VILLA ANGELA (Agencia) --Los últimos hechos acontecidos en cuanto a la situación sanitaria que se vive en nuestra ciudad son muestra de los problemas que atraviesa el hospital zonal Salvador Maza, que afectan también a la región sanitaria, desnudan la fragilidad del sistema en toda la zona. Falencias, entre otras, ...
Esto hoy ya ha hecho crisis, la muerte de una joven embarazada de tan sólo 15 años se debió a que no se pudo contar en el momento con el profesional adecuado a cargo del servicio de anestesiología. Esta profesional que debía haber dado respuesta, que luego ante esta situación habría renunciado “de forma indeclinable” al hospital, sigue según los informes desaparecida, es un ejemplo de la precariedad con que se maneja la salud.
Si bien es cierto que el director del hospital, doctor Mario Ojeda, cumpliría las dos funciones --es decir director de hospital y de zona sanitaria--, esto no basta ya que la zona vive pendiente en situación de riesgo dado que hasta las atenciones básicas, en algunos sectores, no son prestadas como corresponde. Teniendo como base que se trata de un centro asistencial zonal, a partir de la muerte hace muy pocos días de una joven embarazada de 15 años, comienza a desnudarse la realidad de las falencias de este hospital regional, y a pesar de que esto llevaría ya un prolongado tiempo nada o nadie ha revertido este cuadro de situación. Sin dudas la pregunta es: ¿se necesitó llegar a esta situación para que las autoridades responsables del sistema de salud comiencen a pensar cómo se sale de esto? ¿Y mientras tanto qué? ¿Dónde estaban los funcionarios que hoy se horrorizan y comienzan a investigar sobre un hecho ya consumado? Porque ¿se debe simplemente penalizar únicamente a esta profesional anestesista? La vida de esta adolescente no se recuperará jamás. ¿No sabía el director los riegos que se corrían al no contar con un plantel que atienda las necesidades de la zona? ¿No sabía que de dos profesionales afectados a esa área, uno estaría suspendido en su función por lo que todo recaía en una sola persona, ausente en ese momento cuando más se la necesitó, con el agravante de que --según se dijo-- fue imposible contactarla? Sin dudas muchos son los interrogantes que se plantean, ya que no basta con la renuncia a su cargo de la profesional o del propio director, como se baraja en algunos medios. Esto amerita una profunda investigación que si bien no podrá recuperar esa vida joven por lo menos que la mano de la Justicia llegue adonde deba llegar para, valga la redundancia, se haga justicia y esa alma pueda descansar en paz. La Dirección de Regiones Sanitarias informó la designación de otro profesional para que realice en forma transitoria la cobertura de este servicio para garantizar la cobertura de las futuras cirugías. ¡Qué lástima que esta medida llegó demasiado tarde! Lo perdido no se puede recuperar y lo más triste es el sabor amargo de los familiares de esta joven que no pueden entender por qué pasó y lloran su ausencia. Pedro Capkauskas
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