Mayo fue un mes de varios récord para la dinámica externa, con un superávit extraordinario. En algo impensado durante el año pasado, cuando apostaban a la devaluación, ahora cambió el sentido de la especulación por parte de las empresas, que ahora liquidan de más.
La promesa de que habrá continuidad en el atraso cambiario, de la mano de la estabilidad lograda pese a las corridas del 2020, generó que mayo fuera un mes con varios récord en el mercado cambiario. En términos de liquidación de exportaciones, fue el mejor mes desde abril del 2014, con un ingreso de USD 7.279 millones, incluso por encima de las ventas externas declaradas en Aduana. Así, el superávit de cuenta corriente terminó siendo el más abultado desde mayo del 2012. Y el ingreso de reservas, gracias a la fuga en números negativos y un pago de deuda privada acotado, fue de USD 1.000 millones.
Así, cambió el sentido de la especulación de las empresas. Mientras que, con la debilidad cambiaria generada en el 2020, atrasaron liquidación de exportaciones para presionar sobre las reservas, con el sector oleaginosa a la cabeza; ahora, ocurrió lo que entonces era impensado. No hubo megadevaluación y, por el contrario, con atraso cambiario y crecimiento de las tenencias de dólares del BCRA, pasa a convenir adelantar.
Como para cobrar dimensión de la cifra de crecimiento de las reservas, es la primera vez desde julio del 2010 que se llega a ese número sin endeudamiento o ingreso de divisas vía carry trade. Tanto en 2014, como en 2017 y 2018 se lograron incrementos mensuales superiores pero generados a través del endeudamiento con privados, con el FMI o con un ingreso masivo de dólares para jugarle a la tasa local y luego fugar, lo que llevó a las crisis cambiarias de 2018 y 2019.
En cambio, en este caso, al igual que en aquel récord de julio del 2010, la mayor explicación se dio por la vía de la balanza de bienes. De hecho, durante mayo del 2021 no hubo ingresos por endeudamiento sino, por el contrario, se efectuaron pagos en el neto; y el carry trade de extranjeros se mantuvo prácticamente nulo, con el ingreso de apenas USD 1 millón.
El ingreso de divisas por el comercio exterior de bienes fue de USD 7.279 millones y los pagos de importaciones de USD 4.919 millones. Es decir, ingresaron más dólares por liquidación de ventas externas que las propias exportaciones del mes, que según las declaraciones juradas en Aduana informadas por el Indec, a través del informe del Intercambio Comercial Argentino (ICA), totalizaron solo USD 6.764 millones. Es decir, se liquidó todo lo exportado y además USD 500 millones extra. Algo similar ocurrió con las importaciones, cuya salida declarada en Aduana había sido USD 5.141 millones.
El atraso cambiario como explicación
El director en Argentina de la Cámara de Comercio Internacional (ICC, según sus siglas en inglés), Marcelo Elizondo, explicó las razones del desfasaje que dejó más liquidación que exportaciones declaradas: “Hay un par de cuestiones. Por un lado, las exportaciones locales son mayormente en productos elaborados a partir de la cosecha. Eso, por razones operativas, a veces se paga más tarde y entonces el número de mayo puede reflejar algo de eso. Por otro lado, y lo más probable es que tenga que ver con esto, la señal oficial es 'voy a retrasar el tipo de cambio' y es lo que se está viendo, con una inflación arriba de 3% y un ajuste cambiario nominal algo arriba de 1%. Conviene liquidar lo que no habías liquidado y anticipar todo lo que puedas, porque rinde más en términos reales”.
Y agregó: “Nos estamos acostumbrando a esto, a pensar si conviene anticipar o retrasar la liquidación, a calcular por qué sucede, por qué hay diferencias en los números de Aduana y BCRA. Y no nos tenemos que acostumbrar a eso porque lleva a malos resultados”.
Superávit externo extraordinario
Con todo, el balance de bienes terminó con un superávit de USD 2.365 millones. Gracias a ello, y a que los pagos de intereses y la balanza de servicios tuvieron números acotados gracias a la pandemia y su efecto en el turismo y a la negociación de la deuda privada, la cuenta corriente terminó con un superávit extraordinario de USD 1.727 millones. Desde mayo del 2012 no se observaba un número tan alto. Por intereses y remisión de utilidades de las empresas extranjeras se fueron USD 539 millones y por la balanza de servicios USD 100 millones, con el turismo virtualmente apagado.
La inversión productiva del extranjero sigue siendo casi nula, de USD52 millones; la financiera, también; los pagos de préstamos de las empresas continúan por debajo de los niveles del 2020 y totalizaron apenas USD304 millones, la mitad de lo que fue el promedio mensual del año pasado.
En cuanto a la fuga, sigue siendo negativa. Hubo cierto carry trade de los locales, tal como viene ocurriendo desde hace tres meses. Ingresaron USD 28 millones por esa vía.
Por Mariano Cuparo Ortiz
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