Desde Libertador y Perico rechazan esta nueva carga tributaria.
La nueva tasa que se cobrará por la recolección de residuos urbanos (tasa Girsu) sigue recogiendo rechazos de los vecinos en municipios del interior. No sólo por la carga que significa sobre los alicaídos bolsillos de la gente, sino porque además el extraño mecanismo de determinación de los montos a cobrar quedaría atado al consumo de kilovatios de energía eléctrica. Ediles de Perico y Libertador se pusieron al frente de los reclamos de los vecinos, denunciando las elevadas tasas que se deberán pagar, incluidas en las facturas de energía de Ejesa, en la que también se recargan otras tasas municipales.
El edil Walter Cardozo (PJ) de Perico señaló: "La gente en Perico está muy molesta porque esta iniciativa se aprobó sin debate y sin informar adecuadamente a los concejales de la oposición. El intendente Ficoseco prometió abrir diálogos con las instituciones, pero eso no ocurrió". Agregó que una vez promulgado el proyecto, el Ejecutivo enviará las directrices a Ejesa para unificar el cobro de la tasa en la boleta de luz, similar al método utilizado para el alumbrado público, pero advirtió que se transferirá la propiedad de la totalidad de los residuos a Girsu, lo que consideró un despropósito. Por su parte, desde Libertador, la edil Patricia Gutiérrez advirtió acerca los montos que se sumarán a las tarifas de luz. Según Gutiérrez, la tarifa más baja de la categoría R1 se incrementaría en $8.200, mientras que las categorías superiores, como R6 y R7, podrían alcanzar los $12.312. En el caso de los servicios comunitarios, la tasa será de $9.234, y la Tarifa Social, destinada a jubilados, será de $4.104. La tasa también afectará a comerciantes y empresas, con sumas aún mayores, en las categorías G1 a G5, los costos llegarían hasta $64.000, y las empresas más grandes tendrán tarifas de hasta $513.000.
En Palpalá, el Concejo Deliberante no logró el tratamiento de la ordenanza de Girsu, por la oposición de cuatro ediles y la reacción de los vecinos que prácticamente tomaron la sede del deliberativo, evitando el debate parlamentario. En todos los casos las quejas se orientan no sólo a los montos y al mecanismo para fijarlos, sino también molesta a la gente que la iniciativa se aprobara en los deliberativos prácticamente sin debate y sin informar adecuadamente a todos los legisladores.
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