Ayer juraron los doce nuevos ediles, electos en los comicios de octubre. Cambiemos aumentó su cantidad de legisladores y sus conflictos puertas adentro.
El intendente Julio Garro tomó juramento ayer a los doce concejales electos en los comicios de octubre, que renovaron la mitad del cuerpo legislativo.
De esta forma, tomaron posesión de su mandato los ediles de Cambiemos, Javier Mor Roig, Julieta Quintero Chasman, Raúl Abraham, Ileana Cid, Darío Musto y Liliana Lucha; los concejales de Unidad Ciudadana, Victoria Tolosa Paz, Norberto Gómez, Ana Herrán de Castagneto yCristian Vander, y los de la alianza 1País, dentro de la cual renovó su banca el Progresista Gastón Crespo e ingresó Virginia Rodríguez.
También fueron elegidas las nuevas autoridades del Concejo Deliberante. Fernando Ponce fue reelecto como presidente del Cuerpo, mientras que la primera vicepresidencia quedó ocupada por Lorena Riesgo (FpV-PJ) y la segunda corresponde a Virginia Rodríguez (Frente Renovador).
Peligro de implosión
Consultado sobre la nueva composición mayoritaria del Cuerpo, Ponce sorprendió al decir que a partir de ahora “vamos a tener once concejales”, teniendo en cuenta que son doce los que integran la nueva nómina de Cambiemos.
Sus palabras están directamente relacionadas con lo que al interior del bloque es un secreto a voces: el deseo de expulsar a la radical Florencia Rollié, quien se ha mostrado crítica con la actual gestión en más de una oportunidad.
La decisión tendría un alto costo político, ya que desataría revuelo en un frente cuyo principal eje discursivo es el del diálogo pese a las diferencias internas, con el Presidente Mauricio Macri y su socia política Elisa Carrió como línea rectora.
De esta manera, no sorprendieron ayer los silbidos de la Juventud PRO cuando la secretaria legislativa nombró a Rollié mientras pasaba lista a los concejales presentes.
Sin embargo, la edil radical en Cambiemos negó categóricamente haber recibido algún pedido de expulsión o tener en mente irse del bloque. “No pienso renunciar”, dijo a este medio.
En ese sentido, manifestó que sus compañeros de espacio “pueden sentir que no estoy acompañando, pero en realidad yo acompaño todo aquello en lo que coincida. Lo que entre en contradicción con mis convicciones o vaya en contra de los intereses de los vecinos de La Plata, no voy a votarlo”.
Por caso, en la sesión del último miércoles, en la que se trataron una serie de leyes medulares para la gestión municipal, la concejal dio su voto favorable a la Ordenanza que aprobó el aumento de tasas y al proyecto de Presupuesto 2018, pero votó negativamente, con duros argumentos, la ordenanza Fiscal e Impositiva del Mercado Regional y el pliego licitatorio del nuevo servicio de recolección de residuos.
“Mi compromiso es con los vecinos, no con el intendente y mucho menos con otros concejales”, sostuvo Rollié.
Por último, reiteró que no está “notificada de nada” y advirtió que, si sus pares de Cambiemos solicitan su expulsión, pedirá “los motivos por escrito con la firma de la mayoría del bloque”.
El otro fuego interior
La concejal Florencia Rollié no es la única preocupación presente al interior del bloque oficialista. Otra disputa subyace por la presidencia del ahora numeroso grupo de ediles, que necesitará de una conducción fuerte y eficaz.
Si bien hace unos meses trascendió que Javier Mor Roig había pedido ocupar ese rol, tras haber liderado la nómina de candidatos a concejales y haber ocupado un cargo medular como la Secretaría General dentro del gabinete municipal, por estos días la puja involucraría a dos ediles: Claudio Frangul y Julio Irurueta.
El primero busca que el radicalismo siga teniendo presencia institucional en el cuerpo como parte del Frente Cambiemos a través de este puesto, sucediendo al saliente Juan José Cardozo, también radical.
En el caso de Irurueta, si bien pertenece a una línea interna diferente de la del jefe comunal dentro del PRO, es quien ejerce el rol sin título, exponiéndose a argumentaciones imposibles y mostrando una inagotable voluntad para el consenso, que el oficialismo aún necesita para sacar sus normas.
La decisión es del intendente Julio Garro en su calidad de presidente del PRO La Plata. Deberá optar por corrección institucional o eficacia política. Todo indica que lo reflexionará durante sus vacaciones.
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