Los choferes de colectivos del transporte urbano podrían dejar sin servicio a la ciudad entre las diez de la noche y las cinco de la mañana, en reclamo por la falta de seguridad que se vio reflejada en los últimos días en varios hechos delictivos, uno de ellos de suma gravedad.

Al mismo tiempo, pedirán a las autoridades municipales la urgente implementación del sistema de boleto electrónico, con el fin de no portar dinero en las unidades.

La medida fue acordada ayer en una asamblea que se realizó en la planta de la empresa Ersa, y se decidió no prestar servicios de ninguna de las líneas que explota la misma, entre las diez de la noche de hoy y las cinco de la mañana del martes.

“En los últimos tiempos se produjeron numerosos hechos de inseguridad, pero lo que pasó el viernes, cuando le cortaron los dedos a uno de nuestros compañeros, creemos que colmó nuestra paciencia. No podemos prestar un servicio en esas condiciones, por lo que en las horas críticas no vamos a trabajar”, indicó un vocero de los choferes de Ersa.

Lo decidido durante la asamblea fue puesto en conocimiento de las autoridades de la filial local de la Unión Tranviarios Automotor, quienes decidieron acompañar el reclamo.

Todas las empresas

“Los compañeros de Ersa me han informado de lo que han resuelto, y seguramente mañana (por hoy) vamos a decidir cómo vamos a hacer el reclamo. Pero queda claro que si se concreta el paro será de todas las empresas, no sólo de Ersa”, confirmó Antonio Villalba, titular de la filial local de UTA.

El dirigente gremial justificó la preocupación de los choferes, y dijo que “evidentemente no están dadas las condiciones” como para brindar un servicio que garantice seguridad tanto a los trabajadores como a los propios pasajeros.

“La suspensión del servicio va a ser en las horas críticas, en las que los choferes están más expuestos a ser asaltados”, indicó Villalba.

Presencia policial

Cabe destacar, que debido a los reiterados casos de inseguridad que sufrieron los choferes, meses atrás se dispuso la presencia de un efectivo policial en cada una de las unidades, a partir de las diez de la noche y hasta la finalización del recorrido de las empresas.

Esa determinación de las autoridades impidió que se realizara la suspensión del servicio y se evitó así un perjuicio para miles de pasajeros que regresan a sus hogares desde el centro de la ciudad.

Incluso, los trabajadores del sector hicieron conocer a las autoridades municipales y de la Policía de la provincia un mapa con los puntos más conflictivos de la ciudad, y los barrios en los que se encuentran más expuestos al accionar de los delincuentes.