En este año, el Gobierno trabajará arduamente para ejecutar las dos autopistas sobre las rutas 20 y 40 que unirán Capital con Caucete y Albardón, respectivamente. Otro objetivo es avanzar en las expropiaciones de los terrenos para el segundo anillo vial que prmitiría descomprimir el tránsito y llegar mucho más rápido.
El segundo anillo vial es, sin dudas, una de las obras que más se espera en la provincia y en la cual el Ejecutivo provincial pondrá primera en el último año del tercer gobierno giojista. Se trata de uno de los proyectos de mayor envergadura que forma parte del ordenamiento territorial de la provincia y promete descongestionar el tránsito en el Gran San Juan, el cual se ha visto saturado por el crecimiento demográfico en los últimos años.
Pero previo a su ejecución, primero el gobierno intentará avanzar en la concreción de dos autopistas que serán claves para la fluidez del tránsito en el norte y este de la provincia y formarán parte de la segunda circunvalación.
Una es la doble vía de Ruta 40 que unirá San Juan con Albardón y la otra es por Ruta 20 que unirá Capital con Caucete.
Según señaló el director de Vialidad Provincial, Edgardo Güerci, en la agenda del 2015 ya está proyectado gestionar en la Nación el envío de fondos para la autopista de Caucete.
“Para nosotros eso ya es un hecho y queremos avanzar en el proyecto que se está elaborando, al igual que ocurrió con la autopista San Juan-Albardón”, explicó el funcionario.
Hace prácticamente cuatro años que se viene trabajando en el proyecto de la segunda avenida de circunvalación para la provincia y a medida que se fue avanzando se evaluó la intersección de este anillo con estas dos autopistas.
“Tenemos que encontrar la zona donde nos permita hacer los rulos de una intersección que es tipo trébol, de tal manera que tenga los espacios suficiente para poder acceder. En función de algunos análisis de proyección de demanda futura de tránsito y demanda de carga de transporte pesado, se hace todos estos estudios que se le van sumando a la idea inicial”, explicó Güerci.
El futuro anillo fue declarado en 500 metros como zona intangible, lo cual significa que en dicha zona nadie puede realizar ninguna obra que no sea aprobada por la Dirección de Planeamiento y que esté vinculado al proyecto vial.
“Para eso hay un ley que debe ser respetada y nosotros en estos 365 días tenemos la obligación de establecer cual será, dentro de los 500 metros de zona de camino, definitivamente los 120 metros que vamos a requerir para la expropiación y en un año tenemos que tener definido y liberar el resto”, dijo el titular de Vialidad Provincial.
Cabe recordar que, tal como ya se anunció cuando se presentó, este segundo anillo vial unirá a siete departamentos productivos de la provincia: Chimbas, Santa Lucía, 9 de Julio, Pocito, Rivadavia, Albardón y Caucete.
“En el segundo anillo hace prácticamente cuatro años que venimos trabajando, obviamente con una absoluta reserva que nos pidió el Gobernador, lo entendemos y lo venimos entendiendo siempre. Primero se hicieron muchos relevamientos de terrenos, se estudiaron distintas opciones y alternativas para dar con la localización a este anillo. Incluso, se llegó a estudiar cuáles serían aquellas actividades que van a recibir estos beneficios; estamos hablando de tránsito pesado, potenciar áreas de bajo valor económico y que de alguna manera podrían llegar a posibilitar accesibilidad a zonas que hoy no tienen rutas, sin accesos, terrenos de bajo poder económico, de tal manera que las expropiaciones no resulten onerosas”, acotó el titular de Vialidad Provincial.
Ello es clave porque en la expropiación de los terrenos, influirá la especulación inmobiliaria, lo que provocó el silencio por parte del Gobierno, durante tanto tiempo mientras se elaborada el diagnóstico de la obra.
Güerci dijo que lo más inmediato a resolver en estos meses son las rutas que partiendo del eje de estos dos anillos, cómo van a atraversarlo, por dónde y cómo va a interconectar con los distintos departamentos. “En cada una de esas intersecciones, tenemos que ver como se resuelven entre dos autopistas”, añadió.
Así, la enorme red vial conectará los departamentos más transitados con las rutas y de esta manera descomprimirá el tránsito y permitirá al transporte de cargas llegar rápidamente a las comunas más alejadas
La financiación
Por otro lado, mientras se avanza en lo técnico, el gobernador José Luis Gioja y el ministro de Infraestructura, José Strada analizan dónde acudirán para obtener el financiamiento de la obra.
En una primera instancia se pensó en el Plan Quinquenal de Obras que financia la Nación, pero días atrás, el ministro dijo que hay posibilidades con el Fondo Árabe para el Desarrollo Económico y Social de Kuawit, como se hará con el Acueducto Gran Tulum.
La obra demandará una inversión de 500 millones de dólares.
“Nuestro gobernador va a gestionar fondos para llevar adelante este proyecto porque son inversiones importantes”, señaló Güerci.
“Hay que saber diferenciar cuales son las distintas etapas. Si hay algo que nos caracterizamos en nuestra gestión de gobierno es que cuando vamos anunciando, lo damos con absoluta claridad y después de haber hecho estudios de pre-diagnóstico o anteproyecto”, puntualizó.
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