La ingeniera Ambiental, Ximena del Cerro fue quien firmó el informe que se realizó en el predio de Consorio Girsu. A su modo de ver las cosas, muchos puntos dejan bastante que desear.
Uno de los aspectos que se estudió dentro del extenso informe que la Municipalidad recibió con respecto a la empresa de servicios SAPEM, está referido al predio situado en zona rural correspondiente al Consorcio Girsu. De entrada hubo polémica porque muchas comunas adheridas no estaban abonando el canon para traer sus residuos a la ciudad. Pero no todo termina allí.
La ingeniera Ambiental, Ximena del Cerro, se encargó de detallar lo que pudo observar con respecto al impacto contaminante que conllevarían los malos manejos que hay en ese sitio. "De lo que se había propuesto hacer, se llevó adelante muy poco", comenzó por decir en una rica charla con Radio Casilda. El punto de comparación parte del proyecto que se confeccionó y se entregó al Ministerio de Medio Ambiente. El cual resultó aprobado.
Uno de los compromisos que se asumieron cuando se conformó el Consorcio fue el de compactar los residuos domiciliarios en una estación de transferencia, ubicada al lado del Área Industrial. El fin era el de armar fardos de alta densidad que luego sería tapados con tierra en el predio de la SAPEM. Además, eso ayudaría a separar el líquido contaminante para su tratamiento.
"Los fardos no se hacen y las bolsas llegan al predio tal cual las deja el vecino en la puerta de su domicilio", reveló del Cerro. Y agregó que tampoco existe un permiso para extracción y/o venta de tierra, por más que sea de uso propio.
Más adelante se refirió a las excavaciones realizadas, que van mucho más allá de las cavas que se propusieron en el proyecto original. Por el tipo de suelo, no deberían exceder más allá del metro, pero hay huecos de hasta ocho metros.
Además, la ingeniera sugirió que se deberían haber realizado dos perforaciones a los costados para constatar que no se contamine el agua. Midiendo calidad antes y después del relleno sanitario. Tampoco hay venteos, que sirven para evitar la acumulación de gases que se desprenden de la descomposición de los residuos.
En fin, demasiadas irregularidades de las cuales el municipio ya tomó nota y ahora deberá decidir como continuar adelante con una idea que en la práctica parecía genial, pero que se aplicó atada con alambres y ya se oxidaron.
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