Por Claudio AliscioniEl flamante presidente le dedicó tramos de su discurso. Hoy visita la tumba de Chávez.
La Presidenta le sacó el cuerpo a los efectos del masivo cacerolazo del jueves en Argentina y fue arropada ayer por sus aliados políticos de la región en la ceremonia de jura del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
Cristina Kirchner ganó protagonismo en al menos media docena de tramos del discurso inaugural que dio Maduro ayer al mediodía ante el pleno de la Asamblea Nacional. El venezolano exaltó su gestión y tuvo un recuerdo emotivo para Néstor Kirchner.
Maduro asumió en medio de críticas de la oposición, que le ha reprochado su reticencia a un conteo total de votos pese a que el último domingo derrotó a su rival, Henrique Capriles, por apenas 260.000 votos sobre un total de 15 millones de sufragios válidos (ver pág 36).
Cristina llegó a las 7 de la mañana a Caracas procedente de Lima, donde participó de una reunión de la UNASUR que celebró la decisión de la justicia electoral venezolana de admitir una revisión del 100 por ciento de los votos emitidos, como pretende la oposición. Cristina se dirigió en autómovil al hotel Tamanaco, donde la esperaban –entre otros– la ex embajadora en Venezuela, Alicia Castro. Acompañaban a la presidenta el canciller Héctor Timerman; el ministro de Planificación, Julio De Vido; el secretario de la Presidencia, Oscar Parrilli; el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini; y el gobernador Sergio Urribarri.
La mandataria fue, sin embargo, uno de los últimos jefes de Estado y de gobierno en arribar al Palacio Legislativo. Luego de ser mencionados por el locutor oficial a su ingreso al engalanado edificio, todos fueron muy aplaudidos por los asistentes a la ceremonia. Pero la llegada de la mandataria fue celebrada en particular por la tribuna de chavistas.
La presidente ocupó un sitio de honor ante el estrado de la Asamblea flanqueada por la brasileña Dilma Roussef y el cubano Raúl Castro. Entre otros asistentes estuvo el presidente iraní, Mahuamad Ahmadinejad.
El mandatario persa siguió la ceremonia acompañado por un traductor y, en general, estuvo lejos de Kirchner. Ahmadinejad fue vivado también por algunos presentes al ingresar al hemiciclo.
Anoche, como lo hizo el jueves cuando salió de la Argentina poco antes de la protesta, la Presidenta lanzó otra batería de tuits.
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