Igual que Macri y Vidal, Ducoté tiene en mente reducir el plantel de gobierno. Apunta a recortar el gasto político. Aprovechará la salida de funcionarios que son candidatos.
Mientras se pone al hombro el último tramo de la campaña, el intendente Nicolás Ducoté ya calibra los cambios que aplicará a su gobierno después de las elecciones. Cualquiera sea el resultado que le deparen las urnas, la idea rectora es que Ducoté piensa ingresar a la segunda mitad de su mandato con un gabinete más chico.Es una iniciativa que se derrama desde los niveles superiores y atraviesa los tres estamentos de gobierno a cargo de Cambiemos. Tanto el presidente Mauricio Macri como María Eugenia Vidal dejaron trascender recortes de gabinete para después del 22 de octubre. Y Pilar se sumará al cambio.El recorte tendrá como objetivo reducir el plantel político, como una muestra de austeridad hacia la sociedad después de haber ensayado estructuras cargadas de funcionarios en los tres niveles.Cerca de Ducoté admiten que la modificación está en carpeta, pero se cuidan celosamente de dar detalles. La intención es no generar ruidos en la tropa propia en las últimas dos semanas antes de las elecciones, cuando necesitan todas las energías puestas en la campaña.Justamente, el reacomodamiento electoral le vendrá como anillo al dedo al intendente para meter mano en el gabinete.Es que la mayor parte de los candidatos con chances de acceder a cargos electivos ocupan actualmente lugares en el gabinete. Bastará con no reemplazar algunos puestos que quedarán vacantes de forma natural para tener vía libre para fusionar carteras y reducir otras a una categoría inferior.Repasemos. La lista está encabezada por la directora de Escuelas Municipales, Jesica Bortulé. Después del segundo, el presidente del Concejo Deliberante, Gustavo Trindade, siguen más funcionarios: la secretaria de Servicios Públicos, Analía Leguizamón y el de Desarrollo político, Carlos Arena. La quinta candidata, Mariel Ros, es la primera que no es funcionaria, pero le sigue el secretario de Gobierno, Diego Ranieli. Hasta ahí los que podrían ingresar, en las expectativas de máxima del gobierno, tras una elección descollante. Pero también hay otra pieza clave del gabinete que seguramente emigrará en diciembre: la secretaria de Educación, Marcela Campagnoli, es candidata a diputada nacional por la provincia en cuarto lugar, con lo que seguramente accederá a una banca. La mayor parte de los funcionarios que integran las listas tienen decidido asumir los cargos para los que sean electos. Salvo, tal vez, en el caso de que un resultado extraordinario coloque seis ediles oficialistas en condición de jurar. En ese caso, Arena o Ranieli –ambos con perfiles políticos similares- podrían quedarse en el Ejecutivo.Otra duda que se resolverá tras las elecciones es si el actual presidente del bloque de Cambiemos, Sebastián Neuspiller, seguirá con su doble cargo de concejal y segundo de la Superintendencia de Servicios de Salud a nivel nacional. Si, como todo parece indicar, Neuspiller termina administrando la nueva Cobertura Universal de Salud, reportando directamente a Macri, difícilmente siga en su banca. Ese salto tendría consecuencias no solo en la administración sino también en la política. Pero ese tema, como casi todos los demás, también se definirá después de las elecciones.
ELCCIONESPrevén un escenario parejoA 15 días de las elecciones, el oficialismo salió a moderar el exitismo que había trasmitidoa caballo de encuestas alentadoras.En las últimas horas, desde la tropa de la gobernadora María Eugenia Vidal, dejaron trascender que Esteban Bullrich estaría 1,4% arriba de Cristina Fernández en la provincia.El mismo panorama se hizo carne en Pilar. Un referente de la campaña local de Cambiemos señaló que las candidaturas de Bullrich y Cristina están cabeza a cabeza. "Muchos trasladan el optimismo de CABA, donde Carrió aumenta la diferencia. Pero acá y en los distritos vecinos, si nosotros subimos dos puntos, Cristina sube lo mismo o más”, confió.A nivel de la lista local, en cambio, hay expectativa de crecimiento. Sobre todo, merced al corte de boleta que impulsaría el vecinalismo y hasta sectores del massismo.Ese escenario tampoco tranquiliza a la tropa local de Ducoté, que teme las consecuencias políticas de generar un resultado favorable fronteras adentro pero negativo para Macri y Vidal.De todos modos, no está claro si la repentina moderación de las expectativas responde a un sinceramiento a medida que se acerca la hora de la verdad, o si, por contrario, busca motivar a los propios a redoblar los esfuerzos para conseguir el triunfo.
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