La cifra podría ser la más alta desde 2003, si se mantiene la tendencia
Si esta proyección se mantiene hasta fin de año, es decir, 36 policías asesinados, se convertiría en el número más elevado desde 2003, año en que murieron 62 policías.
Según informaron fuentes de las policías Federal y Metropolitana a LA NACION, el 90 por ciento de los crímenes de policías ocurrieron cuando los uniformados estaban fuera de servicio.
La mayoría de los homicidios sucedieron cuando los policías intentaron resistir al robo de su vehículo o al ingreso de los delincuentes en sus casas. Según pudo saber LA NACION, la preocupación por los hechos hizo que la ministra de Seguridad, Nilda Garré, y el jefe de la Policía Federal, comisario general Enrique Capdevila, les recordaran a los oficiales y suboficiales de la fuerza que cuando no se está en servicio la portación de armas es voluntaria. Es más, en el Ministerio de Seguridad de la Nación se analiza disponer que cuando se termina la hora de servicio los policías dejen las armas reglamentarias y sus credenciales en lugares especialmente acondicionados en cada una de las dependencias. La idea tiene cierto consenso, pero un sector aún se opone.
"Queremos ayudar a los uniformados. La intención no es desarmar al policía, sino proteger su vida y que, mientras no trabajan, tengan un descanso adecuado", dijo a LA NACION un jefe policial que está al tanto de la iniciativa ministerial.
El mismo informante recordó que en Italia y en Corea del Sur está prohibido la portación de armas fuera de la hora de servicio.
De los 18 policías asesinados desde el 1° de enero hasta el martes pasado, ocho integraban las filas de la Federal, ocho de la bonaerense y dos formaban parte de la Metropolitana.
El jueves pasado, el diputado provincial por Nuevo Encuentro Marcelo Saín afirmó que hay que crear un "sindicato para la bonaerense". Y agregó: "Estas condiciones precarizadas de trabajo policial explican dos grandes tragedias en la provincia de Buenos Aires: una es el abuso de la fuerza, el gatillo fácil, el armado de causas sobre personas inocentes para poder sostener estadísticas eficaces y un montón de otros hechos que incluyen hasta desaparición de cuerpos. La otra cara de la moneda que convive con ésta es la realidad de los policías muertos en el cumplimiento de sus deberes".
Según un estudio de la consultora Nueva Mayoría, desde el 1° de enero de 1999 hasta el martes pasado fueron asesinados por la delincuencia 490 policías: 258 bonaerenses, 230 federales y dos de la Metropolitana.
Desde el regreso de la democracia, el peor año fue 2003 cuando fueron asesinados 90 uniformados; en 2001, hubo 80, y en 2002, hubo 62.
"Respecto del análisis de 2012, el estudio demuestra que el período que abarca del 1° de enero al 12 de junio se contabilizaron 18 policías muertos por la delincuencia: ocho federales, ocho bonaerenses y dos metropolitanos. El promedio de muertes en lo que va del año es de una cada 9 días. Los 18 muertos superan la cantidad anual registrada en 2005, cuando hubo 14; en 2006, con 15; 2008, con 17; 2011, con 14, e iguala a la del 2004", sostiene el estudio que Nueva Mayoría publicó en su página web.
"Los policías no están obligados a llevar armas cuando no están en el trabajo. Pero lo cierto es que uno es policía las 24 horas", afirmó a LA NACION el jefe de la Metropolitana, Horacio Giménez.
El segundo jefe de la fuerza de seguridad porteña, Ricardo Pedace, explicó: "Muchas veces, cuando los ladrones se dan cuenta de que sus víctimas son policías, no tienen piedad".
Fuentes policiales recordaron que hubo casos donde los delincuentes remataron en el piso a sus víctimas por el sólo hecho de ser policías. Por eso se piensa que si el uniformado deja su arma y su credencial en su lugar de trabajo se podrían evitar numerosas muertes.
PROBLEMA
"El problema es que muchas veces, un policía tiene que ir de su puesto de trabajo al lugar donde hace horas adicionales o viceversa, así que no le queda otra alternativa que viajar con el arma reglamentaria, su credencial y uniforme", dijo un comisario con muchos años de experiencia.
Anteanoche, durante un procedimiento en la villa 1-11-14, en el Bajo Flores, donde secuestraron más de 10.000 dosis de paco y se detuvo a 15 sospechosos, operativo a cargo de Drogas Peligrosas de la Policía Federal, el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, sostuvo: "En Capital Federal no tenemos un robo seguido de muerte, la verdad que no recuerdo cuándo fue el último caso".
Berni se olvidó del homicidio de Carlos Escobar, un oficial de la Policía Metropolitana que fue acribillado el 14 de abril pasado en Caballito cuando intentaron robarle su automóvil.
Cuando Escobar se identificó como policía, los delincuentes lo mataron de cuatro balazos.
Familiares de policías asesinados aún esperan justicia, como la de Diego De Andreis, agente de la comisaría 35a. que fue asesinado en agosto de 2010 en Pilar cuando se resistió a un asalto. El jueves próximo el Tribunal Oral en lo Federal N° 2 de San Martín comenzará a juzgar al acusado del crimen, Orlando Monzón.
MUERTOS EN 2012
Crístian Guillermo Guerrero
Cabo 1° Policia Federal - 6/1
Fernando Leguiza
Cabo Policía Federal - 8/1
Roberto Chavez
Cabo 1° Policía Federal - 12/1
Alejandro Valdez
Cabo Policía Federal - 16 / 1
Nestor Aranda
Teniente 1° Policía Bonaerense - 26/ 1
Martín Koztiuk
Principal Policía Bonaerense - 28/ 1
Diego Martín Burgos
Suboficial Policía Bonaerense - 7/3
Ernesto de Lamadrid
Cabo Policía Federal - 11 /3
Anibal García
Sargento Policía Bonaerense - 25/3
Alejandra Aranda
Inspectora Policía Federal - 10 / 4
Carlos Alfredo Escobar
Oficial Pol. Metropolitana - 14/4
Adrián Negron Fariña
Principal Policía Bonaerense - 27/4
Sergio Marini
Sargento Policía Sederal - 8/5
Saul Arturo Reyes Muñoz
Subteniente Policía Bonaerense - 28/5
Carlos Ruben Deynamaz
Sargento Policía Bonaerense - 12/6
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