Por Omar Bravo
El lanzamiento definitivo de la campaña presidencial dejó atrás un período de ocultamiento sistemático y comienza a quedar claro que, sin catástrofes de por medio, Daniel Scioli será presidente, Aníbal Fernández gobernador bonaerense,y Mauricio Macri quedará fuera de carrera en primera o segunda vuelta, porque el tercero, Sergio Massa, le quitará un vital porcentaje de votos.
Durante dos meses, el ruido mediático honró uno de los postulados clásicos de Ignacio Ramonet: exceso de ‘información’ para ocultar información. Esa histeria cotidiana pretendió olvidar el triunfo de Scioli en las Paso por casi diez puntos e invisibilizar la suma de votos peronistas bonaerenses que sacaron una ventaja similar a María Eugenia Vidal, la candidata de Macri.
La consultora Aresco, fundada por Julio Aurelio y conducida ahora por sus hijos, ya lo había dado un anticipo a principios de setiembre, pero los medios opositores privilegiaron denuncias y ‘escándalos’ varios, todos insostenibles. Aquella tendencia aseguraba que la candidatura de Macri estaba estancada y que su crecimiento se había detenido en…diciembre de 2014.
Ahora, Federico Aurelio informó que su última medición le da triunfo en primera vuelta al candidato del Frente para la Victoria por más de once puntos, aunque por el margen de error de toda medición no puede descartarse una segunda vuelta. Scioli también estira su ventaja en territorio bonaerense, lo que arrastra a Aníbal unos diez puntos por arriba de Vidal.
Las escasas tres semanas que restan para los comicios presidenciales no parecen ofrecer espacio para grandes modificaciones, dicen los consultores, Tito Bacman de CEOP entre ellos, cuyos números coinciden punto más o menos con los de Aresco, Analogías y Hugo Haime.
A propósito de la mención a Ramonet, es en el plano mediático donde también se registró una gran novedad. La vituperada ‘prensa oficialista’ también puede hacer daño. El caso Fernando Niembro fue denunciado por el diario Tiempo Argentino, luego lo reimpulsó el canal C5N y ya no paró hasta la renuncia del periodista deportivo y candidato a diputado, perjuicio a Macri incluído.
En contrapartida, Aníbal sigue indemne del furioso ataque de la prensa opositora que semanalmente le carga crímenes y drogas al por mayor. También hace agua la protección mediática de la que disfrutaba Macri. Claramente, las grandes audiencias toman sus propias decisiones, asumen y descartan según un criterio propio. Una noticia pésima para ‘la corpo’.
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