Como gran parte del sector, la editorial cooperativa Muchas Nueces se vio afectada por el parate económico que supuso la pandemia. Para afrontarlo, en línea con el espíritu del cooperativismo, Muchas Nueces se asoció junto a Librería del Profesional con el objetivo de crear un kit escolar para niños y niñas.
La economía social, solidaria y popular experimentó un crecimiento importante durante los últimos años. Apoyada en valores como la solidaridad, la autogestión y la producción responsable, se convirtió en una opción atractiva a la hora de abastecer los hogares, más aún en un contexto de pandemia que invita a repensar las formas de consumo.
Desde el inicio de la cuarentena, comercializadoras y cooperativas vienen trabajando para garantizar la distribución de alimentos y bienes de primera necesidad. Según la última encuesta realizada por la Subsecretaría de Economía Popular del Ministerio de Desarrollo de la Comunidad de la Provincia de Buenos Aires, el 52% de las comercializadoras relevadas incrementaron sus ventas de marzo en más del 40% respecto al mismo mes del año pasado.
Mientras los sectores concentrados especulan, hay circuitos alternativos que promueven un precio justo al tiempo que luchan por preservar sus fuentes de trabajo. Al crecimiento en ventas de las comercializadoras, se contrapone la realidad general del sector cooperativo. «Llevamos más de 70 días con un 90% de las asociadas paradas, las que están exceptuadas están funcionando pero con la cadena de valor rota», declaró a fines de mayo el presidente de la Confederación Argentina de Trabajadores Cooperativos Asociados (Conarcoop), Ramiro Martínez.
Para enfrentar el parate generalizado, muchas cooperativas y pequeños negocios asumieron estrategias asociativas. Un ejemplo lo constituyen las pequeñas y medianas editoriales, que en abril lanzaron la iniciativa “Sálvese quien lea” para ofrecer de forma conjunta más de 120 títulos a precio promocional. Al respecto, Gonzalo Miranda, integrante de la editorial cooperativa Muchas Nueces, cuenta: “Las pequeñas editoriales solemos tener las ferias, la calle y los eventos para suplir el marketing. La cuarentena nos impide afrontar esas actividades y ese contacto con nuestras comunidades lectoras. (…) Desde Muchas Nueces pensamos que lo más importante es ampliar las redes de cuidado que fuimos construyendo todos estos años y en ese camino estamos. Venimos juntándonos con diferentes editoriales y dentro del sector cooperativo para ver cómo podemos ayudarnos”.
Muchas Nueces es una cooperativa con 8 años de trayectoria que comenzó feriando libros de otras editoriales y luego avanzó en la impresión de títulos propios. La editorial ofrece literatura infantil con contenido político y lo que llaman «literatura urgente», como el libro “Crianzas” de la artista trans Susy Shock, que ya lleva vendido más de 10.000 ejemplares.
En el mismo camino, hace pocas semanas Muchas Nueces se asoció con otra cooperativa de la Ciudad de Buenos Aires: Librería del Profesional, una empresa recuperada que ofrece insumos de librería y papelería. Juntas comercializan un kit escolar que se distribuye sin cargo en CABA y está pensado para el entretenimiento de niños y niñas en sus casas.
Tras el decreto de aislamiento preventivo, Librería del Profesional pausó sus actividades y las retomó tan pronto volvió a ser considerado un rubro esencial. Oscar Monzullo, integrante de la cooperativa, explica: “Nos preparamos para salir a vender a domicilio, con algunas modificaciones para evitar la concentración de compañeros en el espacio de trabajo. (…) Tuvimos que darnos nuevas alternativas, como la creación de kits escolares, de trabajo y de entretenimiento. La ventas cayeron aproximadamente un 80%, estamos pasando un momento crítico pero tratando de tener la mayor vinculación posible para abrir puertas y que conozcan nuestra historia”.
Ambas cooperativas se conocieron y construyeron vínculo a través de la Fundación La Base, una organización que otorga asistencia financiera y técnica a proyectos autogestivos. Desde La Base cuentan que las necesidades de liquidez de las cooperativas aumentaron durante la cuarentena y llevan más de 4 millones de pesos en préstamos otorgados a proyectos autogestivos, un sector que además tiene grandes dificultades para acceder al mercado de crédito.
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