Los autores son dos "motochorros" que tras despojar del rodado a la víctima escaparon a toda velocidad. La muerte fue causada por un disparo que atravesó el casco del motociclista de 62 años.
Un motociclista de 62 años fue asesinado de un disparo en la cabeza cuando dos “motochorros” le robaron su vehículo a pocas cuadras del centro de la ciudad.
La víctima fue identificada como Tomás Carlos Marcos, quien por la gravedad de la herida falleció en el lugar del asalto.
Los dos delincuentes actuaron con una frialdad alarmante, ya que primero dispararon contra el motociclista y una vez que lo vieron caído, levantaron la Yamaha XTZ 125 y escaparon con rumbo desconocido.
Un automovilista que circulaba a la par de Marcos vio la secuencia pero no pudo aportar demasiados datos, mientras que las cámaras de seguridad privada y municipales apenas sí contribuyeron con la descripción de la mecánica del hecho y muy poco en la identificación de los autores.
El fiscal que investiga el caso, Alejandro Pellegrinelli, explicó que el balazo que mató al motociclista le atravesó la parte trasera del casco y le causó una lesión craneal y neurológica que no le dio posibilidad de sobrevida.
De acuerdo a algunos testimonios y al relevamiento realizado por personal de la DDI, de la comisaría cuarta y de la Policía Científica en la escena del crimen los dos asesinos circulaban por Belgrano en una motocicleta de características similares a la de Marcos. Lo más impactante de la reconstrucción es que existe alto grado de certeza de que los asaltantes le dispararon a Marcos cuando éste se les adelantó, en lo que deben haber interpretado como un intento de huida.
“Hay un testigo casi presencial que venía a la par y escuchó el disparo pero se asustó y se fue del lugar”, comentó el fiscal Pellegrinelli en diálogo con LA CAPITAL.
El hecho ocurrió frente a una distribuidora de juguetes que posee dos cámaras de seguridad orientadas hacia la calle y ya fueron inspeccionadas por la policía. Aunque se puede ver toda la secuencia, las condiciones de oscuridad y los reflejos de algunas luminarias cercanas reducen altamente la utilidad en términos identificatorios.
Lo que sí pudo determinarse por diferentes fuentes es que los delincuentes, una vez que dispararon desde atrás a Marcos detuvieron su marcha. Uno de ellos descendió de la motocicleta y se acercó hasta donde yacía la víctima y tomó la Yamaha XTZ 125 sin inmutarse. La volvió a poner en marcha y escapó junto a su cómplice hacia la calle España.
Las esperanzas de esclarecimiento de este homicidio, que es el decimosegundo en Mar del Plata en lo que va del año, están basadas en los pocos rastros que quedaron en la escena del crimen. Algún testimonio, el calibre del arma empleada y el relevamiento que pueda efectuarse en el Centro de Monitoreo de distintas cámaras, para intentar localizar el recorrido de escape de los asesinos.
El cuerpo del motociclista fue recogido por personal forense de la Policía Científica que lo trasladó hasta el Cementerio Parque, donde en horas de la mañana de este miércoles se le practicará la operación de autopsia. El peritaje más importante será el de la recuperación del proyectil para, al menos, tener alguna referencia de arma usada, la que en apariencia debería ser un revólver ya que no se reportaron vainas halladas en la escena del crimen.
El fiscal Pellegrinelli coordinó con la policía de investigación un despliegue de recursos importantes para no dejar pasar las horas claves de toda pesquisa. Trascendió que el homicidio causó gran preocupación en las fuerzas de seguridad de la ciudad dadas sus características inusuales (no hay en los últimos años registro de un asesinato a manos de “motochorros” y mucho menos en la zona céntrica de la ciudad), por lo que se iniciaron tareas conjuntas entre todas las dependencias para conseguir la identificación y localización de los homicidas.
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