Cifras oficiales muestran que cada vez se toman más bebidas energizantes con alto contenido de cafeína, especialmente entre adolescentes.
Monster, Red Bull, Speed son algunas marcas de bebidas energizantes que se comercializan en Argentina y tienen una llegada fuerte al público joven. La cuenta de Red Bull en la red social Instagram cuenta con la friolera de 16 millones de seguidores y Monster Energy, 8 millones. El cantante de cumbia L-Gante es la cara de un nuevo lanzamiento al mercado, Rockstar, una bebida que promete “energía por 100 pesos”.
Según la consultora Nielsen, en 2020, la facturación de estas bebidas en Argentina aumentó un 47% respecto al año anterior, y las ventas subieron un 46% en unidades, de acuerdo a la Cámara Argentina de la Industria de Bebidas sin Alcohol (Cabidsa).
La ingesta en el país supera las 185 millones de latas al año, según la Cámara de Fabricantes de Alimentos Dietéticos y Afines (Cafadya). Un informe reciente de Global Data sostiene que el ritmo de crecimiento en la Argentina es similar al registrado en América Latina y pronostica un porcentaje superior al 35% en los próximos cinco años.
Los datos duros tienen su correlato en las calles del conurbano bonaerense. Al mediodía durante la salida de la escuela o la tarde en las plazas se puede ver a adolescentes compartiendo latas de energizantes. En una recorrida realizada por El Diario Sur, un kiosquero de Monte Grande contó que los chicos las consumen “a toda hora” y que él mismo las consume para mantenerse despierto. En todos los negocios, estas bebidas tienen un lugar privilegiado en la exhibición, lo que muestra que son el boom del momento.
Según la Organización Panamericana de la Salud, la obesidad y el sobrepeso afecta a 4 de cada 10 niños, niñas y adolescentes. Y estas bebidas no deberían formar parte de la dieta de nuestros hijos. “No las necesitamos”, asegura la médica pediatra Dra. Florencia Bizarro (MP 331.913), que trabaja en el Centro Pediátrico de Monte Grande y es vecina de la ciudad. “Tienen muchos carbohidratos: predispone a la obesidad y a la diabetes”, advierte.
“Uno de los principales motivos por el que los adolescentes las consumen es por su alto contenido de cafeína, que es más del doble que las bebidas cola o un café. Y eso es estimulante del sistema nervioso central”, amplía la Dra. Bizarro.
Con campañas publicitarias de alto impacto, estas bebidas son promocionadas “para mantener la energía” y son consumidas, por ejemplo, por estudiantes para no dormirse. Y agrega: “En los chicos, la dosis para generar efectos es mucho menor que en un adulto. Pero como todo, en el tiempo va creando acostumbramiento. Si ves un efecto con una dosis de 50 mg de cafeína, después vas a necesitar 100 mg para conseguir el mismo resultado. Con 300 ó 400 mg ya es un efecto tóxico”. Una lata de Monster, por ejemplo, contiene 120 mg de cafeína.
Los niños, niñas y adolescentes que consuman este producto “van a estar irritables, no van a poder dormir, van a estar excitados. Incluso en grandes dosis pueden provocar convulsiones. Depende también si hay alguna predisposición”, continúa Bizarro.
Al tiempo que remarca: “No es una bebida que nuestro cuerpo necesite. Tiene vitaminas y algunos nutrientes que encontramos también en un montón de otros productos”.
El trabajo de prevención no está dirigido sólo a los adolescentes ya que “ni los adultos deberíamos consumir estas bebidas porque no nos hace bien esa dosis alta de cafeína y esa dosis alta de carbohidratos. No las necesitamos”, concluye la especialista.
Los riesgos de la mezcla de bebidas energizantes con alcohol
“Combinan los energizantes con alcohol porque el efecto del etanol, a medida que lo consumís te va durmiendo, lo que sería una protección para no seguir tomando. Pero al ingerir la cafeína con los energizantes, están más tiempo despiertos, duran más tiempo en la noche y los hace tomar más. Entonces hay mayores intoxicaciones por alcohol”.
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