Los creyentes que asistieron a la Parroquia San Jerónimo de Coronda fueron testigos del milagro ocurrido el viernes a las 22:30.
La imagen de la Virgen Dolorosa lloró. La vieron alrededor de 20 fieles que asistieron a la bendición de sanación del viernes en la noche en la parroquia San Jerónimo de Coronda, Santa Fe. Después de la misa, a las 22:30, los presentes vieron cómo brotaban las lágrimas.
Una nena integrante del coro que visitó la parroquia fue la primera en darse cuenta y avisó a los demás. Los dos sacerdotes que oficiaron la homilía, al verla, comenzaron a rezarle a la imagen y todos los demás se sumaron.
Durante media hora, según contaron los testigos, las lágrimas de la Virgen Dolorosa le recorrieron el rostro, las manos y el manto negro. Los sacerdotes Sergio Capocetti y Santiago comprobaron que el manto estaba mojado.
Una de los creyentes, Lili, dio fe de lo ocurrido en una entrevista con Aire de Santa Fe. “Nos ha emocionado. Lo que se vivió es algo que nunca imaginaba, no sé, hasta ahora estoy llorando, desde anoche, cuando nos dimos cuenta de las lágrimas de la Virgen”, contó.
“La nena que está en el coro la descubre, le avisa al padre, el padre viene, mira, corrobora lo que era nena dijo y así todos asistimos a ese momento de yo considero un milagro”, aseguró.
Para Lili, fue “una bendición” haber estado allí: “La Virgen eligió este momento en que estábamos todos reunidos adorando a Dios y que ella se hizo presente para manifestar su amor por nosotros, por toda la comunidad, por el pueblo argentino que la estamos pasando mal. Le doy gracias a Dios porque fui anoche, porque estuve presente, porque doy testimonio de lo que aquí vivimos. Le agradezco a Dios y a la Virgen y yo vuelvo a repetir, yo considero que es un milagro lo que ha sucedido aquí”, remarcó.
También detalló que, antes del milagro, se había acercado a rezar y el manto estaba húmedo, por lo que presume que la imagen estuvo “llorando desde más temprano” y ellos se dieron cuenta al final de la misa.
Nancy, amiga de Lili y quien contactó al medio local, aseguró que seguían “muy emocionadas” por el milagro y que no sabían explicarlo. Ambas recordaron cómo todos permanecieron en silencio mientras que la imagen lloraba. Luego, el sacerdote dio una bendición final con el Santísimo y todos se retiraron.
La misa de sanación se celebra una vez l mes en la Parroquia San Jerónimo de Coronda. Fue construida en 1837 y es una de las iglesias más antiguas de la provincia de Santa Fe.
El rito de sanación consiste en la imposición de manos sobre el creyente que, luego de recibir la bendición de los sacerdotes, se cae y es sostenido por los demás asistentes. Esto se lleva a cabo después de una misa.
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