Encontrar una garrafa de 10 kilos en los comercios de la ciudad de San Luis es tan difícil como hallar una aguja en un pajar. La última ola de frío disparó la venta del gas envasado y muchos clientes se quejaron por no poder conseguir el producto en las bocas de expendio. Así lo confirmó el presidente del Centro de Almaceneros, Jorge Carrizo.

“La situación ha rebasado. Aquel que tiene gran cantidad de garrafas y pudo renovar el stock, puede que llegue a surtir un poco más. Pero que la falta existe, no hay vuelta que darle”, dijo el titular de la organización.

También sostuvo que el stock es ínfimo debido a que no es un artículo de venta asidua. “El pico de frío provocó una demanda alta y se agotó. Es lógico. Las familias utilizan una garrafa para calentar el ambiente y otra para cocinar. Los márgenes de ganancia son pequeños y por eso no tenemos mucha cantidad”, explicó Carrizo.

Aunque aclaró que “estos son problemas estacionales”, es imposible darle una solución a los faltantes sobre todo si se tiene en cuenta el costo y la ganancia. En los días con más calor, la venta en su local disminuye hasta el punto de expender una sola garrafa por mes.

El titular del organismo confesó que no hay problemas de distribución, ya que una empresa tiene el mercado de San Luis y Villa Mercedes y son ellos quienes contactan con YPF.

El comerciante estipuló que el servicio “no se normalizará” en los próximos días, pero si que habrá mayor cantidad de stock. Eso sí, manifestó que todo está supeditado si no llega otra ola de frío. El Servicio Meteorológico Nacional consideró otra recaída del clima para el fin de semana: “Si la temperatura levantara, no creo que haya inconvenientes con el reabastecimiento”.

Carrizo comentó que los locales sólo tienen las garrafas de 10 kilos —que cuestan entre 36 y 40 pesos— y que las presentaciones de 15 y 45 kilos no llegan a los negocios.

“A la gente le molesta esta situación de escasez, pero nos entienden. Vemos que bajan de sus autos, preguntan si hay, se van y ves que recorren toda la ciudad. Cuando era chico sucedía lo mismo con el kerosén, había que hacer una larga fila para poder encontrar porque también se usaba para cocinar”, argumentó el comerciante.

El Centro de Almaceneros cuenta con unos 300 socios en la ciudad. El titular dijo que es complicado luchar por los beneficios de los minoristas: “Es la única ayuda que podemos conseguir. Muchos quieren asociarse por los beneficios que pueden otorgarse pero no nos queda otra que luchar para que las medidas no perjudiquen a los comerciantes chicos”.

Culpas El Gobierno Nacional opinó que las garrafas sociales, de color violeta, no se consiguen por los sobreprecios de los minoristas. En esa vereda se paró el Enargas. El producto debería costar 15 pesos contra los 40 pesos que valen en un puesto habitual.

El defensor del Pueblo Nacional, Anselmo Sella, contradijo al Gobierno y culpó por los inconvenientes a las distribuidoras y fraccionadoras.