo, pero los que insumen menos gasto. Por eso, hasta ahora se gastó una porción menor del presupuesto total de la obra que es de unos $1.300 millones.
Sobre esta cuestión, Jetter detalló que “se hizo lo más barato, que son las obras de colocación de ductos para pluviales y movimiento de suelo”. Asimismo, la funcionaria nacional expresó: “Lo más caro es el pavimento, que se va a comenzar dentro de poco”.
En cuanto al avance previsto, señalaron que se realizarán tramos de asfaltado y, posteriormente, se llevarán adelante las obras complementarias como los cruces peatonales. “Si se termina una parte de la colectora se va hacer ya el puente, para que la gente pueda cruzar, no vamos a esperar que termine todo el pavimento para hacerlo”, explicó Jetter en ese sentido.
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